Siguiendo la huella Masai por Kenia, el país más alucinante de África
Una aventura salvaje por el corazón de África en el que descubrir su impresionante fauna y su cultura ancestral.
Un safari fotográfico por África es mucho más que un viaje para ver animales salvajes y conseguir grandes instantáneas o formidables secuencias de video. Se trata de una experiencia que combina imágenes, sorpresas, sensaciones y vivencias inolvidables.
En la diversidad del continente africano, Kenia es un destino perfecto para iniciarse en este tipo de viaje. Grandes y seguros parques nacionales, paisajes de gran belleza, diversidad y abundancia de fauna, alojamientos con total comodidad en plena naturaleza y la sensación extraordinaria de conocer las costumbres ancestrales de los Masai.
Nairobi es la puerta de entrada a Kenia. Una ciudad moderna y llena de vida que permite iniciar la transición entre nuestra rutina diaria en España y la inolvidable experiencia de conocer África.
A partir de allí, el primer safari de la ruta tiene lugar en el Parque Nacional Amboseli. Quienes debuten en este tipo de experiencia han de prepararse para estar atentos a la hora de avistar a los animales, de informar a los compañeros con el fin de no perderse ni un detalle y de experimentar fuertes subidas de adrenalina al contemplar una manada de elefantes con el fondo incomparable del monte Kilimanjaro.
El contrapunto a tantas emociones se encuentra en los ‘lodges’, alojamientos en paisajes inolvidables que igualan en belleza y superan en comodidad y servicios a los de las películas de Hollywood. Irse a dormir cómodamente mientras se oye gruñir a los hipopótamos o despertarse para ver una espectacular salida de sol en la sabana son también momentos imborrables.
En busca de Masai Mara
El recorrido discurre ahora por el gran valle del Rift hacia el lago Kaivasha. Allí, se amplían nuestros objetivos. A los animales terrestres se añaden las aves y los hipopótamos. Más de 400 especies de aves anidan entre las extensiones de papiros y, en los safaris en barca, se divisan de cerca los hipopótamos y se alcanza la isla Crescent, hogar de jirafas, cebras, antílopes, ñus y aves, que pueden contemplarse caminando entre ellos sin temor.
Cámaras siempre a punto, ya sea para atrapar el hermoso momento de una jirafa abriendo sus patas delanteras en un ángulo enorme para beber o el efímero instante en que un hipopótamo expulsa agua por sus narices tras emerger del fondo del lago.
Tras la experiencia acuática, nos adentramos en la Reserva Nacional de Masai Mara. Nos espera otro safari por la tarde, hacia la puesta de sol, en esta reserva donde abundan leones, leopardos, elefantes, rinocerontes y búfalos, los conocidos como los Cinco Grandes de la vida animal en África.
Alojados en un espectacular ‘lodge’, disfrutaremos de otro día completo en la reserva, con safaris de mañana y de tarde, la posibilidad de visitar una aldea de la tribu Masai y conocer sus costumbres y su forma de vida, que aún permanece intacta en muchos aspectos.
Además, un vuelo en globo aerostático nos permitirá admirar la inmensidad de la sabana desde las alturas y fotografiar a los animales desde una perspectiva distinta y poco usual, disfrutando además del silencio de este tipo de transporte. Un momento mágico de la ruta.
El viaje de regreso a Nairobi, atravesando paisajes de gran riqueza, aún nos permitirá llenar nuestra retina con mil y un detalles inolvidables.
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Un viaje increíble por la tierra de los masai, esa orgullosa tribu guerrera que mantiene intactas sus ancestrales costumbres. Seguiremos sus huellas para encontrar la belleza africana.
