Siete curiosidades de la Navidad en Zúrich que ni imaginabas
Un árbol navideño muy cantarín, cientos de velas navegando por el río Limmat y otras tradiciones que son pura magia.
La Navidad llega oficialmente a Zúrich cuando la ciudad se viste de luces y las casetas de madera, al más puro estilo alpino, abren sus puertas para vender productos de artesanía y gastronomía en los diferentes mercadillos repartidos por los puntos más emblemáticos de la ciudad. Pero si algo hace que Zúrich sea especialmente mágica en esta época del año, son las curiosas tradiciones navideñas que la envuelven de originalidad y magia.
Lucy, cuando Zúrich brilla con mayor esplendor
El encendido navideño es uno de los momentos más esperados del año en la ciudad suiza. Miles de personas llegan hasta la exclusiva calle comercial de Bahnhofstrasse para recibir a "Lucy", como así se llama este evento de luz que, a finales de noviembre, marca el inicio de la temporada de Navidad. La iluminación, compuesta por miles de luces LED de distintas intensidades que se prolongan desde Bahnhofplatz hasta la Bürkliplatz, adquiere este curioso nombre de mujer gracias a la canción de los Beatles "Lucy in the Sky with Diamonds". Durante la noche en que tiene lugar el encendido "Lucy", muchas de las tiendas permanecen abiertas hasta altas horas para dar comienzo a las compras festivas.
Que no falte el chocolate
El chocolate, como buen embajador suizo, está presente en todos los mercadillos de la ciudad. Fue entre los siglos XVIII y XIX cuando Europa aprendió sobre este producto llegado desde México y el Amazonas. En Suiza, el empresario François Louis Cailler se convirtió en el primer chocolatero que abrió una fábrica en el país. Después lo secundarían Theodor Tobler, con Toblerone; Philippe Suchard, con Suchard, y Rodolphe Lindt, con Lindt. Esta última es en una de las atracciones más famosas de Zúrich. Un moderno edificio, situado a orillas del lago Zürichsee y al que es posible llegar en barco, perfecto para sumergirse en el mundo del delicioso chocolate por medio de un museo interactivo y un taller. Pero lo que más impresiona en Lindt Home of Chocolate, son los 1.500 litros de chocolate que brotan de su impresionante fuente de nueve metros de altura.
Las calles del centro muestran también su dulzura en los establecimientos de los artesanos chocolateros, como Honold o Teuscher, que continúan con sus elaboraciones creativas tras varias generaciones.
Los mercadillos, el corazón de la Navidad
Son diversos los mercados que animan la ciudad con sus puestos de artesanía y productos navideños y gastronómicos donde degustar, entre otros, el popular vino caliente especiado o "Glühwein" acompañado de las galletas típicas suizas. Uno de los más visitados es Christkindlimarkt. Localizado en la Estación Central, cuenta con nada menos que 150 puestos, posicionándose como uno de los más grandes de Europa en un espacio cerrado. Este año entre sus casetas se alzará un árbol de navidad sostenible potenciado por bicicletas.
Un río de velas
El río Limmat divide a la ciudad en dos, colmándola de vida y naturaleza. Uno de los eventos más especiales que acogen sus aguas es "la natación de las luces" o Lichterschwimmen. Una ocasión para recibir las fiestas navideñas con mucha luz. Aproximadamente 800 barcos formados por velas, y fabricados por los estudiantes de la región, navegan siguiendo el cauce e iluminando Zúrich con una atmósfera de lo más cautivadora. Esta curiosa costumbre, recuperada en 2019, se remonta a 1962 , cuando un profesor quiso celebrar las señaladas fechas de una forma especial, junto a sus alumnos, al mismo tiempo que sorprendía a los zuriqueses.
El árbol navideño más cantarín
La plaza Werdmühleplatz es el lugar protagonizado por el árbol de Navidad más especial y musical jamás imaginado. Una estructura gigante en la que en lugar de haber luces, espumillón y bolas; es el escenario al que cada noche, durante los fines de semana de diciembre, suben coros de niños y de adultos para cantar villancicos mientras que los visitantes y locales se reúnen en los puestos gastronómicos de alrededor.
Puedes informarte sobre los horarios en que se llevan a cabo.
Samichlaus, el Papá Noel suizo
Cada 6 de diciembre, Samichlaus, inspirado en el obispo que en el siglo IV donaba dinero y regalos en Turquía, visita a los niños de Suiza para llevarles dulces y mandarinas. Viaja acompañado de su ayudante Schmutzli, que tiene un aspecto desaliñado y viste de negro para asustar a los pequeños que se portan mal. La noche previa, se llevan a cabo varios desfiles en los que los niños buscan a este peculiar Papá Noel y se reparten dulces de jengibre, aunque, desde semanas antes es posible recorrer el centro de Zúrich junto a él en el popular tranvía Märlitram y visitarle en su cabaña forestal.
El baño gélido de Papá Noel
Alrededor de 300 personas, ataviadas con un gorrito de Papá Noel, se lanzan a las frías aguas del río Limmat a principios de diciembre para recaudar dinero con fines benéficos. Esta peculiar costumbre empezó entre un grupo de amigos y se ha convertido en un evento deportivo de lo más popular.