La última excentricidad: un campo de golf con canguros gigantes

Desde hace 70 años, los jugadores del Anglesea Golf Club, en Australia, comparten su afición con una abundante colonia de canguros gigantes.

Los canguros también juegan al golf
Los canguros también juegan al golf / Andrea Geiss

Hay ideas que sobre el papel parecen una genialidad pero que, a la hora de materializarse, resultan un desastre. Eso debió pensar Daniel Mann, el director de la película de 1978 “Super Rocky”, centrada en las andanzas de un canguro boxeador. El filme, protagonizado por Elliott Gould y Robert Mitchum, no cuajo ni entre los espectadores ni entre la crítica, por lo que las andanzas de este púgil marsupial simplemente se han convertido en una entrada más en la larga lista de películas con argumentos absurdos.

Canguros jugando al golf en Australia
Canguros jugando al golf en Australia / JohnCarnemolla / ISTOCK

Al hablar de canguros, el primer país que se nos viene a la cabeza es Australia. Y antes que practicar el boxeo, los canguros australianos prefieren jugar al golf. En la costa sureste del país, en el estado de Victoria, se encuentra el Anglesea Golf Club, situado junto a la Great Ocean Road, carretera de 240 kilómetros de extensión que transcurre junto al océano Índico y que ha sido declarada Patrimonio nacional.

Además de su privilegiada ubicación, la peculiaridad de este club de golf es que cuenta con una abundante colonia de macropeus giganteus, o lo que es lo mismo: canguros gigantes. Además de la posibilidad de jugar rodeado de estos animales que pueden llegar a los dos metros de altura, los visitantes tienen la opción de realizar visitas guiadas para ver a los animales en su entorno.

Canguros jugando al golf en Australia
Canguros jugando al golf en Australia / Andrea Geiss / ISTOCK

Para aquellos más aprensivos, hay que especificar que no hay riesgo de dañar a los animales durante el desarrollo del juego. “A veces se les puede ver en las calles del circuito durante el día, pero la mayoría se sientan o se acuestan a la sombra”, afirma Les Cooper, responsable de los tours en Anglesea Golf Club. “No interfieren con la superficie de juego. La hierba recién cortada no parece ser su comida favorita. Prefieren la hierba más larga de los laterales y ahí es donde los vemos alimentándose de brotes jóvenes y pastos”.

También hay que tener en cuenta que los canguros han sido una constante en este club durante los últimos 70 años, con lo que se les presupone familiaridad con el entorno. Lo habitual es que la colonia de canguros oscile alrededor de los 300 ejemplares.

Aquellos que quieran practicar el golf en este entorno tan peculiar lo tienen fácil. El precio para jugar los 9 hoyos del campo es económico para aquellos que no sean miembros: 40 dólares, alrededor de 28 euros. Y la inscripción, sencilla, se puede realizar desde su propia web.

Canguros jugando al golf en Australia
Canguros jugando al golf en Australia / ncox1585 / ISTOCK

Debido a los problemas derivados de la pandemia covid-19, las visitas guiadas aún no han retomado la normalidad. Hay que tener en cuenta que Australia abrió sus fronteras al turismo extranjero hace tan solo seis meses, tras estar cerrada dos años. En cualquier caso, el precio de los tours es económico: 12,50 dólares australianos por adulto (8,30 euros) y 5 dólares por niño menor de 12 años (3,45 euros). La visita tiene una duración de 25 minutos y se realiza por voluntarios del club.

El golf es un deporte de gran popularidad en Australia. Durante los años 80, dos jugadores de golf dominaron el circuito internacional. El español Seve Ballesteros y el australiano Greg Norman. A lo largo de su carrera, el primero logró la victoria en 90 torneos y el segundo en 88. Sin duda, los éxitos de Norman impulsaron la aceptación del golf en país oceánico. Hoy día, el 10% de la población australiana juega al golf. Hay más de 1.800 campos en todo el país. La mayoría de ellos concentrados alrededor de una zona conocida como Sand Belt, al sudeste de Melbourne.

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