Lago Como, la estrella de tres puntas
Si tiene pensado visitar la región de Lombardía no puede pasar por alto el lago más grande de Italia y uno de los más profundos de Europa. Un precioso lugar que esconde tranquilidad y belleza a partes iguales.
Muy cerca de Milán se encuentra un remanso de paz y naturaleza rodeado por montañas, el Lago Como. Conocida como la estrella de tres puntas por su forma de Y invertida visto desde el cielo, esta gran masa de agua se creó a partir de un glaciar y sus orillas han acogido diversas civilizaciones a lo largo de los siglos.
Se convirtió en un importante asentamiento durante el Imperio Romano por su posición estratégica y como vía de comunicación entre las regiones del Norte y la Pianura Padana. Durante el Renacimiento fue un lugar muy preciado para poetas, escritores y filósofos que inspiraban algunos de sus textos en la naturaleza de sus paisajes y su tranquilidad.
Los habitantes de los pueblos cercanos dividen el lugar en 3 partes. Como en la parte occidental, Lecco en el oriental y Colico en la zona norte, pero aún hay lugar para otra ciudad en donde convergen los tres brazos, Bellagio.
La localidad más importante de las que se encuentran en las cercanías del lago es Como, asentada en el brazo situado en el suroeste. Ofrece una gran cantidad de monumentos y bonitos rincones a través de los que descubrir herencia de su pasado. Su casco antiguo se encuentra rodeado de murallas, pero el centro neurálgico de la ciudad es La Piazzadel Duomo. Desde aquí podemos observar La Catedral o Duomo que se empezó a construir en 1396 y se terminó en 1740 y donde se reúnen diferentes estilos arquitectónicos.
Al lado del Duomo, se levanta el Broletto, un antiguo palacio municipal edificado en 1215 que se convirtió en el ayuntamiento de la localidad. Ahora se usa como archivo de la ciudad y a veces alberga exposiciones de arte.
En laPiazza Medaglied''Oro se encuentran diferentes palacios convertidos en museos. Un ejemplo de ello es el Palacio Giovo en cuyo interior elMuseo Cívico Arqueológico recoge una colección de piezas del territorio lariano. A su derecha, elPalacio Olginati que alberga el Museo del Risorgimento.
También destaca en la ciudad la Basilicade San Fedele construida sobre un templo pagano en el siglo XII. La torre del campanario fue reconstruida ya en el siglo XX.
Pero sin duda, uno de los lugares que merece la pena visitar es el Faro Voltiano, construido por Alejandro Volta en 1927. Desde sus 30 metros de altura se puede disfrutar de las mejores vistas del Lago Como, y algunos días, se puede ver el Duomo de Milán. Muchos pasarán un mal trago al subir a lo alto del faro debido a sus múltiples escalones pero merece la pena el esfuerzo.
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