Istmo de Curlandia: una lengua de tierra en pleno Mar Báltico
Un espectacular lugar por el que se sigue luchando contra viento y marea para evitar su erosión...
El istmo de Curlandia, en la costa del Mar Báltico, es uno de los ecosistemas marinos más interesantes de Lituania, sin olvidarnos de su belleza. Sus dunas están consideradas las más grandes de Europa y su especie es de colinas móviles. Tal es así que el istmo de arena y su laguna están protegidas desde 1991, cuando se le otrogó el reconocimiento de Parque Natural.
Sus dunas ocupan una extensión total de 98 kilómetros, de los cuales 52 están en territorio de Lituania. El resto continúan su camino hacia el sur, a la franja perteneciente a Kaliningrado, en Rusia.
Este famoso y bello Istmo recibe el nombre de Lago de Curlandia y está separado del mar por la lengua de tierra, cuya anchura va de los 40 metros en la parte más estrecha a los casi 4 kilómetros en la parte más amplia.
Conservación y supervivencia
Durante siglos el ser humano ha luchado literalmente contra viento y marea para evitar la erosión del Istmo y perder este lugar tan espectacular y único en el planeta. Para ello la mejor forma fue la de compactar el terreno y así evitar que se desintegre.
Esta dura y perpetua labor de supervivencia y conservación del hábitat le sirvió para recibir el reconocimiento de la Unesco como uno de los Patrimonio de la Humanidad. Y es que solo por su belleza ya lo merece…
Pero su erosión no viene por arte de magia, tiene una explicación: la deforestación. En los siglos XVII y XVIII, y debido al aumento de las zonas de pastoreo se aumento el uso de la madera como combustible y material de construcción de barcos para la batalla de Gross-Jägersdorf en 1757.
Esto provoco que las dunas de arena perdieran la sujeción de las raíces de los árboles y se desplazaran agresivamente sepultando los asentamientos humanos, un movimiento de dunas imparable que ha provocado su erosión durante los últimos años.
Lugar de pintores
No es de extrañar que hasta aquí acudieran cientos de pintores de paisajes para inspirarse en sus nuevas obras. Un lugar que se hizo especialmente popular en la escuela de artes Kunstakademia Königsberg.
Hasta aquí vinieron pintores como Lovis Corinth, pionero en este lugar, Max Pechstein, Alfred Lichtwark o Julius Freymuth. Pero no solo pintores, la inspiración se encuentra en muchos lugares para muchos tipos de arte diferente. Por eso los poetas como Erns Wiechert y Carl Zuckmayer no se quedaron atrás, inspirándose en este lugar para sus poemas.
¿Qué puedo ver en el Istmo de Curlandia?
El istmo tiene dos orillas bien diferenciadas: la interior, que da al lago y que es más bien de carácter rocoso y de aguas plácidas. La otra da al Mar Báltico con playas de arena fina pero un oleaje intenso.
Al sur, cerca de la frontera con Rusia, la zona se ha convertido en un centro turístico por excelencia, con playas abiertas al mar Báltico, incluyendo una playa nudista. Para todos los gustos, vamos.
Cerca del Istmo alguno de los lugares que bien merecen una visitan son la llamada Colina de las Brujas. Es un bosque con tótems de madera de carácter mitológico que reproducen a dioses paganos previos a la cristianización.
Otro de los lugares que no puedes perderte es la Reserva Natural de Nagliu, que permite acercarnos al paisaje de dunas, entre las que destaca Agilos Kopa, conocida por superar los cincuenta metros de altura y que está abierta el público.
Nos morimos por visitarlo... ¿y tú?
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