Descubre Las Merindades de Burgos
Historia, patrimonio, cultura, naturaleza y paisaje es lo que ofrece esta zona de Burgos, un lugar que disfrutar y descubrir.
Las Merindades es la zona más al norte de Burgos y uno de los lugares con más historia y personalidad de la provincia castellano leonesa. Pero este área también es naturaleza. Montañas verdes y frondosas son la característica principal de Las Merindades, donde la Sierra Salvada destaca gracias al Monte de Santiago donde un frondoso hayedo llega hasta un anfiteatro rocoso por el que, en épocas de deshielo o de fuertes lluvias, se precipita en una cascada de casi 300 metros de altura. Además, los Montes de la Peña, repletos de robles y quejigos, son el hogar de aves de montaña como el Buitre Leonado o el Águila Real.
En cuanto a patrimonio se refiere, Las Merindades cuentan con una rica herencia dejada por los pueblos que han pasado por aquí. Así, destacan los Dólmenes de Busnela, Porquera y Huidobro, megalitos de la Edad del Bronce repartidos por todo el territorio de Las Merindades. Por su parte, de la época romana aún se conserva la calzada de Irús o el puente de Agüera. Además, decenas de ermitas, iglesias y monasterios aparecen dispersos por pueblos y parajes naturales.
En este sentido llama la atención la iglesia de estilo románico de San Pedro de Tejada, construida durante el segundo tercio del siglo XII. Esta es una de las obras de mayor importancia de este tipo de arte en la provincia de Burgos y destaca por la sencillez y elegancia de los relieves de la Ascensión y de la Última Cena. También, la Ermita de San Pantaleón de Losa, consagrada en 1207 y a la que le rodean misteriosas y esotéricas leyendas entre las que destaca la del Santo Grial, por lo que se le considera un templo templario.
Por otra parte, Las Merindades posee el mayor número de torres y castillos de la Baja Edad Media de toda la comarca. Entre todos, los imprescindibles son el castillo de Los Velasco en Espinos de los Monteros, la torre de Berberana y la torre de Quintana de Valdivielso.
Pero, sin duda, uno de los vestigios históricos más destacados y de mayor reclamo que se conservan en Las Merindades es el complejo kárstico de Ojo Guareña. Un monumento natural de casi 100 kilómetros de extensión que, con el paso de los siglos, el hombre ha ido decorando'' hasta conformar lo que hoy se conserva en su interior. Es uno de los pocos lugares del mundo en donde se puede seguir con claridad la evolución de la religión desde el Paleolítico hasta nuestros días. Esta gran gruta está considerada como el conjunto de cuevas más extensas de la Península Ibérica y entre las diez mayores del mundo.
En cuanto a las villas y pueblos de Las Merindades, Frías es un municipio medieval que se encuentra situado en la parte abrupta del cerro de La Muela y presidida por un original castillo. Además, sus casas colgadas, los restos de sus numerosos edificios religiosos y la huella de su judería la convierten en perfecta para una escapada.
Por su parte,Espinosa de los Monteros es una villa de carácter montañés con una arquitectura repleta de casonas y torres señoriales. Cuenta la historia que de esta localidad son oriundos los legendarios Monteros Reales, los Guardias de la Cámara Real.
Por último, Medina de Pomar fue capital de Las Merindades y entre sus calles se encuentran centenarias puertas de una muralla medieval que dan paso a torres defensivas e iglesias románicas.
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