El fenómeno de las Cataratas de Iguazú
Álvar Núñez Cabeza de Vaca fue el primer explorador del Viejo Mundo que vio estas cataratas. Las llamó "Salto de Santa María", pero su bautismo no tuvo fortuna y las cataratas acabarían tomando el nombre del río que las alimenta: Iguazú, que en lengua guaraní signifi ca "agua grande". Las cataratas del Iguazú son las mayores de la Tierra, por su caudal y extensión. Están formadas por un número variable de saltos de agua, que van desde los 160 de la temporada seca a los 275 registrados en la estación más lluviosa, entre noviembre y marzo. La altura media de los saltos sobrepasa los 70 metros. El fenómeno se originó hace doscientos mil años, cuando una falla producida en la desembocadura del río Iguazú hizo que sus aguas se despeñaran por una caída de más de 80 metros de altura. La continua erosión sufrida por la zona durante miles de años ha conseguido que las cataratas se sitúen hoy 23 kilómetros antes del lugar original. El espectáculo es prodigioso: un gran doble abanico de cascadas en una jungla donde se sabe que viven 80 especies de mamíferos, entre ellos el jaguar, y 450 especies de aves, como los tucanes, los loritos o los vencejos que cruzan una y otra vez las colas de agua para buscar comida y regresar al nido. Las cataratas fueron declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1984. Forman frontera entre Brasil y Argentina. Las vistas más panorámicas se obtienen desde el lado brasileño, donde fueron fi lmadas las imágenes iniciales de la película "La misión". La cercana presa hidroeléctrica de Itaipú, fi nalizada en 1991, utiliza la fuerza de las cataratas para originar más del 40 por ciento de la energía eléctrica consumida por Brasil, Paraguay y Argentina.
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