25 escapadas en tren a Paradores y Balnearios

Toledo, el lugar donde caben todosCristianos, judíos y musulmanes encontraron en la capital de Castilla La Mancha un lugar para la convivencia. En la actualidad, es uno de los lugares más visitados de España, enclavado en un paraje único sobre siete colinas bañadas por el río Tajo. Cualquier itinerario básico debe comenzar en la plaza de Zocodover, desde la que se extiende la calle del Barrio Rey hasta la Plaza Mayor, a espaldas de la Catedral. El templo es gótico, pero con sus rarezas: tiene una sola torre, un rosetón cortado en horizontal y un transparente barroco, en el que cada elemento –bronces, volutas, ménsulas– queda iluminado por un ventanal abierto en la bóveda. En la sacristía se encuentra El expolio, de El Greco, aunque para contemplar de cerca su obra maestra hay que dirigirse hasta la iglesia de Santo Tomé, donde aguarda El entierro del conde de Orgaz. Otros edificios de interés son la sinagoga del Tránsito y la de Santa María la Blanca, el hospital de Santa Cruz y la iglesia de San Juan de los Reyes.NO TE LO PIERDASEl pasado mes de marzo abrió sus puertas totalmente renovada la Casa Museo de El Greco, que, tras arduos trabajos de restauración, ha arrojado una sorprendente luz: el maestro no vivió aquí sino en una vivienda justo enfrente, de la que no queda nada. Aun así, el museo resulta espectacular, con un gran cubo que sirve como acceso a un interior en el que destaca el lienzo Vista y plano de Toledo. También nuevo es el Museo del Ejército instalado en el Alcázar, con unos 6.000 fondos, entre ellos armaduras, piezas de artillería y la espada del Cid, Tizona.CAFÉ AL ATARDECEREspléndida y conmovedora. Así es la panorámica que se contempla desde la terraza de la cafetería del Parador de Toledo, sobre todo al atardecer, con toda la ciudad a sus pies. Situado en un cerro, junto a un meandro del Tajo, el Parador no sólo presume de vistas, también de decoración, con baúles y muebles antiguos que encajan a la perfección con objetos diseñados por Alvar Aalto, una mesa de Luis y Pedro Feduchi o las butacas de Domingo de Arniches. Algunas habitaciones cuentan con cabeceros de medio dosel entelados en colores verdes, calderos y azules, los de la cerámica toledana. SABORES DE SIEMPREDepende de la época, pero nadie en Toledo debe dejar de probar guisos típicos manchegos como la perdiz estofada o el cordero asado, presentes en la carta del Parador. Para endulzar el paladar, mazapanes y helado de queso con miel.CÓMO LLEGARCon el servicio AVANT se puede realizar el trayecto entre Madrid y Toledo en apenas 30 minutos todos los días en diferentes horas. También existe un AVE diario.

Málaga, la alegría de vivirEs desde la Alcazaba, construcción defensiva del siglo XI, desde donde se obtiene la mejor panorámica de la ciudad y del mar. También desde el castillo de Gibralfaro, reconstruido durante la época nazarí, en el siglo XIV. Tras estas primeras visitas de rigor cualquiera puede ya sentirse preparado para sumergirse en el animado ambiente que siempre recorre cada rincón de Málaga, que se hace especialmente amable en la calle del Marqués de Larios y se eleva a las alturas en torno a su Catedral, la Manquita, llamada así por tener solo una torre. La iglesia de Santiago, en la calle de Granada, guarda un tesoro de valor sentimental: la pila en la que fue bautizado Pablo Ruiz Picasso, que nació muy cerca de aquí, en una vivienda de la Plaza de la Merced que es en la actualidad sede de la Fundación que lleva su nombre. Hay que conocer primero su casa y después el propio Museo Picasso, donde se pueden contemplar más de 200 obras del malagueño más universal. Después habrá que relajarse en alguna playa, que para eso estamos en la Costa del Sol. Ahí están las del Pedralejo, San Andrés, La Malagueta y El Palo.NO TE LO PIERDASSi Málaga está de moda es por la reciente inauguración del Museo Carmen Thyssen, ubicado en el Palacio Mosquera, del siglo XVI, y otras construcciones creadas expresamente para albergar esta flamante pinacoteca. Su colección incluye desde la Santa Marina de Zurbarán hasta obras de Sorolla o Zuloaga, pasando por los paisajes románticos de Pérez Villaamil, el costumbrismo andaluz de los Domínguez Bécquer y la pintura preciosista de Mariano Fortuny. EN GIBRALFAROLa cultura manda en la ciudad y, por eso, la habitación 403 del Parador de Málaga lleva por nombre Picasso. Desde su terraza privada se puede contemplar la mejor panorámica de la bahía, vista de la que también disfruta la piscina del ático de este idílico establecimiento, levantado sobre el monte de Gibralfaro, junto al castillo. Los colores azul y albero sirven para iluminar de forma especial cada estancia, con mobiliario en tonos claros que bien recuerdan que estamos en pleno Mediterráneo.¡UNA DE PESCAÍTO!Magnífico escaparate de la gastronomía andaluza, el restaurante del Parador ofrece sopa de rape, zoque malagueño con jamón y, como manda la tradición en la Costa del Sol, el mejor pescaíto frito. Y que nadie olvide probar un buen vino dulce, quizás un Pedro Ximénez o un Pajarate.CÓMO LLEGARRenfe une diariamente Madrid y Málaga con trenes AVE en dos horas y media. También hay servicios AVE que hacen el mismo trayecto pero con parada en Ciudad Real, Puertollano, Córdoba, Puente Genil y Antequera. Precisamente estas tres últimas estaciones son la que forman parte del trayecto del servicio AVANT entre Málaga y Sevilla, ciudades también unidas por un tren de Media Distancia, con parada en Bobadilla, Pedrera, Osuna, Marchena, Dos Hermanas y San Bernardo. Para llegar a Barcelona se puede elegir entre el tren ARCO o el AVE, vía Zaragoza, Lleida y Tarragona.

Córdoba, en la ciudad califalA orillas del Guadalquivir y a los pies de Sierra Morena, Córdoba fue el gran centro de la sabiduría del Occidente musulmán. Junto a la de Damasco, su mezquita se convirtió en la más importante del mundo islámico y pasa por ser la gran joya del arte arábigo andaluz. Su construcción comenzó por el año 780 por deseo de Abderramán III. Y aunque tiempo después los cristianos levantarían sobre ella la catedral de Santa María de la Asunción, conserva evocadores elementos y rincones, como el Patio de los Naranjos y el bosque de columnas que soportan la cubierta, apoyada en arcos dobles de herradura y de medio punto. El precioso callejón de las Flores, la Sinagoga, los baños árabes de Santa Marta y la plaza del Potro, donde abre sus puertas el museo dedicado al pintor Julio Romero de Torres, el de la mujer morena, son algunos de esos lugares que invitan a enamorarse de esta ciudad. También sus patios rebosantes de flores y el fantasioso palacio de Medina Azahara, a las afueras de Córdoba, construido por Abderramán III en el siglo X para recordar a su amada Zahra.NO TE LO PIERDASPara disfrutar del atardecer hay que dirigirse al puente romano, pero no porque caiga el sol Córdoba se va a a dormir. El cielo ya oscurecido anuncia que es la hora de descubrir las tabernas de la Judería, por donde corre el fino y se degustan copiosas raciones. Flamenquines, rabo de toro, berenjenas a la miel... Durante las noches de julio y agosto algunos monumentos y teatros de la ciudad acogen exhibiciones ecuestres y veladas flamencas. El espectáculo de agua, luz y sonido del Alcázar de los Reyes Cristianos es una forma diferente de repasar la Historia. PALACIO DE VERANODesayunar en la terraza es uno de esos placeres que se pueden repetir cada mañana en el moderno Parador de Córdoba, construido en las faldas de Sierra Morena sobre las ruinas del palacete de verano de Abderramán I. Él fue quien plantó con sus propias manos, en este mismo lugar, una palmera de la que descienden todas las palmeras de España. Un motivo más que convincente para pasear por sus refrescantes jardines. UN TOQUE ÁRABEDe ambientación árabe y andaluza, el restaurante del Parador es fiel a la tradición. Gazpacho blanco de almendras y churrasco en salsa verde son dos de sus especialidades, aunque lo que triunfa cuando hace calor es el salmorejo, que se consigue al majar miga de pan, ajo, aceite, vinagre, tomate y sal.CÓMO LLEGARPara llegar hasta la ciudad califal se pueden escoger tres AVE: la que va de Madrid a Sevilla, la de Madrid a Málaga (pasando por Ciudad Real y Puertollano en un sentido y por Antequera y Puente Genil en el otro) o la de Barcelona a Sevilla, pasando por Tarragona, Lleida, Zaragoza, Ciudad Real y Puertollano. También un tren ARCO une Córdoba con la Ciudad Condal con parada en diferentes localidades de Andalucía, Valencia y Cataluña. Un tren ALVIA une Córdoba con Cádiz, pasando por Sevilla, Jerez de la Frontera, Puerto de Santa María y San Fernando, y un servicio ALTARIA la conecta con Granada.

Antequera, donde el sol siempre saleSi estamos en Antequera, tendremos que buscar el lugar por el que sale su famoso sol. Quizás podamos encontrarlo asomados a las murallas de su alcazaba, entre cuyas torres destacan la de la Estrella, la de la Torre Blanca y la del Homenaje, más conocida como Papabellotas, que desde 1582 está rematada por un templete que guarda la campana de la ciudad. O quizás a través del Arco de los Gigantes, frente a la colegiata de Santa María la Mayor, templo del siglo XVI de fachada renacentista. Da gusto pasear por esta ciudad malagueña, por su barrio del Coso Viejo, con sus callejuelas y casas blancas. Una ciudad siempre alegre, sobre todo cuando llega el verano y tienen lugar la Real Feria de Agosto y las celebraciones en honor a la Virgen de los Remedios y a Santa Eufemia. La parroquia de San Sebastián, el arco del Nazareno y la iglesia de la Encarnación son visitas obligadas antes de llegar al Museo Municipal, antiguo palacio de Nájera, del siglo XVII, que acaba de reabrir sus puertas. En su interior, una joya: el Efebo de Antequera, bronce romano del siglo I hallado en tierras de la vega.NO TE LO PIERDAS Merece la pena acercarse hasta el Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera, uno de los mejores exponentes del megalitismo europeo, formado por los dólmenes de Menga, Viera y El Romeral. Un Centro de Interpretación sirve para ponernos en situación antes de conocer estos auténticos monumentos comunicados entre sí por un moderno parque. Sus constructores formaron parte de las primeras comunidades agrarias de las fértiles tierras del valle del Guadalhorce. MODERNO Y EN CALMAEn una zona ajardinada de la ciudad, a escasos minutos del centro, se alza el Parador de Antequera. Su decoración vanguardista, con predominio de los tonos blancos, invita al relax más absoluto, que se consigue definitivamente en su estupenda piscina. Las habitaciones son muy amplias y, aunque apetece no salir de ellas, el jardín y un modernísimo bar, con terraza abierta todo el año, incitan a todo lo contrario. A LA SOPA FRÍAImposible resistirse a los platos que ofrece el restaurante del Parador, con vistas sobre la vega y la peña de los Enamorados. El Mediterráneo próximo irrumpe con pescados y mariscos que se combinan con productos del campo malagueño, como el cabrito de la sierra del Torcal. Es obligado probar la porra antequerana, una sopa fría elaborada con tomate, pan, aceite, sal, ajo y pimiento verde.CÓMO LLEGAREl AVE que une Madrid y Málaga pasa antes por Ciudad Real, Puertollano, Córdoba, Puente Genil y Antequera. Además, el tren que va de Málaga a Barcelona hace parada aquí y también en Puente Genil, Córdoba, Ciudad Real, Zaragoza, Lleida y Tarragona. Cuatro veces al día el servicio AVANT conecta Sevilla con la ciudad malagueña, por donde también circulan trenes de Media Distancia en dirección a Granada, Guadix y Almería. Un tren ALTARIA llega hasta Ronda y Algeciras.

Valencia, Mediterráneo en estado puroMuchos son los motivos por los que apetece ir una y otra vez a Valencia, que se deja llevar por el peso de la tradición en su casco histórico, en torno a esa tríada monumental que forman el Mercado Central, la Lonja y la Catedral, con su Miguelete y esa puerta de los Apóstoles donde, cada jueves, desde hace siglos, se celebra el Tribunal de las Aguas. Pero también existe una Valencia moderna, que se hace mediterránea hasta la médula en la nueva Marina, la de la America's Cup, y blanca y resplandeciente en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, obra en su mayoría del arquitecto Santiago Calatrava, donde comparten protagonismo el Museo Príncipe Felipe, el Hemisfèric, el Palau de les Arts, el Oceanogràfic y, desde no hace tanto tiempo, el Ágora, concebido como un gran punto de encuentro, en un intento de evocar las antiguas plazas griegas. Por el día hay que llegar en tranvía a la playa de la Malvarrosa. Por la noche, perderse por los animados bares del barrio del Carmen esperando, quizás, a que se duerma la famosa luna de Valencia.NO TE LO PIERDAS Para disfrutar del mejor atardecer hay que recorrer los once kilómetros que separan la ciudad de la Albufera, declarado Parque Natural. Los pescadores ofrecen paseos en sus barquets por este pequeño mar –eso es lo que significa en árabe Al Buhayra– formado hace mucho tiempo ya al depositarse allí los sedimentos de los ríos Júcar y Turia. Es lugar de descanso de aves migratorias, además de refugio de unas 250 especies (garzas, ánades, cigüeñuelas...). Un lugar mágico del que forman parte esas viviendas construidas con cañas y barro que llaman barracas.GOLF Y RELAXY es ahí, en el Parque Natural de la Albufera, a orillas del Mediterráneo, donde se alza el Parador de El Saler, edificio de nueva planta que se integra en el entorno. La piscina exterior y sus habitaciones minimalistas con vistas al mar podrían ser sus mayores reclamos. Pero a esto hay que añadir un campo de golf de 18 hoyos, con sus links playeros, y un fantástico Spa con tratamientos que tienen como base el azúcar de caña, los cítricos, el arroz e incluso la horchata.ARROZ Y MUCHO MÁSEn la cocina valenciana el arroz es la estrella. Y por eso en la carta del blanquísimo L'Embarcador, el restaurante del Parador, todo gira en torno a él. Hay que probar la paella, claro, aunque hay otras especialidades de la tierra, como el arròs amb fesols i naps (con judías secas y nabos) y la fideuà.CÓMO LLEGAREl último AVE inaugurado conecta las ciudades de Madrid y Valencia en 95 minutos pasando por Cuenca y la estación de Requena-Utiel. Llegar a Valencia desde Barcelona es rápido y cómodo con el servicio de EUROMED y ALARIS que cubren el Corredor Mediterráneo junto con otros servicios como TALGO, ARCO y Media Distancia.

Lleida, medieval y modernistaNada más llegar a la ciudad asalta el deseo de conocer de cerca esa silueta que rompe el paisaje, elevada sobre una solitaria colina. Es la Seu Vella, símbolo perenne de Lleida, capital de la comarca del Segrià, a orillas del río Segre. El templo, con impronta de castillo, fue construido entre los años 1203 y 1431, un apunte histórico para entender la mezcla de estilos de esta catedral, donde brillan sus espectaculares rosetones y el claustro gótico. Si hay una Seu Vieja, está claro que habrá una Seu Nova, neoclásica, del siglo XVIII. Son muchas las iglesias que se pueden visitar –la de Sant Llorenç, la de Sant Martí–, pero no todo el patrimonio artístico en la ciudad es religioso. También existe una Lleida modernista, que se revela libre y fantasiosa en la fachada del Teatro Municipal del Excorsador y en la de la Casa Melcior, en La Vinícola o en los balcones de la Casa Bergós. El Museo de Arte Contemporáneo Jaume Morera y el Museo de Lleida, en una sede de diseño muy actual, son otros puntos de interés en la ciudad, que aún cuenta con un símbolo más: el Castillo de Gardeny, de origen templario.NO TE LO PIERDASLa Oficina de Turismo de Lleida ofrece una visita guiada por lugares secretos de la ciudad que permite conocer vestigios romanos y medievales. Entre ellos, restos de murallas, iglesias, baños andalusíes y hasta una prisión. Además, en Lleida, en el número 9 de la rambla de Ferran, se encuentran las que pasan por ser las tenerías más antiguas –son del siglo XIII– y mejor conservadas de España.ENTRE VIÑEDOSSólo siete kilómetros separan el centro de la ciudad de la Finca Prats, el primer hotel cinco estrellas de Lleida. Un oasis de tranquilidad rodeado de frutales y viñedos, con varias cavas con Denominación de Origen Costers del Segre en sus inmediaciones, en las que realizan catas especiales para los huéspedes. La finca cuenta con su propio campo de golf y con un restaurante, el Blanc, de cocina creativa. ¿Qué tal una espuma suave de botifarra negra y crujiente de jamón?CACAOS y ACEITES La Finca Prats tiene su propio Spa, al que no le falta detalle: dos jacuzzis, sauna, ducha de aromaterapia, baño turco... El circuito termal se puede completar con masajes a base de aceites esenciales y un poco de cacaoterapia. Sus paquetes de relax incluyen baños de flores en la habitación. ¿Lo mejor? Completar la sesión tomando un té en el bar Apple.CÓMO LLEGARSon dos los servicios AVE que llegan a Lleida: el Madrid-Barcelona (que realiza paradas en Zaragoza y Tarragona) y que une la Ciudad Condal con Sevilla, con paradas en Ciudad Real, Puertollano y Córdoba. También en AVE se puede viajar a Antequera y Málaga. Existe un Trenhotel que pasa por Lleida y llega hasta A Coruña, pasando por localidades como Tudela, Logroño y Lugo, y otro que va hasta Gijón pasando por Palencia y León. El ALVIA conecta Lleida con ciudades como Ourense y Vigo, y un servicio regional con diferentes municipios de la provincia ilerdense.

Santiago de Compostela, un viaje interiorNo hace falta que sea Año Santo para viajar hasta Santiago de Compostela y darse una vuelta por esa Plaza del Obradoiro donde comienzan y culminan muchos viajes, interiores y de los de toda la vida. En ella, el Hostal de los Reyes Católicos, el pazo de Raxoi y el pazo de Xelmírez comparten espacio con la joya de esta ciudad, la Catedral, construida entre los siglos XI y XIII como una pequeña ciudad de piedra, con una entrada, el Pórtico de la Gloria, obra del maestro Mateo, que es la cumbre de la escultura románica. Se puede visitar de muchas maneras, pero quizás la más especial sea esa que propone un recorrido guiado por sus cubiertas. Como la devoción no está reñida con el placer, hay que perderse después por las aledañas rúas del Franco y la Raiña y degustar, en cualquier taberna, un buen ribeiro acompañado de una empanada de xoubas. Templos, monasterios, casas, palacios y museos –muy interesante, el Centro Galego de Arte Comporánea– completan el recorrido más cultural, que debe acabar en el parque de la Alameda, con su espectacular carballeira, contemplando la caída del sol. NO TE LO PIERDASEn este 2011 se celebra el 800 aniversario de la consagración de la Catedral. Pero Santiago de Compostela también está de actualidad porque ya se han inaugurado los primeros edificios de su Ciudad de la Cultura, diseñada por el arquitecto norteamericano Peter Eisenman para acoger las mejores expresiones de la cultura de Galicia, España, Europa, Latinoamérica y el mundo. Se pueden ver ya el Archivo y la Biblioteca y asistir a los actos que aquí se organizan.TODO UN MONUMENTOFueron los Reyes Católicos quienes mandaron construir un hospital en 1499 para que existiera en la ciudad un lugar donde atender a los peregrinos. El hoy Parador de Santiago es uno de los hoteles más antiguos del mundo, un Cinco Estrellas Gran Lujo que ofrece habitaciones con vistas a la Catedral. Sus estancias comunes han sido decoradas con elegancia, acorde con este increíble monumento de portada plateresca con un friso de los Doce Apóstoles.CALDEIRADA DE REYESSon dos los restaurantes con que cuenta el Parador, el Dos Reis y el Enxebre, y dos las formas en las que se presenta uno de los platos de cuchara más típicos: la caldeirada. En el segundo se sirve de forma tradicional, mientras que en el primero el peixe común que reposa junto a patatas y cebolla es sustituido por rodaballo, vieira y bogavante. La mejor compañía, un vino local de su surtida bodega.CÓMO LLEGARUn TALGO une Madrid con A Coruña con parada en Santiago de Compostela y otras localidades como Segovia, Zamora y Ourense. Un recorrido parecido realiza un Trenhotel también entre ambas ciudades. Santiago de Compostela está unida con Hendaya a través de un tren ARCO, que tiene como cabeza de ruta A Coruña y hace parada en estaciones como Ponferrada, León, Palencia, Burgos y San Sebastián. Diariamente se hacen servicios de Media Distancia que sirven para unir algunos de los puntos clave de la Comunidad de Galicia, como son Vigo y Pontevedra.

León, la capital del antiguo ReinoNada tiene que ver la Catedral, obra maestra del gótico, con el ultravanguardista MUSAC, firmado por los arquitectos Tuñón y Mansilla. Y, sin embargo, ambos edificios conviven a la perfección, conjugando el pasado y el presente de la que un día fuera capital del reino de León. Si seguimos el rumbo que marca la Historia, primero tendremos que visitar el gran templo, cuya estructura fundamental fue concluida en el siglo XIII. Hay que fijarse en la recreación del Juicio Final del tímpano de la puerta de su fachada principal, y en sus vidrieras de colores, que cierran más de cien ventanas y tres rosetones. Después nuestros pasos deben dirigirse hacia la basílica de San Isidoro, del siglo XI, referente del románico occidental, y también hacia el Hostal de San Marcos, levantado entre los siglos XVI y XVIII en estilo plateresco. Entonces sí podremos adentrarnos ya en el espectacular Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, premio Mies van der Rohe de Arquitectura en 2007. Sus exposiciones son difíciles de ver en cualquier otro lugar. Para culminar una visita a León, nada como tomar un vino en alguno de los bares, mesones y tabernas de sabor medieval que inundan el barrio Húmedo, en torno a la plaza de San Martín.NO TE LO PIERDASTodos los sábados a las 22 horas, hasta el 2 de octubre, la basílica de San Isidoro se convertirá en protagonista. ¿El motivo? El prestigioso artista francés Xavier de Richemont ha realizado para el precioso templo románico una iluminación artística que incluye la proyección de imágenes de la historia del reino de León, constituido hace ahora 1.101 años.CON MUCHA HISTORIAEl Camino de Santiago no podría entenderse sin el Hostal de San Marcos, tras cuya fachada, pura filigrana en piedra, se abre el Parador de León, un Cinco Estrellas Gran Lujo que ocupa la zona del antiguo convento y un edificio anexo del siglo XX. Los espacios comunes están decorados con pinturas de la escuela flamenca, tapices y mobiliario antiguo, y con obras modernas que llevan la firma de Lucio Muñoz o Vela Zanetti. En el centro de la plateresca fachada se asoma la suite Quevedo, ya que el Hostal también fue cárcel, donde el escritor estuvo preso.VINOS CON D.O.Los vinos con D.O. Bierzo y Tierra de León sirven para regar la cocina tradicional del restaurante Rey Don Sancho, en el Parador de León. Entre sus especialidades, el arroz con botillo.CÓMO LLEGARDesde Madrid hay cinco trenes ALVIA, tres Media Distancia y un Trenhotel que hacen este recorrido. La conexión con Barcelona y Zaragoza se realiza cada día a través de tres trenes por sentido. Desde el País Vasco se puede llegar a León gracias a dos trenes ARCO que enlazan esta ciudad con Bilbao, San Sebastián y Vitoria-Gasteiz.

Gijón, mirando al marMar, cultura, fiesta y naturaleza. Todo eso y mucho más representa Gijón, la villa asturiana entregada en cuerpo y alma al Cantábrico. Así que lo primero será mostrarle nuestros respetos, paseando por la playa de San Lorenzo, tras descender la escalerona, su acceso número cuatro. Caminando por la orilla o por el paseo del Muro que discurre en paralelo la tradición manda llegar a la Lloca, escultura que representa a la Madre del Emigrante. Otra playa, la de Poniente, aguarda para quienes quieran disfrutar de unas termas muy del siglo XXI que nada tienen que ver con las romanas que se pueden visitar en Campo Valdés. Sin movernos mucho, una atracción más: el Acuario de Gijón, que permite conocer a la gran mayoría de habitantes de todos los mares del mundo. Hay que acercarse hasta el recién ampliado puerto de El Musel, donde nace la primera autopista marítima de España, que une Gijón con Nantes, antes de adentrarse en el barrio de Cimadevilla, antiguo hogar de pescadores hoy frecuentado por la juventud, que recorre sus calles de chigre en chigre compartiendo una sidra. La Casa Natal de Jovellanos, el Museo Juan Barjola de arte contemporáneo y el Jardín Botánico Atlántico son esos sitios que hay que ver antes de cumplir con un ritual: contemplar el Cantábrico desde el Elogio del Horizonte, de Eduardo Chillida. NO TE LO PIERDASPara integrarse más en la vida cultural de Gijón se impone una visita al LABoral Centro de Arte y Creación Industrial, situado en unas naves de la antigua Universidad Laboral. En su blanco armazón se esconde un centro dedicado al arte, la ciencia, la tecnología y las industrias visuales avanzadas. Su programación es fiel reflejo de la actual cultura visual.UN VIEJO MOLINO El Parador de Gijón encuentra acomodo en un centenario molino del parque de Isabel la Católica. Tras su fachada de color rojizo se abre un acogedor interior que se hace especialmente luminoso en las habitaciones. El jardín y su estanque aportan esa serenidad que siempre busca el viajero.FABES Y SIDRA¡Hay que beber sidra! Pero también degustarla como aderezo de algún plato, como la merluza que propone el restaurante del Parador, con un gran ventanal con vistas al parque. Un buen sitio para probar otras tentaciones: caldereta de marisco, pote, solomillo de ternera al queso de Cabrales... ¿Algún dulce? Tres: frixuelos, arroz con leche y casadielles.CÓMO LLEGARCuatro trenes ALVIA diarios cubren el trayecto Gijón-Madrid, pasando por ciudades como Oviedo, León, Palencia y Valladolid. Uno de estos trenes prolonga su recorrido hasta Alicante, vía Segovia. Gijón y Barcelona están unidas por un Trenhotel con parada en Palencia, Logroño, Zaragoza y Lleida, entre otras localidades.

Cáceres, el peso de la historiaSituada sobre una colina de la sierra de la Mosca, la capital de la Alta Extremadura es pura historia. No en vano, la Unesco declaró su casco antiguo Patrimonio de la Humanidad. Para descubrir Cáceres es obligado comenzar el recorrido en su Plaza Mayor, en la que llama la atención la torre del Bujaco, levantada sobre una fortificación romana durante la época de dominio almohade (siglo XIII). Para acceder al recinto monumental hay que cruzar el arco de Estrella, junto a la torre de los Púlpitos, para llegar a la Plaza de Santa María, flanqueada por casonas-palacio y por la iglesia concatedral de Santa María la Mayor, construida entre los siglos XII y XVI, ejemplo de la transición del románico al gótico. El palacio Episcopal, el del Mayoralgo, el palacio de Hernando de Ovando, la Casa de los Carvajal y la casa-fortaleza de los Golfines de Abajo, residencia de los Reyes Católicos, son los monumentos más representativos.NO TE LO PIERDASEn junio de 2010 se inauguró la primera fase del Centro de Artes Visuales Helga de Alvear en La Casa Grande, edificio modernista remodelado por los arquitectos Tuñón y Mansilla, que además están construyendo un moderno anexo. El centro acogerá la colección que la famosa galerista alemana, afincada en Madrid, ha ido reuniendo a lo largo de los últimos 40 años, con obras de Louise Bourgeois, Juan Muñoz o Thomas Schütte. Aunque aún no está terminado, este es ya uno de los más importantes museos de arte contemporáneo de España, en el que se pueden ver exposiciones únicas, como Historias de la vida material, hasta el 4 de septiembre. DORMIR EN UN PALACIO El Parador de Cáceres acaba de abrir sus puertas tras una cuidada restauración. No es un solo edificio, ya que es el resultado de un conjunto armoniosamente integrado por los palacios de los Marqueses de Torreorgaz y de la Casa de Ovando Mogollón, Perero y Paredes, ambos del siglo XIV. Al atravesar su puerta adintelada, la piedra y la madera cobran protagonismo. Sus elegantes habitaciones, sus jardines y su agradable patio invitan a sentirse como aquellos antiguos nobles. PLATOS CON SABORCabrito asado al romero, merluza a la cacereña, ancas de rana a lo mozárabe, paletilla de lechazo asada con patatas a lo pobre, cochinillo... Resulta difícil elegir uno solo de los manjares que propone el restaurante del Parador. Y estamos en Cáceres, así que hay que probar los quesos.CÓMO LLEGARHasta cuatro trenes regionales diarios unen Madrid y Cáceres, pasando por localidades como Oropesa de Toledo, Navalmoral de la Mata y Plasencia, y continuando su camino rumbo a Mérida y Badajoz. Pero lo más interesante es la posibilidad que existe de viajar en Trenhotel de Cáceres a Lisboa o al revés en sólo 5 horas y 37 minutos.

Granada, la joya nazaríTodos los caminos en Granada conducen a la Alhambra, construida entre los siglos XII y XIV por los nazaríes con una doble misión: ser fortaleza militar y residencia real. Hay que tomarse todo el tiempo del mundo para disfrutar de cada rincón. Ahí están la Alcazaba, los jardines del Generalife, el patio de los Arrayanes del palacio de Comares, la sala de las Dos Hermanas del Palacio de los Leones, el mirador de Daraxa, al que se asomaba Washington Irving... Quien busque la fuente de los leones debe saber que hasta el 31 de octubre sus doce figuras, ya restauradas, permanecerán expuestas en la cripta del Palacio de Carlos V. Vista la Alhambra, hay que seguir mirándola. Y nada mejor que hacerlo al atardecer desde el mirador de San Nicolás, en el Albaicín, el antiguo barrio musulmán. Se puede escuchar flamenco aquí, en la Peña Platería, o en alguna de las zambras del Sacromonte, al que se llega por la carrera del Darro. No hay que dejar de ver en el centro de Granada la Catedral, la Capilla Real, construida en estilo gótico isabelino como sepulcro de los Reyes Católicos, y el Corral del Carbón, al estilo de los fondak árabes, que formaba parte de la medina. Y después, perderse por el barrio del Realejo o por la calle Navas y descubrir lo que es cenar de tapas. NO TE LO PIERDASPara todos los públicos. Así es el Parque de las Ciencias de Granada, donde lo mismo puedes adentrarte en un mariposario tropical que subir a una torre de observación de 50 metros de altura, comprender el principio de Arquímedes o acercarte a la época del dominio musulmán en el Pabellón Al Andalus. Cuenta con un Planetario cubierto por una bóveda celeste sobre la que se proyectan más de 7.000 estrellas.EN LA ALHAMBRA Sí, ahí es donde se encuentra el Parador de Granada, en un antiguo convento construido por deseo de los Reyes Católicos sobre un palacio nazarí. Tras una laboriosa restauración han sido recuperadas la zona de la alberca y los paseos del jardín inferior, con vistas al Generalife. Más espectacular aún es la panorámica que se consigue desde la habitación 304, la Torre del Alba, con la vega y Sierra Nevada de fondo. UN TÉ EN EL JARDÍNSi hace buen tiempo, la terraza del restaurante del Parador es perfecta para disfrutar de un buen remojón granadino o un gazpacho andaluz. Para endulzar, después, un té en el jardín, nada como los piononos de Santa Fe, pastelillos hechos a base de bizcocho y crema tostada.CÓMO LLEGARDos trenes ALTARIA unen Granada y Madrid, pasando por Antequera, Córdoba, Puertollano y Ciudad Real. Un tren ARCO y un Trenhotel ponen en conexión la ciudad andaluza con Barcelona, con paradas en ciudades como Valencia, Castellón de la Plana y Tarragona. Cuatro trenes diarios comunican Sevilla y Granada llegando hasta Almería. Un tren de Media Distancia la conecta con Úbeda y Baeza, y un tren de Media Distancia con Ronda y Algeciras.

Medina del Campo, las Edades del HombreEs una de las ciudades más importantes de la provincia de Valladolid. Y una de las más monumentales. A la sombra del castillo de la Mota, imponente bastión gótico-mudéjar, la vida discurre en la apacible Medina del Campo, que en su otra vida, allá por el siglo XV, fue un gran centro europeo del comercio de la lana, tal y como recuerda su Museo de las Ferias. El centro neurálgico es, desde siempre, la Plaza Mayor. En ella destaca la colegiata de San Antolín, desde cuyo balcón plateresco se decía la misa los días de mercado. A su lado se alzan el Ayuntamiento barroco y el Palacio Real, conocido como el Testamentario, ya que fue aquí donde la reina Isabel la Católica dictó su última voluntad en 1504. Medina tiene otros edificios de interés, como el Palacio de los Dueñas, de gran pureza renacentista, la iglesia de San José, del siglo XVI, las Carnicerías Reales, de la misma época, o la Casa Blanca, una preciosa quinta también renacentista en las afueras. Un apunte para gourmets: es obligado probar el famoso tostón, un asado de lechón que habrá que degustar con un buen vino Ribera del Duero. NO TE LO PIERDASDesde el mes de mayo y hasta noviembre, la iglesia de Santiago de Medina del Campo es una de las dos sedes de la XVI edición de Las Edades del Hombre, la gran muestra de arte religioso de España, que en esta ocasión se titula Passio. La iglesia de Santiago de los Caballeros, en la localidad también vallisoletana de Medina de Rioseco, es el otro espacio expositivo escogido. La abstracción, el expresionismo e incluso el cubismo conviven en ambos templos junto a la pintura y escultura románica, gótica y barroca para explicar el misterio de la Pasión. AGUAS PURASEl actual edificio del Palacio Balneario de las Salinas, a sólo diez minutos de Medina del Campo, data de principios del siglo XX, aunque mucho antes se conocían las propiedades de sus manantiales, con las aguas de más alta mineralización de Europa. A las instalaciones de un centro termal hay que añadir unos espléndidos jardines y una capilla, la del Milenio, decorada por el artista Cristóbal Gabarrón.¡BURBUJAS!Los circuitos termales encuentran su complemento en los tratamientos faciales y corporales. Las aguas aquí son buenas contra el estrés, como también lo son los baños de burbujas con leche o en hierbas y esencias y los envolvimientos en lodos marinos.CÓMO LLEGAREl Trenhotel que va de Madrid a Ferrol pasa por Medina del Campo, también unida a la capital española por un TALGO diario que llega hasta Santiago de Compostela y A Coruña y seis servicios de trenes de Media Distancia, que además tienen parada en ciudades como Valladolid, Palencia, León y Vitoria-Gasteiz. Existe un tren Diurno que la conecta con San Sebastián, Irún y Hendaya, y un Trenhotel que, pasando por Medina, va directamente a Lisboa. Hay que subirse a un Tren Combinado para llegar a ciudades como Zaragoza, Lleida o Barcelona.

Calahorra, la dama de La RiojaA orillas del río Cidacos, la capital de La Rioja Baja recuerda su pasado romano. Prueba de ello son los numerosos vestigios que encontramos a cada paso de la antigua Calagurris. Ahí está, por ejemplo, el yacimiento de La Clínica, con los restos de una casa del siglo I decorada con columnas y estucos. Cerámica, collares, mosaicos... Son muchas las piezas que de esta época pueden verse en el Museo Municipal, en el que llama la atención un busto de mármol que aquí todos llaman la Dama Calagurritana, el gran símbolo de la ciudad. El paso de los siglos ha convertido a Calahorra en una interesante villa monumental. Su Catedral, custodiada por el Palacio Episcopal, comenzó a construirse en el año 1484, pero no fue hasta doscientos años después cuando concluyeron las obras. Su fachada es barroca y su retablo principal, el de los Reyes, rococó. Pero si por algo es famosa es por su sacristía, conocida como el Pequeño Salón de los Espejos, ya que tiene 41. El templo guarda también como particular tesoro la torah. Tiene una explicación: durante el siglo XV la comunidad judía de esta localidad riojana fue muy numerosa. Pasear por la judería es una de las muchas cosas que se pueden hacer en Calahorra. Otra puede ser asomarse al mirador de Bellavista, que brinda una espectacular panorámica de la vega del río Ebro y los montes de Navarra.NO TE LO PIERDASEn La Rioja mandan los vinos y productos de la tierra como la alcachofa, el cardo, la cebolla, la coliflor, el espárrago, la lechuga y los pimientos. A todos ellos está dedicado el Museo de la Verdura, inaugurado en 2010. La visita se puede completar realizando los Senderos de la Verdura, cinco rutas para descubrir la variedad paisajística y medioambiental de la zona.TRAS EL JARDÍNQue nadie se lleve a equívocos al contemplar la silueta rojiza del Parador de Calahorra. Puede que sea una construcción actual, pero se levanta sobre la explanada que un día ocupara un circo romano. El jardín, lleno de palmeras, es el preludio perfecto de su interior: estancias amplias y elegantes, con decoración de influencias medievales. Hay bargueños, tapices y hasta un impresionante retablo gótico.DE LA HUERTAMenestra de verduras, pochas, chuletillas con pimientos... La cocina del restaurante del Parador es riojana cien por cien, basada en la mejor materia prima, la que da la huerta. Para acompañar nuestra elección, se impone algún vino con D.O. Rioja.CÓMO LLEGARUn tren ALVIA une Madrid con Logroño pasando por Calahorra y otras ciudades, como Guadalajara, Calatayud y Tudela. Un ALVIA que llega hasta Bilbao desde Barcelona también hace parada en la capital de La Rioja Baja vía Lleida, Zaragoza y Alfaro. También Barcelona está conectada a Calahorra a través de un Trenhotel, que culmina el viaje en Gijón. Un tren de Media Distancia la pone en conexión con Salamanca a través de Valladolid y Medina del Campo, entre otras localidades.

Olite, tras las murallasEn el corazón de Navarra, a 40 kilómetros de Pamplona, en el punto de transición entre la montaña y la ribera. Es ahí, elevada sobre un pequeño promontorio, donde emerge Olite, rodeada por murallas romanas y medievales. A la ciudad entraremos por el portal de Tafalla para caminar hasta encontrar la Plaza de los Teobaldos, donde se alza el Palacio Viejo, construido por Sancho El Fuerte. Junto a él se encuentra la iglesia de Santa María la Real, gótica del siglo XIII, que se comunica mediante un pasaje con la Plaza de Carlos III El Noble, donde se alza el Palacio Nuevo, en el que destacan sus galerías, torres, jardines y miradores. Otros monumentos son el Ayuntamiento, la Torre del Chapitel, el convento de San Francisco o la ermita de Santa Brígida. Pero también el Museo de la Viña y el Vino de Navarra, en un antiguo palacio del siglo XVII, que permite descubrir los secretos de uno de los bienes más preciados de estas tierras. En septiembre tiene lugar en Olite la Fiesta de la Vendimia, con el tradicional pisado de uvas, danzas de exaltación y degustaciones populares.NO TE LO PIERDASEn 1994 se conmemoró en Olite el 555 aniversario de las bodas de Carlos, Príncipe de Viana, y la princesa Agnes de Clèves, ocurrida el 30 de septiembre de 1439. Desde entonces, en agosto –este año los días 19, 20 y 21– se celebran las Fiestas Medievales, con desfiles en los que no faltan Sus Altezas Reales y toda su corte, con damas, caballeros, arqueros, bufones, trovadores... y, por supuesto, un mercado con artesanos y halconeros. También hay conciertos de música antigua, conferencias históricas y un concurso de pinchos. EN LA EDAD MEDIAComo reyes. Así se sentirán quienes se alojen en el Parador de Olite, que ocupa una parte del palacio-castillo del siglo XV de la ciudad. Sus zonas comunes y algunas habitaciones están integradas en él, si bien las restantes se ubican en un edificio anexo. Entre sus muros de piedra se esconden rincones y elementos –vidrieras, arcadas– que realzan la atmósfera medieval. ¿El mayor de los lujos? Hospedarse en la habitación 115, la de Agnes de Clèves, que da a la Plaza de los Teobaldos.AL CHILINDRÓNLas columnas y arcadas de ladrillo del restaurante del Parador resultan ser un excelente marco para degustar productos autóctonos, como los espárragos de Navarra y los pimientos de piquillo, y platos como el cordero al chilindrón o el bacalao ajoarriero.CÓMO LLEGARCuatro ALVIA diarios conectan Madrid con Pamplona, pasando por ciudades como Tafalla, donde se puede enlazar con un tren de Media Distancia que en solo cuatro minutos deja a los pasajeros en Olite. Desde Barcelona existe la posibilidad de bajarse en Pamplona y subirse a un tren de Media Distancia que para en Olite (36 minutos). Un ALVIA procedente de Vigo, que pasa por Ourense, León, Palencia y Burgos, también para en Tafalla. Hasta esta localidad llegan trenes combinados desde Vigo y A Coruña. Olite está unida a través del tren de Media Distancia con Zaragoza y Vitoria-Gasteiz.

Archena, la gran villa termalSólo 23 kilómetros separan a Murcia de Archena, que el pasado mes de abril recibió orgullosa la calificación A que la acredita como Villa Termal Excelente. Hasta aquí llegan cada año miles de viajeros dispuestos a sanar cuerpo y mente, lo que ha hecho de la localidad un enclave turístico. Situada a dos pasos de la fértil llanura huertana, esta localidad, bañada por el río Segura, tiene monumentos de interés como la Casa Grande, donde vivieron duques y marqueses, el singular castillo de Don Mario y la iglesia barroca de San Juan Bautista, además de puentes y norias de elevación de agua para riego, muy numerosas en el término municipal, entre las que destacan la de los Semolitas de Villarrías, la Caravija en los Panizos y la del Acebuche de la Algaida. En el Palacete de Villarias se ubica el Centro de Interpretación del Valle de Ricote, el mismo donde el Segura se encajona entre rocosas paredes rojizas. NO TE LO PIERDASCuidar el cuerpo no está reñido con comer bien. Así que hay que caer en la tentación y probar algunas de las especialidades gastronómicas de Archena, como el arroz con conejo, las gachasmigas y el pebre (sopa de pan con codillo de cordero). En repostería destacan los cuernos, de merengue y hojaldre, y los pitisú de crema. Como recuerdo del viaje, ¿qué tal una mermelada casera? Las de albaricoque y melocotón son toda una institución.CUERPO Y MENTE Hasta aquí se llega para disfrutar de las instalaciones del Balneario de Archena, en torno a un manantial que emerge de la tierra a más de 50º. Plantas tropicales, palmeras y árboles frutales conducen el paso de los bañistas hasta este complejo de más de 200.000 m2, que cuenta con un espacio, el Termalium, que incluye saunas, cabinas de masaje, circuito de contrastes... Los tres hoteles del balneario –Termas, Levante y León– tienen acceso directo a la galería termal. Por cierto, los más activos pueden apuntarse a alguna de las actividades que propone el centro, como el aquagym, el senderismo o las rutas en bicicleta.ENTRE LODOSEspecialmente indicado para personas que sufran reuma o lesiones traumatológicas. Para ellos es el Masaje Archena, que se realiza bajo duchas de agua termal caliente, utilizando el lodo como vehículo de transmisión. Para los que solo quieran olvidarse del estrés y relajarse, nada como experimentar el Chakra Stone Masagge, un masaje con piedras volcánicas que irradian calor.CÓMO LLEGARMadrid tiene conexión directa con la estación Archena-Fortuna gracias a un tren ALTARIA que pasa por Albacete y Murcia y termina en Cartagena. Un tren de Media Distancia llega desde Valencia a Murcia, conectada diariamente con Archena. También hay enlaces diarios con Cartagena, Torre Pacheco y Balsicas-Mar Menor, a donde llegan trenes procedentes de Alicante, Elda-Petrer y numerosas localidades murcianas. Para llegar desde Barcelona hay que coger un TALGO que llega a Murcia pasando por Tarragona, Castellón y Valencia.

Ontinyent, el secreto mejor guardadoSituado al sur de la provincia de Valencia, Ontinyent no tiene mar. Pero no por ello deja de ser un lugar de gran interés turístico, ya que tiene como telón de fondo la Serra Grossa, que actúa como barrera natural entre la comarca de La Costa y la de la Vall d'Albaida, de la que Ontinyent es capital. Hay que pasear con calma por el barrio medieval de la Vila, al que se accede desde la Plaza del Ayuntamiento, donde se alza la Casa Consistorial con su curioso reloj de sol. Casas de colores flanquean las callecitas en torno a la iglesia de Santa María, con una espectacular bóveda gótica en su interior. Su torre-campanario es, con sus 71 metros, la más alta de la Comunidad Valenciana. Otros monumentos son el Palacio de la Duquesa de Almodóvar, de estilo gótico-valenciano, y el Museo Arqueológico, que nos pone en conexión con el pasado de la localidad. El Museo Festero sirve para recordar las numerosas fiestas que acoge el municipio, entre ellas las del Corpus Christi, en junio, y las de Moros y Cristianos, en agosto.NO TE LO PIERDAS Nada más salir de la ciudad, una recomendación: acercarse hasta Pou Clar, un paraje natural de gran belleza que encontraremos en dirección a Bocairent. Aquí se puede disfrutar de una serie de pozas y remansos que forma el río Clariano a su paso por una zona de abruptos barrancos de roca caliza. Bocairent, a 10 kilómetros de Ontinyent, también merece una visita. Sobre todo, por visitar las covetes dels Moros, curiosos habitáculos excavados en las rocas.OASIS MEDITERRÁNEOEl tenista Juan Carlos Ferrero es valenciano y es aquí, en la carretera que va a Villena, en Bocairent, donde abrió en 2007 el Hotel Ferrero, una antigua masía decimonónica al resguardo de la sierra de Mariola. El diseño mediterráneo inunda cada rincón de este fantástico lugar para el relax, con piscina, biblioteca, jardín y pista de tenis. Su restaurante luce una estrella Michelin, conseguida este año gracias al buen hacer del chef Paco Morales, que trabaja aquí junto a su esposa, la sumiller Rut Cotroneo. Un hotel chic y elegante, con sólo 12 suites.CON CONCHAS DE MARPiscina contracorriente, jacuzzi, baño turco, ducha de esencias... Todo eso y mucho más ofrece el Spa del hotel, que cuenta con sofisticados tratamientos como las exfoliaciones con polvo de perla, masajes a base de canela y conchas de mar y envolturas en velos dorados que previenen el envejecimiento de la piel.CÓMO LLEGAROntinyent está conectada con Valencia a través de tres servicios de Media Distancia diarios, con lo cual se puede conectar con cualquier ciudad que llegue hasta la capital levantina. Aproximadamente el tren tarda una hora y media. Otros puntos buenos de conexión son Alcoy (Alicante) y Xátiva (Valencia).

Santillana de Mar, nobleza obligaNo hace demasiado tiempo pastores y vacas transitaban por las empedradas calles de Santillana del Mar, que no por llamarse así puede decir que esté bañada por el Cantábrico. Lejos queda, aunque eso no importa, porque hasta aquí se llega a disfrutar en calma de un vaso de leche y una quesada o a pasear. Y es que el casco antiguo de esta villa conserva toda su impronta medieval, con casas en piedra con escudos blasonados, palacios como el de los Velarde y monumentos únicos, como la colegiata de Santa Juliana, del siglo XII, una de las más importantes muestras del románico en Cantabria, con un precioso claustro que se puede visitar. El Museo Diocesano, en el convento de Regina Coeli, cuenta con una importante colección de arte popular, y el Museo El Solar, con instrumentos usados por el Tribunal de la Inquisición contra la herejía. Una herejía sería hoy no llevarse de recuerdo algún objeto de los que venden en los talleres artesanos de la localidad. Quienes viajen con niños deben saber que a la entrada de Santillana está uno de los mejores zoos de España.NO TE LO PIERDASEs una lástima, pero, por motivos de conservación, las Cuevas de Altamira, a unos dos kilómetros de Santillana del Mar, no están abiertas al gran público. Hay que conformarse con visitar la Neocueva, instalada en el Museo de Altamira, que reproduce con total fidelidad los grabados y pinturas de trazos rojos, amarillos y violetas que en la original dan forma a jabalíes, caballos, bisontes y símbolos religiosos. DOS PARADORESEl Parador de Gil Blas es también un monumento. Formado por dos cuerpos, el más antiguo de ellos se corresponde con una casona-palacio, la de los Barreda-Bracho, construida entre los siglos XV y XVI, si bien su aspecto actual data de los años 20 del pasado siglo, gracias a la intervención del conde Güel, mecenas de Gaudí. Las habitaciones resultan muy acogedoras, con suelos de madera y muebles antiguos. Justo enfrente de este Parador abre sus puertas el Parador de Santillana del Mar, un moderno anexo construido al modo de una casona al más puro estilo cántabro.COCIDO MONTAÑÉSPrimero, la sopa. Y después, el compaño (chorizo, costilla, morcilla y tocino). En los restaurantes de ambos Paradores sirven el cocido montañés como debe ser. Y especialidades como el solomillo de añojo con salsa de Tresviso, las almejas de Pedreña y la ventresca del Cantábrico.CÓMO LLEGARSólo nueve kilómetros separan Santilla del Mar de Torrelavega, ciudad a la que llegaremos en tren. Tres ALVIA diarios la conectan con Madrid y también llegan a Valladolid, Palencia y Santander. Estas ciudades pueden ser buenos puntos de conexión si se viaja desde otros lugares de España. Entre Santander y Torrelavega hay unos 24 minutos de distancia en tren. Desde Valencia se puede llegar a Torrelavega vía Villena.

Alhama de Aragón, en torno al lagoA los amantes de séptimo arte les gustará saber que en esta localidad zaragozana Luis García Berlanga rodó la película Los jueves, milagro, en la que las fuerzas vivas de un pueblo llamado Fuentecilla se inventaban un milagro para reactivar las visitas a su balneario. Afortunadamente, a los habitantes de esta población del valle del Jalón no les hace falta ninguna excusa, ya qCue sus aguas termales bicarbonatadas, cálcicas y nitrogenadas son su principal reclamo desde la época de los romanos. Y es que en su área de influencia hay hasta ocho manantiales cuyas aguas brotan a una temperatura de 34º C. Alhama tiene un pintoresco casco urbano, con algún edificio de interés, como la Casa Consitorial o la iglesia de la Natividad de la Virgen, templo barroco construido en el siglo XVIII en el que se conservan yeserías de tradición mudéjar en la bóveda de cañón, decoradas con estrellas y puntas de diamante. Nuévalos y el Monasterio de Piedra están apenas a 15 kilómetros. Calatayud y su colegiata de Santa María, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por su aportación al arte mudéjar, a diez minutos en tren. Tras las visitas de rigor, un clásico: probar el ternasco a la bilbilitana o las truchas fritas.NO TE LO PIERDAS Tan importante en Alhama de Aragón como la tradición termal es la tradición alfarera, que se remonta a la época de los moriscos. La arcilla local, que siguen utilizando las ya pocas familias alfareras que van quedando, es rojiza, de muy buena calidad. Con ella realizan platos, botijos, macetas y objetos decorativos que pueden ser el mejor de los recuerdos.GLAMOUR DEL S. XIXSu elegante arquitectura evoca el glamour de los balnearios del siglo XIX. Pero la joya del Balneario Termas Pallarés es su lago termal, único en Europa, cuya agua mana constantemente a 32º y se mantiene durante todo el año a 28º. Con una profundidad máxima de dos metros, es el lugar idóneo para nadar y aprovechar así sus efectos beneficiosos. El balneario cuenta con tres hoteles y un completo circuito termal, con piscinas, termas húmeda y seca, duchas de aroma y bañeras de mármol.DE PERLA Y OROEn una cabina perfumada con aromas relajantes y ambientada con música suave, cada cual disfrutará del tipo de envoltura natural elegida: fango, algas, chocolate, cereza, perla, oro e incluso vino o cava, con poder antioxidante. Entre los masajes, una recomendación: el de cañas de bambú.CÓMO LLEGAREn apenas diez minutos un tren de Media Distancia une Alhama de Aragón y Calatayud, ciudad AVE con conexiones diarias con Madrid, Barcelona, Lleida, Tarragona y Zaragoza, entre otras localidades. Hasta Alhama también se puede llegar vía Zaragoza, ya que sus estaciones están comunicadas por un servicio de Media Distancia tres veces al día (1 hora y 31 minutos).

Alcalá de Henares, con mucha literaturaMenos de 40 kilómetros separan Madrid de Alcalá de Henares, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por su legado histórico-cultural. La ciudad intelectual renacentista encuentra en el colegio de San Ildefonso su monumento más destacado, sede del Rectorado, construido en estilo mudéjar, primero en ladrillo y después en piedra, por el arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón. Su fachada es plateresca, igual que la cátedra del Paraninfo de la Universidad, donde cada año tiene lugar la entrega del Premio Cervantes. Sirve este solemne espacio para completar el recorrido universitario, junto a la Capilla, los Patios y los Colegios de los alrededores. A la iglesia Magistral se accede dando un paseo por la calle Mayor. Y es que caminando es como se descubren otros muchos edificios, como el convento de la Madre de Dios y el monasterio de las Bernardas, una de las pocas iglesias elípticas de España. Dos casas que no hay que perderse son la de Entrevista, donde los Reyes Católicos recibieron a Cristóbal Colón para que les explicase su viaje a las Indias, y la de Cervantes, que reconstruye una vivienda típica del siglo XVI. NO TE LO PIERDAS Además de hacer una ruta por sus tabernas es posible realizar otra para contemplar los nidos de cigüeñas blancas que coronan templos y monumentos. Hasta 25 puntos de interés se incluyen en esta ruta, que comienza en la iglesia de Santa María, con ocho nidos, y concluye en el convento Madre de Dios, con seis. El récord lo tienen las ruinas del palacio Arzobispal, con 14.UN HOTEL ÚNICOEl Parador de Alcalá de Henares ocupa el antiguo colegio-convento de Santo Tomás, del siglo XVII, totalmente transformado para acoger este hotel siglo XXI. Hormigón y metal se han integrado perfectamente entre ladrillo y mampostería y la huerta ha dado paso a un jardín tallado que se extiende sobre la azotea a modo de laberinto. Cuenta con un precioso claustro y un Spa, ubicado en la antigua capilla, en el que duchas y cabinas se esconden tras unas caracolas de cristal. COCINA CERVANTINAEl Parador completa su oferta con la Hostería del Estudiante, situada en el Colegio Menor de San Jerónimo, con vistas al Patio Trilingüe de la Universidad. Ambos edificios cuentan con restaurante donde degustar auténtica cocina del Siglo de Oro: duelos y quebrantos, guiso de las bodas de Camacho y migas ilustradas.CÓMO LLEGARAunque ciudades como Barcelona y Tarragona están conectadas con Alcalá de Henares a través de un tren Estrella diario, se hace mucho más recomendable llegar desde ambos puntos a Madrid vía AVE y desde aquí coger cualquiera de los trenes que llegan hasta Alcalá en poco más de 20 minutos. Teniendo en cuenta esta proximidad con Madrid, cualquier ciudad de España tiene fácil comunicación con nuestro destino final.