Zona del Silencio, el territorio de México en el que nadie se atreve a entrar

Situado en la parte central del Bolsón de Mapimí, entre los estados de Chihuahua, Coahuila y Durango, se encuentra un desierto muy peculiar en el que lo misterioso está a la orden del día y en el que hablar por radio, saber la hora o usar la brújula será todo un reto para el que lo intente. Esta extensión de arena y montañas se alarga desde la Sierra Madre Occidental hasta la Oriental y se prolonga a Estados Unidos abarcando Texas, Arizona y Nuevo México.

La Zona del Silencio recibe este nombre por la gran cantidad de mitos que surgen entorno al lugar. Si una tormenta te alcanza en su interior, salir de allí se convertirá en un imposible durante días.

En la prehistoria, esta inmensa zona árida, estaba sumergida bajo el Mar de Thetis, es por ello que en la actualidad en su tierra pueden encontrarse numerosos fósiles marinos. La Zona del Silencio no tiene una ubicación exacta ya que es complicado acotarla y son muchos los que aseguran que está en continuo movimiento.

El mito

Numerosos mitos y leyendas rodean este desierto. El más importante se remonta a los años setenta cuando un cohete enviado por el Ejército de Estados Unidos perdió el control y cayó en la región. Este misil en pruebas portaba dos contenedores de Cobalto 57, un material radiactivo que se esparció por el lugar.

En ese momento, un equipo de especialistas estadounidenses, con ayuda de lugareños, se pusieron manos a la obra para buscar los restos del cohete extraviado. Su búsqueda duró semanas ya que pese a su intensivo rastreado y el uso de aviones, no daban con la ubicación exacta del impacto.

Tras numerosas labores de búsqueda, y con mucho secretismo, se localizó el cohete. Para sacarlo del lugar se construyó una vía hasta la estación de Carrillo y debido a que estaba contaminado, se tendieron toneladas de tierra para evitar una mayor dispersión de los elementos radioactivos. Tal fue el ocultismo de la operación, que los lugareños no pudieron llegar a ver estos restos, hecho que generó muchas sospechas y rumores. 

En cuanto entras en este desierto empieza el misterio. Las brújulas dejan de funcionar, los relojes se paran y las radios no reciben señal para la comunicación. Un lugareño aseguraba que encontró una zona en la cual la radio no se escuchaba, los especialistas investigaron este hecho y surgió una hipótesis acerca de la existencia de un cono magnético sobre la región que bloqueaba la transmisión de las ondas radiofónicas. Este hecho dio nombre al lugar, la Zona del Silencio.

Son muchos los aventureros que se han adentrado en este misterioso desierto y han requerido un rescate policial para salir de allí. Es muy fácil desubicarse y recientemente un joven pasó más de cinco días allí hasta que fue encontrado.

Además de mucho misterio, este desierto también cuenta con una flora y fauna impresionante y única del lugar. Una especie de cactus de color morado decora la zona en época de flor. Reptiles, búhos, ratas canguro o la característica tortuga del desierto, te harán compañía si te atreves a entrar en este inquietante desierto del que muchos tardan días en salir y en el que lo misterioso está a la orden del día.