Utqiaġvik, el pueblo de Alaska que no verá la luz del sol en dos meses
Estos días su población se despide de la luz hasta dentro de más de dos meses
Más de dos meses de oscuridad. Se dice pronto, pero así se las gastan en Utqiaġvik, el pueblo de Alaska que tiene el honor de tratarse del asentamiento más septentrional de América continental. Una localidad que, a partir de estas fechas y hasta bien mediado el mes de enero, no volverá a ver, ni por asomo, la luz del día.
Esta prolongada penumbra es conocida como el fenómeno de la noche polar y es común en los rincones localizados dentro de los círculos polares. Lo que no es tan habitual es que la ausencia de luz llegue a alcanzar como en este caso, los 65 días, debido a su ubicación extrema en el norte.
Frío extremo
Nada que sorprenda a los habitantes de Utqiaġvik, al que también se conoce con el más pronunciable nombre de Barrow. Este rincón, que es el hogar de una extensa población de indígenas Iñupiac y alberga también a los científicos que trabajan en las diversas estaciones de investigación climática, está tan acostumbrado a despedir al sol, que la última puesta a la que asiste se convierte en una fiesta.
Después llega el largo y duro invierno que se extiende desde octubre hasta abril, y en el que el clima subártico regala temperaturas que oscilan entre los -5°C y -22°C. Tanto, que el agua del Ártico que baña el litoral queda completamente congelada, lo cual impide el ingreso de embarcaciones.
Inclinación de la Tierra
Es por ello que los poco más de 4.000 residentes deben abastecerse con antelación en los meses de verano, que es cuando el océano se deshiela. Meses en los que la calidez oscila entre los 0°C en la noche hasta los 11°C en la tarde. Todo un bochorno para ellos. Eso sí, con respecto a luz, en la época estival cuentan con la ventaja opuesta: se puede disfrutar de 80 días seguidos sin que el sol llegue a ponerse.
Según los expertos, desde mediados de noviembre hasta finales de enero, el sol no se eleva al norte del Círculo Ártico debido a la inclinación de la Tierra lejos de la radiación más directa del sol. Pero si el sol está a 6 grados bajo el horizonte, crea una pequeña iluminación para ver las cosas desde afuera, lo cual le permite tener al menos una pizca de luz.
Ciudades hermanas
No es el caso de Utqiaġvik, ubicada a 330 millas sobre el Círculo Ártico y donde la oscuridad es prácticamente absoluta. Pero, para consuelo de sus habitantes, no es la única localidad de Alaska que se ve privada de la iluminación solar por largos períodos de tiempo.
El tercio norte de este estado americano se encuentra sobre el anillo de latitud que rodea la helada región polar ártica, de manera que otros pequeños asentamientos también sufren este fenómeno: entre ellos, Kaktovik, Point Hope y Anaktuvuk Pass. Una solidaridad que también encuentra Utqiaġvik con sus semejantes del extremo sur: la argentina Ushuaia y la chilena Puerto Williams, con las que está hermanada.
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