Sofía, el centro cultural de Bulgaria
Sofía es una de las capitales europeas más antiguas del continente, además de ser el centro administrativo, cultural, económico y educativo de la nación.
El territorio donde ahora se encuentra Sofía, ya estuvo habitado en siglo VII a.C. cuando las tribus Serdias se establecieron en la zona en la llamaron Sérdica. Más tarde los Bizantinos la llamaron Triaditsa. Finalmente, en el Siglo XIV acabó con el nombre de Sofía en honor a la Basílica de Santa Sofía.
Algunos de los restos de las construcciones de la era sérdica permanecen ocultas bajo los nuevos edificios de la ciudad. Un ejemplo es el antiguo Consejo de la Ciudad que se encuentra bajo los cimientos del Hotel Sheraton.
De la época romana aún permanece a la vista la Iglesiaredonda de San Jorge, la edificación más antigua de la ciudad que data del siglo IV. En su interior se han descubierto varios frescos de entre los siglos XI y XIV.
Frente al edificio del Parlamento se erige la estatua ecuestre del Zar Ruso Alexander II, realizado por el escultor italiano Arnoldo Zocci. Simboliza el agradecimiento de la población por la liberalización de los siervos rusos. En el pedestal se puede contemplar un bajo relieve que ilustra algunos momentos de la Guerra ruso-turca que independizó el territorio del imperio otomano.
Justo delante de la estatua del Zar observamos el edificio de la Asamblea Nacional, una construcción de estilo renacentista que se levantó entre 1884 y 1886 siguiendo las directrices del arquitecto Yovanovich.
Continuando el legado cultural que posee la capital de Bulgaria, es interesante visitar laIglesiade Santa Sofía, construida por el Emperador Bizantino Justiniano en el siglo VI y modificada con la llegada de los turcos. En el año 1900 se empezó a restaurar después de que algunas partes se destruyeran tras un terremoto.
Otro de los edificios emblemáticos de Sofía es la Ópera Nacional fundada en 1890 y situada la calle de San Rakovski. En su frontal hay un friso que ilustra la lucha de la nación búlgara contra el Fascismo.
Aunque bastante más deteriorados que el edificio de la Ópera, pero más antiguos, los Baños Turcos son una preciosa construcción que representa los vestigios del asentamiento otomano en la región. Están situados tras los grandes almacenes TSUM y, a pesar de no encontrarse en un gran estado, son una visita obligada para cualquier persona que se acerque a Sofía.
Como se puede observar, pasear por la capital de Bulgaria es conocer todo su pasado y ver el legado que han dejado los numerosos pueblos que, en mayor o menor medida, han intentado conquistar la ciudad búlgara.
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