No solo de playas viven las islas tropicales, y Bali menos que ninguna. Y es que encasillar al destino más visitado de Indonesia como un escondite en el que relajarse al sol es quedarse muy corto. Haberlas claro que las hay. Extensas y de atardeceres de película como la archiconocida Kuta, tan a rebosar de vendedores y surfistas durante el día como de ambiente fiestero al caer la noche, o, para quienes prefieran arenales menos masificados, las rebosantes de villas y hoteles de lujo Nusa Dua, Sanur, Jimbaran o Seminyak, flanqueada esta última por los restaurantes y las tiendas más exclusivas.
Vivir como dioses en Bali
Lo más visto
- 1
The Great Trail, el sendero más largo del mundo: ¿te atreverías a recorrerlo?
- 2
- 3
Dos playas de España entre las mejores del mundo según los viajeros
- 4
¿Qué sabes de Albania? Unas pinceladas de un país por descubrir para muchos
- 5
Una novela narra las hazañas del viajero con menos suerte y más arrojo del siglo XVI
-
Alvaro Leiva
espejos de arroz
Como en un juego de espejos, las terrazas de arroz reflejan las verdes laderas del interior de Bali. Se puede ver a las campesinas, hoz en mano bajo su cónico sombrerito de paja o "payung", faenar embarradas hasta la rodilla con ayuda de sus búfalos de agua.
-
Alvaro Leiva
Festival Kuningan en el templo Lot.
Festival Kuningan en el templo Lot.
Vivir como dioses en Bali
-
Alvaro Leiva
Hoteles únicos
Algunos hoteles de la isla son espectaculares, no necesariamente prohibitivos y aún mantienen la autenticidad que los hizo famosos. En esta imagen, yoga en el hotel Shambhala Estate, en Ubud.
-
Alvaro Leiva
templos
En Bali las vacas sí se comen, y Brahma el Creador, Visnú el Conservador y Siva el Destructor cuentan aquí con la competencia de los poderosos dioses de los volcanes y las diosas de los lagos. Son solo algunas de las peculiaridades del hinduismo balinés, que se vive de una forma muy diferente al de la India. En la foto, templo Ulun Danu en el lago Bratan.
-
Alvaro Leiva
Pesca
La pesca es una de las principaes actividades que se realizan, debido a la gran calidad y consumo de sus peces.
-
Alvaro Leiva
Ofrendas
Las ofrendas que se acarrean sobre la cabeza durante las procesiones se dispone en lo más alto lo bello y lo bueno, como flores, fruta, dulces o la comida que disfrutarán todos juntos en las proximidades del templo. En la parte de abajo, los manjares que aprecian los espíritus inferiores, como el vino de palma o arroz, lo viejo y hasta lo malo y podrido.