Paisajes de Connemara

La abadía de Kylemore fue levantada por un rico comerciante de Manchester.
La abadía de Kylemore fue levantada por un rico comerciante de Manchester.

Hay visitantes que se asoman a este rincón del oeste irlandés en una excursión de un día desde Galway -o incluso Dublín- y se vuelven con su puñado de bonitas instantáneas de la abadía de Kylemore, el fiordo de Killary y las cumbres de las Twelve Bens. Sin embargo, en escapadas tan cortas resulta muy difícil apreciar el carácter recio, casi salvaje, de Connemara. El agua, las nubes que trae y se lleva el viento del Océano Atlántico, las ciénagas y las cimas de cuarcita de las desnudas montañas protagonizan un sobrecogedor paisaje de ausencias que, desde luego, no es apto para las prisas.

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