El puente más alto de Europa está en España, tardó casi medio siglo en construirse y es una joya que debe visitarse una vez en la vida
Nos trasladamos hasta la tacita de plata para descubrir una joya de la ingeniería civil.

Los amantes de la ingeniería civil, y más en concreto de los puentes, tienen en España una verdadera joya: el puente más alto de Europa, que tardó casi medio siglo en construirse. Quizá no tenga la espectacularidad de algunos puentes de infarto (como los que nos encontramos en China) o esté creciendo continuamente como los puentes indios de raíces vivas de Meghalaya, pero, sin duda, conviene visitarlo (y atravesarlo) una vez en la vida como mínimo.
Cogemos la maleta y nos trasladamos hasta Cádiz. Una de las tres formas de acceso a la tacita de plata se hace a través del puente que hoy nos ocupa y que recibe el nombre de puente de la Constitución de 1812.
Antes de empezar a descubrir la historia de este sensacional puente atirantado, conviene conocer sus dimensiones para que el viajero se haga una idea de su espectacularidad: cuenta con una longitud total de algo más de 3 kilómetros, de los cuales un kilómetro y medio se eleva por encima del agua. Además, si sumamos el viaducto Río San Pedro y sus accesos, la obra se extiende a lo largo de 5 kilómetros.

La historia del puente de La Pepa
Debemos remontarnos a finales de 1969, cuando un informé arrojó que por el puente de Carranza (que da acceso a Cádiz) pasaban en torno a 5.500 vehículos diarios. Estas cifras hicieron patente la necesidad de un nuevo acceso a la ciudad. En un principio, se estudió la posibilidad de construir un túnel bajo las aguas de la bahía, pero la idea se descartó en los años posteriores.
Pasaron los años (y los distintos gobiernos) y la idea de construir un nuevo puente fue cogiendo forma hasta que en 2006 se presentó el proyecto de construcción de un segundo puente en la bahía de la mano del ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Javier Manterola.

Arquitectura bien adaptada al entorno
El puente está formado por cuatro plataformas unidas, cada una con sus propias características, más dos torres. Un total de 34 pilares sujetan el puente, y nueve de ellos se están clavados debajo del agua.
El puente incluso cuenta con un tramo desmontable, ya que los Astilleros necesitaban un paso de gálibo sin límite. La primera versión era un tramo móvil, pero se acabó descartando. Esto provocó un considerable aumento de coste del puente, llegando a alcanzar los 511 millones de euros.

Un puente de récord en la tacita de plata
El puente de la Constitución de 1812 es conocido por los gaditanos como el puente de ‘La Pepa’ y es el más alto de Europa. También puede presumir de ser el segundo puente atirantado más alto del mundo, por detrás del puente de Verrazano Narrows de Nueva York.
Los amantes de la ingeniería civil seguramente admiran obras como el Menai Suspension Bridge, el primer puente colgante moderno o, los más nostálgicos, prestarán más atención a otros puentes medievales, como los que podemos encontrar, por ejemplo, en Cantabria, pero el puente de la Constitución de 1812 se ha ganado un hueco entre los más espectaculares del mundo.

En definitiva, si tienes la suerte de viajar a Cádiz, además de disfrutar de una ciudad única (aquí te dejamos 7 rincones no muy conocidos que debes visitar), debes cruzar el puente de La Pepa sabiendo que se trata del puente más alto de Europa y constituye una auténtica joya que debe visitarse una vez en la vida.
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