El mar de Ampurias: naturaleza y paisaje en una de las bahías más bellas del mundo
Más de 7 km de litoral, lleno de playas y rincones de increíble belleza.
Patrimonio natural, acantilados imponentes, dunas litorales, pinares a ras de agua, calas y playas espectaculares, el cruce donde se encuentran dos parques naturales... Todo esto y mucho más es La Escala, un municipio eminentemente turístico que ha sabido conservar y potenciar sus atractivos naturales.
La Escala dispone de más de siete kilómetros de litoral, con una variedad de playas y rincones capaces de cumplir las expectativas de cualquier visitante. La costa del mar de Ampurias ya sedujo a griegos y romanos hace más de dos mil años, escogiendo este punto como la puerta de entrada a la península ibérica y el lugar donde realizar sus primeras ciudades.
Un litoral lleno de historia
Los restos de estas dos civilizaciones, que configuran ahora el Museu d’Arqueologia de Catalunya-Empúries, son todavía bien visibles desde la propia playa y los bañistas pueden hacer snorkel o tomar el sol junto a lo que queda del antiguo puerto, con mención especial al antiguo Moll Grec, una de las joyas históricas del litoral de La Escala.
Se puede seguir toda la costa por un camino de ronda que ofrece rincones absolutamente extraordinarios. Desde la belleza urbana del núcleo medieval de Sant Martí d’Empúries o del nuevo frente marítimo del casco antiguo de La Escala, al encanto natural de espacios como Les Planasses o Punta Montgó, protegidos en el Parque Natural del Montgrí, las Islas Medas y el Baix Ter, o la duna litoral de Empúries. No son menos remarcables las vistas desde Les Coves, donde uno puede sentarse para ver prácticamente todo el litoral escalense. Y debe ser también parada obligatoria el paraje de La Creu, donde todavía se conservan las antiguas barracas de pescadores.
Un corredor ecológico estratégico
La Escala es el punto de conexión entre el Parque Natural de los Humedales del Empordà y el Parque Natural del Montgrí, las Islas Medas y el Baix Ter. Se encuentran en el paraje de Vilanera, un corredor ecológico de gran valor estratégico, en el que los campos agrícolas se combinan con las dunas de arena y los pinares de pino piñonero y con una colina en la que coexisten una treintena de especies de flores y restos arqueológicos de gran valor histórico, que se remontan hasta la época del Neolítico Medio, unos 4.500 años antes de Cristo. Una de las rutas a pie y en bicicleta cruza este paraje, en el que también se puede ver la imponente masía de Vilanera o los restos del antiguo monasterio de monjas benedictinas de Santa María de Vilanera (s. XIV).
La pesca y la salazón son parte importante del patrimonio local y la anchoa de La Escala es un gran exponente gastronómico. Para conocer a fondo esta historia, es obligatoria también una visita al Museo de la Anchoa y de la Sal.
Merece la pena detenerse en el mirador conocido como La Punta, en pleno casco antiguo, desde donde se puede disfrutar de una vista privilegiada del mar de Ampurias, con la roca del Caracol en primer término y las ruinas de las antiguas ciudades griega y romana al fondo, coronadas por un imponente Canigó. La riqueza paisajística, natural y cultural de este entorno ha hecho que la bahía de Roses haya sido incluida en el club de las Bahías Más Bellas del Mundo, un sello con el aval de la Unesco.
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