Tras la Guerra Civil, Canarias comenzó a convertirse en un secreto a voces para los que podían permitirse unas vacaciones lejos de casa. Los primeros turistas que llegaban a la isla no tenían problemas de dinero, pero sí para encontrar un alojamiento señorial. En 1945 se respondió a esa demanda con el comienzo de las obras del Mencey (nombre dado al monarca o rey de los guanches de Tenerife), un alojamiento de lujo que ha estado dando servicio a este segmento turístico durante casi 60 años.
El 11 de noviembre, tras 20 meses de obra y una inversión total de cerca de 43 millones de euros, el hotel vuelve a alojar huéspedes y se reposiciona en el segmento del lujo. El nuevo Mencey pertenece a la marca de gama alta The Grand Collection de Iberostar. La reforma tiene como objetivo conjugar la innovación y la tradición, manteniendo el servicio de cinco estrellas y el espíritu y la esencia histórica de un inmueble que ha sido punto de encuentro y dinamizador de la vida social de la ciudad.
Con la rehabilitación se han renovado los espacios comunes, como los salones junto a recepción, con su atmósfera de gran hotel o los jardines tropicales rodeados de balcones de estilo colonial canario. El número de habitaciones también se ha reducido para que las actuales ganen en amplitud: de 293 se ha pasado a 261. www.iberostar.com