Bienvenidos a Navarra: un oasis de serenidad y aventura en pleno verano
Navarra es un entorno natural excepcional, de exuberante vegetación, de grandes contrastes, en el que sumergirse en la exclusividad de una estancia sostenible y donde deleitarse con la gastronomía local.
Con un clima ideal para escapar del calor del verano, sus paisajes pirenaicos le brindan un ambiente fresco donde explorar hermosos bosques, como el de Orgi, prados verdes y parques naturales, como el de Urbasa y Andía; donde disfrutar de actividades al aire libre como el senderismo, el ciclismo y la observación de aves. Los ríos y embalses ofrecen lugares idílicos para nadar, practicar deporte o simplemente relajarse junto al agua. El río Ebro, por ejemplo, atraviesa la región y ofrece al viajero la posibilidad de realizar actividades en kayak o piraguas.
Para disfrutar de la sensación de estar en la playa rodeado del verde de las montañas, en Navarra encontramos tres auténticos océanos en plena naturaleza. El embalse de Alloz, ubicado cerca de Estella-Lizarra, es un lugar privilegiado para practicar deportes acuáticos, pesca y baño. Para los amantes de la montaña que no quieran renunciar al windsurf, la vela o los paseos en barco, las aguas turquesas de Alloz brindan la oportunidad perfecta. Además, se puede disfrutar de las hermosas vistas que lo rodean. Cerca de Nagore, un pequeño pueblo en el Prepirineo oriental, se encuentra la desembocadura del río Urrobi, rodeado de un paisaje espectacular. Allí descubrimos dos playas: Angordoi, la más cercana al pueblo, donde combinar el baño con un paseo por la localidad, y Arce, situada junto a una de las joyas del románico rural de Navarra, la iglesia de Santa María de Arce. Cerca de Tudela, existe una preciosa piscina natural, la Balsa de Pulguer. Con una temperatura templada y aguas salinas, este espacio natural es un refugio importante para las aves, ade más de ofrecer la posibilidad de darse un agradable baño y practicar deportes acuáticos.
Navarra Natural
Las posibilidades que ofrece la región a la hora de escoger alguna actividad para realizar en verano en un entorno natural son infinitas. ¿Nuestra selección? Cursos de Windsurf en Embalse de Alloz, descenso en balsa por el río Irati, baños de bosque en Ultzama y Basaburua, kayak en el río Arga, un paseo guiado por el bosque de Bertiz, un paseo de tres horas conburros en Leiza, una excursión a las foces de Lumbier y Arbaiun, la Selva de Irati y Ochagavía.
Dormir bajo las estrellas
El ambiente tranquilo de Navarra es perfecto para disfrutar de una estancia prolongada y descubrir los encantos de la región. También cuenta con alojamientos para todos los bolsillos, desde hoteles boutique en medio de la naturaleza hasta casas rurales renovadas con encanto. Pero para vivir una experiencia diferencial y sentirse como los ewoks de la saga de ‘Star Wars’, tienes la oportunidad de pasar unas noches en una cabaña en un árbol en lugares como Basoa Suites o Agroturismo Mari Cruz. Si quieres sentirte como Obi Wan Kenobi en Tatooine, puedes dormir en una cueva en Valtierra o en una burbuja en el desierto, como las de Aire de Bardenas. Para los que alguna vez han imaginado vivir una aventura como la de Luke Skywalker en el planeta helado de Hoth, pueden alojarse en los iglús de Irati Barnean, rodeados de uno de los hayedo-abetales más imponentes de Europa. Por otro lado, para los más introvertidos, tipo Yoda en el planeta Dagobah, les recomendamos una vivienda tipo yurta en Campo de Reyes, en Tafalla, muy cerquita de la localidad de Olite.
En cuanto a la gastronomía, Navarra es famosa por sus productos locales de alta calidad. Hay platos tradicionales como el cordero asado, la chistorra, el bacalao ajoarriero o la famosa menestra de verduras. La región cuenta con varios restaurantes con estrellas Michelin, donde poder saborear la cocina de vanguardia elaborada con ingredientes frescos y de temporada: Molino de Urdániz (2), Europa, Rodero, La Biblioteca, y Maskarada (estrella verde).
Ferias y festivales
Navarra cuenta con una agenda sorprendente: desde la Ruta de la Gilda por la región, hasta sus ferias de artesanía, pasando por festivales de música para todos los gustos, la Semana de la Brujería en Bargota, la Semana Medieval de Estella-Lizarra, el Festival de Teatro de Olite, el Festival de las Murallas de Pamplona y Flamenco On y los clásicos y archifamosos San Fermines.
Patrimonio cultural
Visitar el Reyno de Navarra es también sumergirse en siglos de historia . Imaginar cómo vivían los nobles del medievo en Olite y visitar su castillo, el Palacio Real. Una hermosa construcción que contó en su momento con impresionantes torres, lujosas estancias y los jardines más frondosos que se puedan cultivar. Adentrarse en la Navarra más enigmática, la de las brujas que celebraron sus akelarres en las cuevas de Zugarramurdi. Pasear por la parte más urbana de la comunidad callejeando por ciudades pequeñas como Tudela o Estella-Lizarra, en las que el viajero tiene a su alcance un legado cultural increíble. Y, por supuesto, hacer una parada en su capital: Pamplona. La ciudad con un conjunto amurallado con una ciudadela renacentista que es la envidia de las ciudadelas; unas fiestas patronales conocidas en todo el mundo; y una calidad de vida que se palpa y se siente en cuanto se recorren sus calles y se para a degustar sus exquisitos pinchos acompañados de un vino D.O. Navarra en alguno de sus animados de bares.
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