Estonia: el increíble país de las 2.000 islas
En estas remotas islas se hallará un destino encantadoramente rural, donde la vida, profundamente arraigada a las tradiciones, parece discurrir a cámara lenta.
Descubrir todas las islas de este país báltico -muchas de ellas pequeñas y deshabitadas- sería una misión para unas vacaciones muy, muy largas. Sin embargo, explorar a fondo algunas de ellas, más grandes y con una fascinante historia e interesantes propuestas culturales, es un plan no sólo posible, sino tremendamente apetecible.
Saaremaa
La mayor isla de Estonia y su capital, Kuressaare, son famosas por sus spas y sus tratamientos curativos de barro, lo que le valió el apodo de "Spaaremaa". Saaremaa también representa para muchos el auténtico espíritu estonio.
Entre los lugares de obligada visita destacan Kaali, la famosa concentración de cráteres de meteoritos (el primer cráter de meteorito científicamente probado en Europa), el acantilado de Panga, que es perfecto para paseos panorámicos y la playa de Järve, sin olvidar sus iglesias medievales de piedra, las ruinas del castillo de Maas, el faro de Sõrve, el museo de la granja Mihkli y el casco antiguo de Kuressaare.
En los veranos la música y las actividades al aire libre inundan la isla y numerosos acontecimientos se dan cita entre junio y septiembre, como el Festival de música clásica de Mustjala, o la regata Moonsund, que atrae numerosos espectáculos paralelos. Y en septiembre llega la cita imprescindible: Saaremaa Food Festival con un programa de 11 días, cuyo lema es "¡La comida adecuada hace feliz el estado de ánimo!".
Muhu
Comunicada con Sareema a través de una carretera elevada, la preciosa Muhu es bien conocida por sus bordados de colores brillantes. Es un destino por sí mismo, que merece recorrer con calma para disfrutar sus paisajes, sus granjas, la Iglesia Muhu (un hermoso edificio de estilo gótico temprano y una de las iglesias rurales con las proporciones más bellas de Estonia) o la imponente Padaste Manor, una mansión del siglo XVI hoy reconvertida en hotel y Spa y que cuenta con Alexander, uno de los mejores restaurantes de Estonia.
En julio el festival Juu Jääb es una cita cultural internacional que reúne a músicos de jazz de todo el mundo.
Kihnu
Catalogada por la UNESCO como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, su cultura está profundamente arraigada a sus tradiciones. La mayoría de sus mujeres usan trajes tradicionales mientras conducen sus viejas motocicletas transportándose por la isla hasta sus actividades diarias.
El Festival de Sauna Kihnu, que fue diseñado para celebrar la llegada del verano, se puede disfrutar de las saunas de humo por toda la isla, además de visitar cafés caseros y comprar comida local y artesanías en el mercado de Kihnu completan la jornada.
Hiiumaa
Si bien es conocida por sus faros, naturaleza virgen y el sentido del humor de sus lugareños, no puede perderse el hecho de que la isla Hiiumaa se creó después de una gran explosión de meteorito hace unos 455 millones de años, lo que la convierte quizás en una de las islas más antiguas del mundo. Además, si desea visitar durante el invierno, se puede conducir a través de la carretera de hielo más larga de Europa.
El verano trae festivales como los Días de Música de Cámara de Hiiumaa y el Festival de Folclore de Hiiu. Pero, indiscutiblemente, el más encantador son los Días de los Cafés de Kärdla: se celebra en agosto, cuando los lugareños abren sus puertas y corazones al público con pequeños cafés emergentes repartidos por toda la ciudad de Kärdla sirviendo comidas, pasteles caseros y un delicioso café.
Más información en: visitestonia.com
CÓMO LLEGAR
Viajes EV ofrece para este verano un completo viaje a Estonia de una semana desde 1.760€, recorriendo las principales ciudades del país y visitando las islas de Saaremaa y Muhu. También se ofrece la posibilidad de ampliarlo y personalizarlo a la medida de las necesidades del viajero (www.viajesev.net/estonia/).
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