¿No podemos visitar Notre Dame? No pasa nada, hemos descubierto a su hermana pequeña

También se llama Notre Dame, pero está situada en Mantes-la-Jolie, una preciosa localidad por la que este año pasará el Tour de Francia

Fachada de la colegiata Notre Dame de Mantes-la-Jolie

Es un poco menos alta que Notre Dame de París.

/ Parsifall

También está a orillas del Sena, también es gótica y también empezó a construirse en el siglo XII. Por estos motivos es normal que a la colegiata de Notre Dame de Mantes-la-Jolie se la conozca como la hermana pequeña de la Notre Dame de París.

Ambas ciudades están separadas por unos 120 kilómetros y este año esa distancia será la que cubra la última etapa del Tour de Francia. El 20 de septiembre, la ronda gala partirá de la localidad de Mantes-la-Jolie rumbo a París, así que será una buena ocasión para ver su increíble colegiata por televisión.

Colegiata de Notre Dame en Mantes-la-Jolie

Se construyó unos años antes que la de París.

/ Pierre Poschadel

La hermana pequeña de Notre Dame alcanza los 61 metros de altura, unos ocho metros menos que la de París, y también está construida a tres alturas. De hecho, su nave fue una de las más altas durante siglos, solo superada por la catedral parisina.

Su rosetón, uno de los más antiguos de Francia, también es similar al de la catedral de París, está dedicado al Juicio Final y corona los tres portales típicos de este tipo de construcciones. En el caso de la colegiata, un portal está dedicado a la Resurrección, otro a la Virgen y el tercero, a los Concejales.

Colegiata Notre Dame en Mantes-la-Jolie

Destacan sus tres pórticos.

/ Zairon

Algunas de las estatuas que sufrieron daños durante la Revolución Francesa fueron encontradas años más tarde por Alphonse Durand y hoy se pueden ver en el Museo Hôtel-Dieu de la ciudad. Durand es responsable también de haber ordenado la restauración de la torre norte de la colegiata en el siglo XIX.

Vidrieras Notre Dame de Mantes-la-Jolie

Detalle de las vidrieras.

/ Pack-Shot / ISTOCK

Ya en el siglo XX, la colegiata sufrió los estragos de la Segunda Guerra Mundial, ya que un bombardeo aliado en 1944, cuyo objetivo era destruir el puente de Mantes, destruyó gran parte del casco antiguo de Mantes-la-Jolie.

Una de las partes más bonitas y curiosas de esta colegiata es su cubierta, relativamente nueva. Entre 2001 y 2002 se instalaron 44.650 tejas vidriadas, que son las que le dan ese aspecto tan especial hoy. De hecho, en los últimos 15 años, la ciudad ha estado restaurando esta joya del gótico logrando devolver todo su brillo a las fachadas oeste y norte, al rosetón y al techo de inspiración borgoñana.

Colegiata Notre Dame en Mantes-la-Jolie

La cubierta de la nave central llama la atención.

/ Pierre Poschadel

Actualmente, esta colegiata que rivaliza en poderío y dimensiones con sus hermanas mayores catedrales lucha por ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

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