Las cinco iglesias más bellas de Ciudad Real
Entre la llanura manchega despuntan los campanarios de las iglesias, como faros iluminados que delatan la ubicación de los pueblos principales. He aquí cinco de los templos más bellos de la provincia de Ciudad Real.
Santuario de la Virgen de Alarcos
Es un lugar histórico, el campo de batalla donde Alfonso VIII de Castilla fue vencido por los almohades en 1195. El monarca tuvo que esperar a la batalla de las Navas de Tolosa de 1212 para restañar su honor y así poner fin a la hegemonía hispanomusulmana en la península. El santuario de la Virgen de Alarcos está a diez kilómetros de Ciudad Real. Fue construido una vez que estas tierras pasaron a la cristiandad. Su fábrica es tardorrománica, erigida entre los siglos XIII y XIV cuando el gótico comenzaba a abrirse hacia el sur. Con planta de cruz latina y tres naves de desigual altura el santuario –situado junto al parque arqueológico– acoge la imagen de la Virgen de Alarcos que celebra romería el lunes de Pentescostés.
Iglesia de San Andrés de Villanueva de los Infantes
La iglesia de San Andrés asoma a una de las plazas mayores más bellas de España. Está en Villanueva de los Infantes, la ciudad donde falleció Francisco de Quevedo en 1645. Su fachada clasicista, enaltecida por un gran arco de medio punto que cobija la imagen de San Andrés y un escudo de los Austrias, dignifica el conjunto monumental. Por dentro su estilo es gótico y destaca de entre todas la capilla de los Caballeros de la Orden de Santiago. En el siglo XVII se añadieron dos capillas laterales, la de la izquierda dedicada al Santísimo y la derecha consagrada a Santo Tomás.
Iglesia del Santísimo en San Carlos Del Valle
San Carlos del Valle es una población de poco más de mil habitantes ubicada en el Campo de Montiel. Habría pasado desapercibida si no fuera dueña de otra de las plazas mayores más bellas de Castilla La Mancha. Soportalada por tres de sus cuatro lados por galerías de madera, la plaza mira hacia la iglesia del Santísimo Cristo del Valle, síntesis del mejor barroco tardío, un hermoso cubo de piedra con alientos neoclásicos, cuatro torres en sus ángulos y una armoniosa cúpula en el centro. El templo posee cuatro fachadas, dos de las cuales exhiben en su centro una portada principal de gran belleza.
Iglesia de la Asunción de Manzanares
Es el templo más grande de toda la provincia de Ciudad Real. Su nave central se extiende a lo largo y ancho de mil doscientos metros cuadrados. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Manzanares mira hacia la plaza mayor de la ciudad a través de su soberbia plateresca, proyectada por Enrique Egas. La construcción del templo se extendió entre los siglos XV y XVIII, de ahí que sus capillas hablen de estilos arquitectónicos distintos. En su interior destaca el retablo mayor, tallado con madera de cedro, inspirado en el mismo monumento que desapareció durante la guerra civil.
Iglesia de Santa Catalina de La Solana
Majestuosa, señorial y artística, la iglesia de Santa Catalina de La Solana es como un faro iluminado en mitad de la tierra llana. Su campanario, el más bello de toda la provincia, se divisa desde muchos kilómetros antes de llegar a la ciudad. Construida en poco más de cien años, entre los años 1420 y 1525, su estilo gótico es compacto en su globalidad, a pesar de los elementos renacentistas y barrocos que fueron añadidos en fases posteriores. La iglesia de Santa Catalina mira hacia la plaza mayor a través de una bella portada clasicista.
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