“This is Camping life”, una historia de amor y turismo familiar

La Costa Daurada siempre ha sido referente familiar. Un destino al que dan nombre su clima soleado y arenas doradas, pero que se consolida más allá del concepto de sol y playa como una tierra llena de vida, entretenimiento y naturaleza.

Quienes hayan visitado esta hermosa franja de Tarragona conocen el gran abanico de lo que ofrece. Riqueza histórica, rutas medievales, deporte al aire libre, turismo enogastronómico y sus icónicos parques multiaventura, son sólo algunas de sus opciones más destacables. Pero lo cierto es que esta región, certificada oficialmente como Destino de Turismo Familiar, nos regala mucho más.

Lo mismo ocurre con su carta de alojamiento. A priori nos encontramos una extensa propuesta que cuenta con todo tipo de resorts, hoteles y apartamentos para todos los gustos. Sin embargo, si profundizamos un poco, descubriremos un modelo que empieza a posicionarse como la nueva alternativa y que aunque pueda parecer novedoso, nos lleva a una sensación bastante familiar.

Redescubriendo el camping: la mejor alternativa familiar

Así fue como se dio a conocer la filosofía "This is Camping life": con una invitación a redescubrir el concepto del camping en sus instalaciones de Cambrils, Salou y Vila-Seca la Pineda. Complejos que, con unas treinta hectáreas, no sólo ofrecen las típicas parcelas para acampar con roulotte o caravana, sino también unos bungalows tan perfectamente equipados como si de nuestro apartamento en la playa se tratara.

Sin embargo, lo más curioso de estos campings no son (sólo) sus sorprendentes infraestructuras. Lo mejor, sin duda, es que se han convertido en un modelo turístico alternativo que se inspira en la vida tranquila de cuando nos íbamos de vacaciones al pueblo.

Porque "This is Camping life"nos lleva de vuelta a andar descalzos, a olvidar las las exigencias de las prisas y a desconectar de todo, menos de la familia y la naturaleza. Un contexto que plantea una escapada de la hiperconexión y la tecnología cuando tanta falta nos hace, brindándonos la oportunidad de que nuestros hijos disfruten como lo hacíamos los mayores, jugando en un entorno natural, conociendo nuevos amigos –aunque quizás ahora en nuevos idiomas– y sintiéndose a su aire, tan libres como seguros.

Además, los campings de Salou, Cambrils y Vila-Seca la Pineda vienen con ese conjunto de actividades que le daban un extra de emoción a cualquier verano en el pueblo: concursos de cocinillas, torneíto de fútbol, liguilla de mini-golf o incluso una tarde de barbacoa con nuestros recién llegados vecinos.

Una experiencia que no sólo nos hará reconciliarnos con el concepto campista, sino que nos permitirá apreciar las maravillas de la Costa Daurada desde una ubicación excelente, y ofreciéndonos, sobre todo, una perspectiva alternativa para el disfrute familiar.

Una escapada para volver a casa con esa sensación de haber vuelto al pueblo, y definitivamente, habiendo disfrutado de unas vacaciones de verdad. ¿A que apetece?