Los pueblos más bonitos de la sierra de Madrid

Muy cerca de la capital española, en el remanso de paz que supone la sierra que circunda por el norte la ciudad o a los pies de la misma, es posible encontrar pueblos de extraordinaria belleza que muestran un encanto especial que enamora a quien los descubra. Te presentamos aquí una selección de todos ellos, los más representativos de esa belleza que alberga esta extraordinaria zona de la Comunidad de Madrid.

Buitrago de Lozoya

Situado a 75 kilómetros de la ciudad de Madrid, Buitrago de Lozoya representa una de las postales urbanas más hermosas de toda la sierra. Su casco urbano - declarado bien de interés cultural - y la soberbia muralla que lo circunda son motivos de sobra para visitar esta localidad que se asienta en las estribaciones de la Sierra de Guadarrama, a los pies del puerto de Somosierra.

El río Lozoya forma un foso natural que rodea este precioso pueblo asentado sobre un promontorio, protegiendo un magnífico conjunto histórico del que sobresalen las siluetas de su castillo y de la Iglesia de Santa María del Castillo. De especial interés es también el Museo Picasso, con un gran número de obras del prolífico artista, cuya existencia en el pueblo se debe a su amistad con su peluquero, oriundo de esta localidad.

Patones De Arriba

Rayando casi la línea divisoria que separa la Comunidad de Madrid con la provincia de Guadalajara nos encontramos con uno de los pueblos más representativos de la conocida como «arquitectura negra», caracterizada por el empleo predominante en las construcciones de la pizarra.

Un idílico pueblo de calles también empedradas de este material, que posee un encanto especial y unas vistas del entorno espectaculares desde lo más elevado de la villa, desde donde podremos divisar su más reciente vecino Patones de Abajo, población que comenzó a formarse a partir de los años 60 del siglo pasado.

La Hiruela

La Hiruela, uno de los municipios menos poblados de toda la Comunidad de Madrid, es también uno de los pueblos mejor conservados de toda la región. Sus casas de piedra o adobe y sus ventanales de madera son muy característicos de su paisaje urbano. Junto a la belleza de su arquitectura popular, la localidad se encuentra en la Sierra del Rincón, declarada Reserva de la Biosfera desde 2005, por lo que el entorno en el que se sitúa es espectacular, destacando las laderas cargadas de robles.

No hay que dejar de visitar tampoco el restaurado Molino Harinero y el sorprendente colmenar cercano, un perfecto ejemplo de las construcciones tradicionales de la comarca destinadas a la obtención de la miel, basadas en troncos huecos de roble – en la mayoría de los casos -, asentados sobre losas de granito y protegidos en altura por una cobertura de corcho o madera.

Rascafría

Este precioso municipio situado en el valle del río Lozoya, en la parte más occidental de la comarca de la Sierra Norte de Madrid, forma parte del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y cuenta con uno de los espacios naturales más bonitos de toda la región.

Situado a 1100 metros y jalonado por montañas, cuenta con un entorno privilegiado, a lo que se une un rico y extenso patrimonio del que destaca su arquitectura popular y, sobre todo, el inconfundible y emblemático Monasterio de El Paular, la primera cartuja del Reino de Castilla, que empezó a construirse ya en el siglo XIV; junto a él, destaca la presencia del precioso Puente del Perdón.

Más allá del Monasterio de El Paular, no hay que dejar de visitar el llamado «Bosque de Finlandia», el Antiguo Molino de papel de los Batanes - donde se dice que fue impresa la primera edición del Quijote -, la zona de baño de Las Presillas, así como la Plaza de Trastámara o el Ayuntamiento.

Manzanares el Real

Aunque Manzanares el Real no forma parte, en sentido estricto, de la comarca de la Sierra Norte de Madrid, su ubicación a los pies de la Sierra de Guadarrama y su extraordinario interés hacen necesario incluirlo en la lista de los pueblos más bonitos de la zona.

Uno de los principales motivos de su belleza viene de su situación junto al Embalse de Santillana, formado por el río Manzanares, así como por tratarse de un enclave a los pies de La Pedriza; aunque lo que realmente da personalidad a este conjunto es el Castillo de los Mendoza, considerado como el ejemplo mejor conservado de toda la Comunidad de Madrid, cuya estampa junto al embalse es deslumbrante.

A su vez, próximo a la localidad, existe un punto de especial interés para quien visite Manzanares el Real; hablamos de la torre que se asienta sobre la presa del Embalse de Santillana, una construcción que no hay que perderse.