Renault Scénic Dynamique 2.0 DCi

Muy bien equipado de serie y con un precio bastante competitivo, el nuevo Scénic entra en la pelea de los monovolúmenes medios sin complejos. Equipa un excelente motor turbodiésel de 150 caballos de potencia con un consumo aquilatado y con unas prestaciones de primer orden.

Nuevo Renault Scénic.
Nuevo Renault Scénic.

No es el monovolumen más moderno ni el más funcional en cuanto a su versatilidad interior. Sin embargo, su reciente remodelación, con el añadido de un precio muy ajustado, lo convierte en uno de los más atractivos del mercado. No en vano, la compañía francesa Renault fue la pionera en Europa en este tipo de vehículos con el modelo Espace, y la experiencia sigue siendo un grado.

Frente a la versión anterior, el Scénic actual lleva varios mandos interiores colocados de una manera mucho más racional para manejarlos con sencillez, tal y como sucede, por ejemplo, a la hora de regular los asientos.

También se ha modificado el circuito de ventilación, que pasa a ser mucho más eficaz. Por fuera, los cambios afectan a los paragolpes, los faros y la parrilla delantera, que presenta un aspecto más agresivo y aerodinámico.

Dirección precisa

Al volante, el moderno Scénic ha ganado en comportamiento y en calidad de conducción. Precisamente donde más se nota esto es en en la dirección, que resulta bastante más precisa que en los anteriores modelos. En los terrenos virados quizás no llegue a tener el aplomo de alguno de sus competidores, como el Volkswagen Touran, ni es posible que llegue a ser a tan ágil, pero tampoco balancea en exceso como para que los ocupantes de las plazas traseras se lleguen a dar un buen golpe los unos contra los otros.

La versión más potente turbodiésel, de 150 caballos y cambio automático de seis velocidades, resulta probablemente la opción más acertada por la suavidad en la conducción y por lo bien que empuja este motor sin que el consumo se dispare.

Sólo cabe destacar una pequeña pega, pues le cuesta reaccionar con prontitud cuando queremos hacer un adelantamiento en carreteras de segundo orden. Pero, una vez que nos hemos acostumbrado, no hay problemas a la hora de pasar a los vehículos que circulan con mayor lentitud.

En cuanto a la gama, existen cuatro acabados, según su equipamiento -de menos a más-: Authentique, Expresión, Dynamique y Privilege. Estos modelos se combinan con los ocho motores del fabricante francés: cuatro de gasolina y cuatro diésel. Los propulsados por gasolina van desde los 98 CV de la versión menos potente hasta los 163 que lleva el turbo. Y los de mecánica diésel comienzan con 85 CV y terminan con el ya citado de 150, de un rendimiento excelente y más que probado en otros modelos de la casa. Por lo demás, se trata de un excelente vehículo familiar que ha subido enteros en cuanto al acabado. Al menos, los materiales plásticos son más agradables al tacto que antes.

Desde luego, existen pocos monovolúmenes en el mercado donde se pueda elegir tantas versiones por precio, por tipo de motor y por equipamiento.

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