Ruta por el mundo

La curiosidad, la codicia, la necesidad o la sed por descubrir qué se escondía detrás del horizonte. Desde que el mundo es mundo los más intrépidos entre los hombres han abandonado las certezas de lo conocido para aventurarse por cada confín, propiciando entre las culturas más dispares intercambios materiales y de valores que trastocarían para siempre el devenir de las civilizaciones. Desde las vías comerciales de la Ruta de la Seda o la de las Especias hasta las grandes exploraciones científicas o los viajes al espacio, la obsesión por ir más allá avala que el hombre, en esencia, no ha cambiado tanto a lo largo de los siglos.

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foto1 / Digytal

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