El pueblo más pequeño de Huesca: 25 habitantes, infinitos encantos
Este municipio es el destino ideal para pasar unos días de desconexión en contacto con la naturaleza en un enclave único.
Los encantos de Huesca son inigualables, la provincia está situada en un paraje que la hace única rodeada de montañas, frondosos bosques, grandes valles y un sinfín de paisajes naturales que parecen sacados de un libro de fantasía. Lamentablemente, en muchas ocasiones, su ubicación también provoca difícil acceso a sus pueblos y algún que otro problema de comunicaciones que termina por despoblar la zona.
No obstante, el que la sigue la consigue, y viajar hasta los pueblos oscenses es una maravilla que todo el mundo debería experimentar alguna vez en la vida. El problema es que la gente descubre Jaca, Aínsa o Lanuza, todos ellos pueblos espectaculares, y no continúan conociendo otros tantos pueblos con encanto que habitan en las tierras de la provincia más al norte de Aragón.
Las maravillas de Huesca continúan en sus pequeños pueblos, aquellos casi despoblados pero en los que pese a que falte gente, lo que no faltan son los paisajes espectaculares, los edificios históricos y el cariño de sus escasos pobladores. De hecho, os invitamos a descubrir el pueblo más pequeño de Huesca, un destino único que no querrás perderte.
Los encantos de un enclave casi deshabitado
Al pasear por las calles de Fago te sentirás en un enclave en el que la paz y la tranquilidad se conectan con la naturaleza para hacerte vivir una experiencia mágica. Este pequeño de apenas 25 habitantes está ubicado muy cerca de Ansó, en el Parque Natural de los Valles Occidentales del Pirineo y es el pueblo más occidental de la Comunidad Autónoma en el límite con Navarra.
Sus calles, con la arquitectura típica del Pirineo con piedras en vez de asfalto y chimeneas y tejados grisáceos, vivieron momentos de esplendor que hoy se han quedado en el pasado. Fago, que antiguamente vivía de la ganadería y la agricultura como principal actividad económica, llegó a tener más de 700 habitantes, lamentablemente, a día de hoy no llega a los 30, pero sus encantos permanecen intactos.
Actualmente, Fago cuenta con 0,87 habitantes por kilómetro cuadrado, un desgarrador dato que va acompañado por una media de edad muy elevada que alcanza los 57 años. Pese a ello, este precioso municipio es una gran opción para pasar unos días en contacto con la naturaleza en un destino para desconectar y relajarse mientras descubres la belleza del lugar.
Un destino para los amantes de la naturaleza
Si eres un amante de los deportes de montaña y las rutas senderistas, Fago es tu sitio. En las inmediaciones del pueblo encontrarás las áreas protegidas de la Foz de Fago y Biniés y un sinfín de opciones para disfrutar del paisaje. Los famosos barrancos de San Juan y Valdescalera son una visita obligatoria.
Pero eso no es todo, los deportistas eligen Fago como el destino perfecto para practicar actividades como montañismo, rutas micológicas, pesca o recorridos ciclistas de montaña y BTT. Además, puedes descubrir su espectacular flora y fauna paseando por los senderos más impresionantes que te harán sentirte en un cuento de hadas.
Qué ver en Fago
Una vez que llegues a Fago quedarás tan prendado de su belleza que no querrás salir jamás de allí. Su casco urbano está formado por tranquilas calles que destacan por sus casitas de piedra y tejados rojizos decoradas con ventanales de madera que crean un enclave único. Al pasear por sus calles te encontrarás con un edificio muy interesante que llama la atención por su belleza y grandeza.
Se trata de la Iglesia de San Andrés, cuyo origen se remonta al siglo XVI y que es una auténtica maravilla digna de visitar. También podrás caminar por la plaza mayor, el antiguo lavadero, la tejería y mucho más. Pero todavía hay un edificio más interesante que no puedes perderte y que te dejará sin palabras.
Hablamos de la Ermita de San Cristóbal, un enclave destacado de Fago desde el cual podrás disfrutar de unas espectaculares vistas panorámicas de todo el municipio y del paisaje que lo rodea. No pierdas la oportunidad de descubrir todos los encantos del pueblo con menos habitantes de Huesca y reserva tu casa rural para pasar unos días increíbles en un destino mágico.
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