Shanghái a la vuelta de la esquina
Los nuevos vuelos directos son sólo una excusa para viajar hasta la "perla china" que es Shanghái, una ciudad sorprendente que no deja indiferente a nadie.
La modernidad más absoluta se une con la tradición ancestral en las calles de Shanghái. Esta ciudad china es, para la mayoría de europeos, la puerta de entrada al país asiático y ahora, para los españoles, mucho más gracias a Iberia y a China Eastern que acaban de inaugurar sendos vuelos directos desde Madrid.
Lo primero que descubre el turista cuando llega a Shanghái es el Maglev, un tren inaugurado en 2004 que funciona por levitación magnética y que llega a alcanzar los 431 km/h. Recorre los 30 km que separan el Aeropuerto Internacional de Pudong con la estación de metro de Longyang en 7,21 minutos.
Una vez en el centro de Shanghái es inevitable sentirse algo abrumado por los edificios, número de personas y olores de la ciudad, pero esa sensación se pasa en el momento en el que se ve el espectacular horizonte del Pudong desde el Bund, el antiguo malecón de Shanghái. A la orilla del río Huangpu, el Bund ofrece un agradable paseo de apenas un kilómetro y medio entre edificios de principios del siglo XX, neoclásicos y art decó, con el distrito financiero siempre de fondo. Y es que el Pudong, con la Oriental Pearl Tower como protagonista absoluta gracias a su forma esférica, posee algunos de los rascacielos más altos de la ciudad. Entre ellos, la Torre Jin Mao y la Shanghai World FinancialCenter poseen miradores desde los que disfrutar de vistas panorámicas sobre la ciudad. La plataforma de observación de este último es, además, la más alta del mundo. Para ir de un lado a otro del Huangpu existe una red de ferris, o transbordadores, que une el Bund y el Pudong y desde los que se puede conocer una nueva perspectiva de Shanghái desde el agua.
Sin dejar el Pudong, el recién inaugurado Shanghai Disney Resort, es el segundo parque temático de la compañía en China y una excusa perfecta para volver a la niñez a través de los personajes más carismáticos de la factoría. Además, cuenta con el Castillo Encantado más grande, alto y complejo de todos los resorts Disney, seis mundos-La Isla Aventura, Los Jardines de Imaginación, La Avenida Mickey, La Tierra del Mañana, La Cueva del Tesoro y La Tierra de la Fantasía-, un teatro gigante y dos hoteles.
Y si de parques temáticos hablamos la calle Nanjing Road puede considerarse la atracción del shopping en China por excelencia. En pleno centro de la ciudad, es la principal calle comercial con cientos de tiendas, centros comerciales y restaurantes en los que hacer una pausa. Hasta esta calle de casi 6 km de largo y dividida en dos secciones -East y West-, acude la increíble cifra de casi un millón de personas al día para realizar sus compras. Pero la historia comercial de Nanjing Road no es nueva sino que se remonta a principios del siglo XX cuando aquí se establecieron ocho grandes almacenes. Actualmente este número ha aumentado tanto que se puede recorrer la calle saliendo de uno y entrando en otro sin casi pisar el asfalto.
En medio de Nanjing Road se encuentra la Plaza del Pueblo. Ésta fue el antiguo hipódromo de Shanghái hasta que en 1949 el gobierno comunista prohibió los juegos de azar y las carreras. Fue entonces cuando se remodeló dejando las tribunas para los desfiles oficiales. En 1990 se volvió a remodelar para crear un parque en las pistas de las carreras y para establecer el Museo de Arte de Shanghái en los antiguos edificio del club de hípica.
El pleno centro de Shanghai, el Jardín de Yuyuan es quizá la atracción de la ciudad por excelencia para los turistas. Este jardín privado fue mandado construir en el siglo XVI por Pan Yunduan, un funcionario rico que quería mostrar a sus padres cómo eran los jardines imperiales de la capital. Caído en desgracia y remodelado varias veces, el Jardín de Yuyuan fue declarado Monumento Nacional en 1982 y actualmente es uno de los grandes ejemplos de jardín chino. Pequeños estanques, zonas arbolaras, puentes y pabellones constituyen este lugar amurallado en el que destaca su zigzagueante puente de acceso decorado con cabezas de dragón. A las afueras del mismo, el Mercado de Yuyuan está compuesto por una serie de calles estrechas en las que restaurantes y tiendas de souvenirs, así como de cuadros, tallas, esculturas y otros productos artesanales, esperan al turista. Aquí también se encuentra la casa de té Huxinting, la más antigua de Shanghái.
Un poco más alejado del centro de Shanghái, el precioso Templo de Buda de Jade es el más famoso de la ciudad. Y es que este templo budista levantado en 1882 tiene en su interior dos estatuas de Buda realizadas en jade y traídas desde la antigua Burma, en la actual Myanmar. Aunque estas estatuas son bonitas, la que de verdad llama la atención es otra estatua de casi dos metros de altura de un Buda sentado decorado con piedras semipreciosas.
Para descansar y tomar algo, la zona imprescindible de Shanghái es Xintiandi, el antiguo distrito francés. Plagado de tiendas, restaurantes y cafés, la noche es el momento en el que todo el mundo se deja ver en este área peatonal que llama la atención por su zona de "shikumens", callejones de estilo arquitectónico tradicional chino del siglo XIX.
Por otra parte, también en Xintiandi se encuentra la casa en la que se celebró el Primer Congreso Nacional del Partido Comunista Chino el 23 de julio de 1921. Reconvertida en museo, en el interior de la misma se puede ver fotos de los asistentes -entre ellos Mao Zedong-, las bases del partido y la agenda que se siguió durante el congreso entre otras curiosidades.
Excursiones desde Shanghái
Hangzhou y Suzhou son las dos excursiones naturales desde Shanghái. A una hora en tren, Hangzhou es la más grande de las dos, de hecho es la ciudad más grande de la provincia de Zhejiang y si destaca por algo es porque Marco Polo dijo de ella "las estrellas en el cielo, y en la tierra, Hangzhou", además de por su lago del Oeste, Patrimonio de la Humanidad desde 2011.
Este lago se ubica en el centro de Hangzhou y fue un inmenso golfo del río Qiantiang, río a cuyas orillas se yergue la ciudad. Con pabellones, pagodas, jardines y otros edificios históricos, está atravesado por los diques Su Shi y Bai Juyi y dividido en cinco lagunas en las que se erigen varios islotes a los que se puede acceder a través de una red de puentes, uno de los cuales sale en el billete de 5 yuanes.
La segunda de las excursiones desde Shanghái, Suzhou, se ubica a oritllas del río Yangtsé y llama la atención por sus canales, por lo que a menudo se la denomina la "Venecia china". Con más de 2.500 años de historia, de ella llama la atención sus jardines. El conjunto de todos ellos se conoce con el sobrenombre de "jardines clásicos de Suzhou" y fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Si no se quiere o no se puede pasear por todos -9 jardines- el que no hay que perderse es el Jardín del administrador humilde, el más grande y bello del sur de China que data del siglo XVI y construido en tres partes colocadas en torno a un lago.
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