6 encantos de La Gomera
Hermigua
A través de un paisaje montañoso se llega a la bella Hermigua. Es una población dispersa en un valle estrecho que serpentea hasta el mar. Aquí destacan las palmeras canarias, cultivos de plataneras y vides en bancales escalonados. Entre sus casas tradicionales con tejados a cuatro aguas, se encuentra el interesante Centro Artesanal y el Museo de Los Telares.
El Cedro
En el centro de la isla, y en los límites del Parque Nacional de Garajonay, está el pintoresco caserío de El Cedro que alberga la mayor densidad de laurisilva de todo el archipiélago. Rodeado por un bosque de millones de años de antigüedad, su aislamiento le ha permitido mantener viva su esencia. El Cedro es un verdadero caserío de montaña con casas que guardan el estilo tradicional. Cerca está el espectacular salto de agua de El Chorro.
Alajero
Al sureste está la localidad de Alajeró que, aunque no muy frecuentada, merece un buen recorrido. Hay que visitar la iglesia de El Salvador del XVII ejemplo de clasicismo arquitectónico, y que cobija el Cristo Crucificado, una de las esculturas más antiguas de la isla. Cerca está la ermita del Buen Paso, con una interesante talla de la Virgen y célebre entre los gomeros por la romería que allí se celebra.
Valle Gran Rey
Encajonado entre riscos donde crecen papas, maíz y plataneras, está el Valle Gran Rey, de tonos verdes, y casas blancas. Sus playas, unas de las mejores de la isla, son de finísima arena negra fusionada con la pureza del azul de su océano. La de Vueltas, el Charco del Conde, la Puntilla o la Playa del Inglés, uno de los rincones más impactantes de la isla en un enclave natural sin comparación, son obligatorias para el baño.
Parque Nacional de Garajonay
Este parque posee un ecosistema insólito en el mundo. Si hay algo que destaca en el Garajonay es la laurisilva, una masa de vegetación prehistórica, propia de la región de la Macaronesia que cubría los trópicos hace millones de años. Se ha conservado en la isla gracias a su clima excepcional, siempre con temperatura templada. Es la única zona del planeta tierra donde se puede pasear entre árboles milenarios.