Burgos, tres espacios naturales que no te puedes perder

En esta ocasión nos centramos en el Geoparque de Las Loras, el Parque Natural de los Sabinares del Arlanza-La Yecla y el Monumento Natural de Ojo Guareña. Además, completamos la experiencia con la visita a tres cascadas con mucho encanto.

Geoparque de Las Loras y cascada de Yeguamea

El Geoparque de Las Loras se extiende por el noroeste de la provincia de Burgos y el nordeste de la de Palencia, al pie de la Cordillera Cantábrica. Abarca una extensión de cerca de 96.000 hectáreas, con una densidad de población de apenas 12 habitantes por kilómetro cuadrado que desciende hasta apenas tres en la parte burgalesa. En su interior alberga 95 lugares de interés geológico y una cincuentena de bienes de Interés cultural (BIC). Su estratégica situación en lo que fue el antiguo supercontinente Pangea ha permitido que hayan quedado grabados en él los acontecimientos geológicos más importantes que afectaron a esta región de Europa durante los últimos 250 millones de años. Forma parte de la Red Mundial de Geoparques de la Unesco. Este espacio se caracteriza por un paisaje de contrastes entre grandes páramos calizos, separados por espectaculares cañones fluviales, valles fértiles, laberintos rocosos, bosques de hayas y robles, y numerosas cascadas cristalinas. Constituye uno de los entornos más variados del norte de España.

Su diversidad biológica y natural favorece la existencia de un gran número de hábitats diferentes que albergan multitud de especies de flora y fauna amenazadas. En el geoparque encontramos además la mayor concentración de construcciones románicas de toda Europa: monasterios, iglesias, pueblos bien conservados, eremitorios rupestres... y un excepcional número de monumentos megalíticos y castros prerromanos repartidos por la zona.

El agua es otro de los protagonistas del geoparque. Repartidos por todo su territorio encontramos diferentes saltos de agua que lucen en toda su grandiosidad en época de lluvias y tras el deshielo. Entre estas cascadas destaca la de Yeguamea, en Fuenteodra. Se trata de un salto de agua que nace de la roca con una espectacular potencia en época de deshielo. Esta impresionante surgencia, que en época de máximo esplendor puede divisarse desde lejos, está escoltada por otras dos menores, El Potrillo y La Potrilla, que junto con Yeguamea vierten su agua en el río Odra.

Parque Natural Sabinares del Arlanza - La Yecla y cascada de El Churrión

Grandes cortados calizos (hábitat de una de las mayores colonias de buitre leonado de España) contrastan con el verdor de uno de los sabinares más extensos y mejor conservados del planeta, algunos de cuyos ejemplares cuentan con más de dos mil años de antigüedad. Nos en contramos en el Parque Natural de los Sabinares del Arlanza-La Yecla, situado en el centro-sur de la provincia, y que cuenta con una superficie de 39.173 hectáreas. En el territorio que abarca este parque natural se gestó la primitiva Castilla. La medieval villa de Covarrubias y las imponentes ruinas del monasterio de San Pedro de Arlanza son testigos mudos de esa época.

En este mismo parque encontramos la cascada de El Churrión, un salto de agua bien alimentado en invierno y que en época estival llega casi a secarse por completo. Se puede acceder a él desde la localidad de Quintanilla del Coco, por una senda bien señalizada, tras recorrer una distancia de 1,8km. Muy cerca de Santo Domingo de Silos, en la carretera que une este pueblo con Espinosa de Cervera, se encuentra el desfiladero de La Yecla. Se trata de una espectacular sucesión de estructuras plegadas que conforman una profunda y estrecha garganta que puede recorrerse gracias a una serie de puentes y pasarelas colgantes. Un divertido paseo de apenas 600 metros apto para todos los públicos, dada su facilidad, al que se accede desde un aparcamiento habilitado junto al desfiladero.

Monumento Natural de Ojo Guareña y Cascada de la Salceda

El complejo kárstico de Ojo Guareña, enclavado en la Merindad de Sotoscueva, alberga uno de los mayores conjuntos de cuevas de Europa. A lo largo del tiempo, el río Guareña ha ido excavando una red de galerías que supera los 100km de longitud, distribuidas en diferentes niveles. También es un importante yacimiento arqueológico en el cual se han hallado santuarios prehistóricos que testimonian la presencia humana en estas tierras desde tiempos remotos. Actualmente se pueden recorrer dos de las galerías: La Cueva-Ermita de San Tirso y San Bernabé y la Cueva Palomera. La primera está compuesta por un itinerario de 400 metros de galería, además de la ermita de San Tirso y San Bernabé, excavada en la entrada de la misma. Se trata de un templo rupestre que cuenta con unas curiosas y coloridas pinturas murales en su bóveda natural.

La cueva Palomera constituye una cavidad de gran relevancia. Sus formaciones geomorfológicas, además de ser espectaculares, están en lento pero constante crecimiento, ya que estamos hablando de una cavidad viva. Dentro de sus formaciones, merece una mención especial el conjunto calizo-dolomítico del Cretácico superior con el que cuenta esta cueva. En las proximidades de este espacio natural se encuentra la cascada de la Salceda, en la localidad de Quisicedo, una de las más hermosas de la provincia de Burgos, tanto por su caudal como por su belleza.

Este salto de agua, de 30 m, formado por las aguas del arroyo de San Miguel, es el más importante del conjunto de cascadas que se precipitan por las laderas de los Montes del Somo. Los sucesivos escalones que presenta, al final de los cuales el agua ha excavado una gran cubeta en la roca, hacen que la cascada parezca un impresionante vórtice. Además, este salto de agua nos permite disfrutar durante todo el año del bello espectáculo que nos regala, ya que, gracias al caudal continuo del arroyo de San Miguel, es de los pocos del norte de Burgos que siempre tienen agua.