Marruecos, la joya africana que cautiva a los viajeros con su belleza y encanto

Marruecos está lleno de contrastes asombrosos: desde las exuberantes montañas del Atlas hasta las interminables extensiones de dunas en el Sahara, pasando por las bulliciosas medinas de ciudades como Marrakech y Fez. Marruecos es un crisol de culturas, donde la influencia árabe, bereber y europea se entrelaza de manera única.

La hospitalidad marroquí es legendaria. Sus habitantes reciben a los visitantes con los brazos abiertos y los invitan a disfrutar de la calidez de su cultura. Los zocos están llenos de colores y aromas, ofreciendo una amplia gama de productos artesanales, especias exóticas y tejidos vibrantes. Perderse por sus laberintos es una experiencia sensorial inolvidable.

Marruecos también es conocido por sus paisajes deslumbrantes. Desde las cascadas de Ouzoud hasta las gargantas del Todra, cada rincón del país está lleno de maravillas naturales. Los valles verdes y los oasis brindan un respiro sereno, mientras que las ciudades costeras, como Essaouira y Tánger, ofrecen playas impresionantes bañadas por el Atlántico y el Mediterráneo. Si lo que está buscando es empaparte de Marruecos, tu ruta es “Esencia de Marruecos”. Un viaje de siete noches y ocho días que te llevará por Marrakech, Rabat, Meknes, Fez, Ifran y Beni Mellal.

En este recorrido visitarás algunos de los monumentos y ciudades más importantes, como los jardines de la Menara con un estanque del siglo XII, los zocos, la Plaza de Jemaa el Fna, la antigua Medina de Fez y su famoso barrio de curtidores, único en el mundo. Icárion, la marca de grandes viajes te propone una escapada inolvidable por un Marruecos único. El circuito de Ciudades Imperiales y Paisajes de Marruecos incluye además de Marrakech, Casablanca, Rabat, Meknes, Erfoud, Gargantas del Todra, Ouarzazate y Ait Benhaddou. Un completísimo recorrido por todos los monumentos y paisajes icónicos de Marruecos.

La gastronomía marroquí es un festín para los sentidos. Los sabores intensos y las mezclas de especias dan vida a platos tradicionales como el cuscús, el tajín y el aromático té de menta. Además, el rito del hammam invita a los visitantes a sumergirse en un ritual de relajación y purificación.

Marruecos es un destino para todos los gustos. Los amantes de la historia pueden explorar las ciudades imperiales y los antiguos sitios arqueológicos. Los aventureros pueden adentrarse en el desierto en camello y pasar la noche bajo las estrellas. Y aquellos que buscan relajarse pueden disfrutar de lujosos riads y spas. Icárion te recomienda Marruecos Gran Sur, que te llevará todavía más lejos y te permitirá disfrutar de atardeceres únicos en el desierto. O si lo prefieres, también puedes hacer una escapada a la playa o aprovechar para realizar algún deporte. Icárion y la Oficina Nacional Marroquí de Turismo tienen el plan perfecto que buscas.

Marrakech, la "Ciudad Roja" de Marruecos, es un destino que despierta los sentidos y transporta a los visitantes a un mundo lleno de encanto y misterio. Situada al pie de las majestuosas montañas del Atlas, Marrakech es un lugar donde la historia y la modernidad se entrelazan. Esta ciudad milenaria ha sido durante mucho tiempo un importante centro cultural y comercial. Su corazón es la medina, un laberinto de callejuelas estrechas y bulliciosas plazas donde los mercados tradicionales, conocidos como zocos, ofrecen una deslumbrante variedad de productos, desde especias y tejidos hasta artesanías y joyas.

El alma de Marrakech se encuentra en la famosa plaza de Jemaa el-Fna, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. De día, esta animada plaza está llena de encantadores de serpientes, músicos callejeros y puestos de comida que deleitan con exquisitas especialidades marroquíes. Al caer la noche, se transforma en un escenario mágico, con cuentacuentos y artistas que cautivan al público con su arte. Marrakech también es conocida por sus impresionantes palacios y jardines. El Palacio de Bahía, con sus patios adornados con fuentes y sus coloridos azulejos, transporta a los visitantes a la época de los sultanes. Los Jardines de Majorelle, un oasis de tranquilidad creado por el pintor francés Jacques Majorelle, son una delicia para los amantes de la naturaleza.

La arquitectura de Marrakech es una fusión única de influencias árabes y bereberes. Los antiguos muros de adobe y las puertas ornamentadas dan paso a palacios y mezquitas. La majestuosa Mezquita Koutoubia, con su emblemático minarete, se alza como un símbolo de la ciudad y ofrece vistas panorámicas desde lo alto. Si te animas, Icárion ofrece varios circuitos para que encuentres el que más vaya con tu estilo o el que más te apetezca hacer en este momento e incluso para repetir experiencia y así tener siempre la sensación de hacer un viaje distinto.

Fez es una de las ciudades imperiales de Marruecos, es un tesoro histórico y cultural que ha cautivado a los viajeros durante siglos. Con una rica herencia que se remonta a más de mil años, Fez es un laberinto de calles estrechas y bulliciosos zocos que transportan a los visitantes a una época pasada.

La medina de Fez, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una de las más antiguas y mejor conservadas del mundo. Sus intrincadas callejuelas, llenas de arcos y puertas adornadas, albergan un sinfín de talleres, mezquitas y madrasas. Perderse en sus laberínticas calles es una experiencia única, donde cada esquina revela un nuevo descubrimiento histórico o una joya arquitectónica. Fez es famosa por su artesanía y sus productos tradicionales. Los zocos están llenos de coloridos tejidos, cerámicas elaboradas, cuero trabajado a mano y exquisitas joyas. Aquí, los artesanos mantienen vivas las antiguas técnicas de producción, creando obras maestras que muestran el legado cultural de la ciudad.

Una de las atracciones más destacadas de Fez es la Universidad de Al-Qarawiyyin, considerada la universidad más antigua del mundo en funcionamiento continuo. Fundada en el siglo IX, es un centro de aprendizaje islámico. Fez también cuenta con magníficos palacios y jardines. El Palacio Real, con sus puerta majestuosas y mosaicos intrincados, es una muestra impresionante de la arquitectura real. Los Jardines Jnan Sbil ofrecen un remanso de paz en medio del bullicio de la ciudad, con hermosos estanques, fuentes y vegetación exuberante.

Los mercados de Fez están llenos de actividad, donde los vendedores ofrecen especias aromáticas, alimentos tradicionales y productos locales. La gastronomía de Fez es famosa por el cuscús, el tajín y la pastela, que deleitan el paladar de los visitantes con sabores intensos y exquisitos. ¿Te animas a hacer el que puede ser el viaje de tu vida?

La capital de Marruecos es una mezcla perfecta de tradición y progreso donde los visitantes pueden perderse en un laberinto de calles estrechas, plazas animadas y zocos bulliciosos. Aquí, se pueden encontrar auténticas artesanías, desde alfombras tejidas a mano hasta cerámicas exquisitas y productos de cuero de alta calidad. Uno de los puntos más destacados de Rabat es la emblemática Torre Hassan, un minarete inacabado que forma parte de una mezquita planificada en el siglo XII. Su diseño arquitectónico único y su ubicación junto al Mausoleo de Mohammed V, dedicado al rey Mohammed V y a su hijo, el rey Hassan II, hacen de este lugar un sitio histórico y religioso de gran importancia.

El moderno distrito de la Ville Nouvelle ofrece un contraste con la antigua medina. Aquí, se encuentran elegantes bulevares, tiendas de moda, cafeterías y restaurantes de lujo. Rabat es una ciudad universitaria y culturalmente vibrante, con numerosas instituciones educativas y una escena artística en constante crecimiento. El Museo Mohammed VI de Arte Moderno y Contemporáneo es un testimonio de la apreciación del arte en la ciudad, albergando una impresionante colección de obras de arte marroquíes y extranjeras. La playa de Rabat y la popular zona de la Corniche son lugares populares para disfrutar del sol, dar paseos junto al mar y saborear mariscos frescos en los restaurantes con vistas al océano.