La Grande-Motte, la ciudad pop existe (y está en el sur de Francia)
La Grande-Motte es uno de los lugares más sorprendentes de Europa, una ciudad de vacaciones al borde del mar muy cerca de Montpellier, en el sur de Francia, construida desde cero cuyo proyecto fue encargado al arquitecto, Jean Balladur, que tardó treinta años en completarla. Inspirada en las pirámides mexicanas y en la arquitectura del brasileño Óscar Niemeyer, fue considerada durante años un "horror" por los franceses, pero ahora se estudia en las escuelas de Arquitectura de todo el mundo. Es la ciudad pop secreta de Europa.
Lo primero que uno piensa al llegar a La Grande-Motte es: ¿pero ésto qué diablos es? Edificios de vacaciones delirantes con extrañas formas redondas y sinuosas, hormigón, ventanas surrealistas, colores extraños, torres que imitan pirámides...elementos que forman parte de un "todo" perfectamente engranado. Como una especie de ciudad del futuro anclada en los años 70, un escenario de Barbarella...este lugar se asienta al borde del mediterráneo en una bizarra y perfecta armonía. Para algunos puede ser "fea" pero desde luego es única y no deja indiferente.
La Grande-Motte está en la costa de Languedoc-Roussillion, apenas a una hora de coche de Montpellier, por lo que es uno de los destinos de playa favoritos de la ciudad. Se podría decir que es una especie de Bernidorm a la francesa, con miles de apartamentos turísticos y una de las playas más masificadas y urbanizadas del sur de Francia, llena de chiringuitos, bares y restaurantes.
Fue concebida como una ciudad de vacaciones y construida entre el 1960 y 1975. El proyecto de edificar la ciudad desde cero se le encargó a Jean Balladur, que se inspiró en las pirámides precolombinas de Teotihuacán (México) y en la arquitectura moderna de Brasil, especialmente en las obras del arquitecto Oscar Niemeyer.
Sobre una superficie básica de 750 hectáreas incluyendo 450 hectáreas de tierra y el estanque de 300 hectáreas, desarrolló el plan maestro para la estación balnearia, que comprende alojamientos turísticos, campings, parkings... Balladur imaginó también una ciudad verde. Proyectó también los estacionamientos alejados no más de 600 metros de la costa, para caminar hasta la playa sin utilizar el automóvil.
El proyecto incorporó grandes espacios abiertos rodeando las pirámides: plazas, espacios verdes, y servicios deportivos y de esparcimiento, playas públicas y privadas y , como no, una marina con deportes náuticos. También hay un Palacio de Congresos y Conferencias, un Casino, una iglesia..
Además de disfrutar de más de siete kilómetros de playa, esta ciudad, durante muchos años denostada por "fea" tiene desde el 19 de enero de 2010 la etiqueta de "Patrimonio Arquitectónico del Siglo XX", otorgado por el Ministerio de Cultura Francés y hoy es centro de peregrinación para todos los amantes de la arquitectura
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