¿Por qué las olas se dirigen siempre hacia la playa? La ciencia tiene la explicación

Si te has pasado horas y horas mirando el mar te lo habrás preguntado... ¿Por qué las olas siempre rompen contra las costas si pueden moverse en cualquier dirección? La ciencia, como siempre, tiene la explicación.

Ola rompiendo contra el mar

Ola rompiendo contra el mar

/ valio84sl | Istock

El mar, la mar...que bonito lugar para soñar. Una suerte de la madre naturaleza que huele a sal, que nos invita a reflexionar, que nos relaja y que ha sido, y es, una fuente inagotable de inspiración y fascinación para los seres humanos. Sus azules aguas, a veces agitadas y otras profundamente calmadas, han cautivado a poetas, artistas y soñadores de todas las épocas. No es para menos, pues el mar se reconoce como un símbolo de libertad, de aventura y de infinitas posibilidades.

Ola a punto de romper contra el mar.

Ola a punto de romper contra el mar.

/ Philip Thurston | istock

Desde la orilla, este se presenta como un auténtico lienzo en blanco en constante movimiento con unas olas que danzan al compás del viento y que, siempre, rompen con suavidad o con fiereza contra la arena. Pero... ¿por qué siempre contra las costas si pueden moverse en cualquier dirección? Dejamos la literatura para explicar, científicamente, por qué sucede esto. 

¿Por qué las olas siempre chocan en la arena? 

Para entender por qué podemos disfrutar del retumbar de las olas chocando con la playa tenemos que acudir a las matemáticas, que son las que explican este fenómeno. La raíz del nacimiento de las olas es por una transferencia de energía entre los fuertes vientos y los mares. Cuando estos se ven limitados por una masa terrestre estos se interrumpen, y así es como funcionan. 

Momento en el que una ola rompe

Momento en el que una ola rompe

/ Philip Thurston | istock

En una entrevista concedida a El País, la doctora en Matemática Aplicada Luz María García García, explicó que el movimiento de las olas, por raro que parezca, no se limita al mar. Explicó que, como se puede apreciar en otros cuerpos de agua, también se pueden observar en lagos y ríos.

La especialista especificó que las olas, realmente, son ondas de energía que se dispersan sobre la superficie del agua al entrar en contacto con el viento. Para generarse, como explica, el viento le transfiere energía al agua del mar. “Primero se forman pequeñas perturbaciones en la superficie, que van creciendo para dar lugar a olas más grandes”. 

Aunque también entra en juego el estímulo del Sol que, cuando calienta la atmósfera terrestre genera el viento que, a su vez, crea el movimiento de estas olas.

Y chocan en la arena por una explicación muy sencilla de García: cuando estas se encuentran con una masa terrestre empiezan a perder fuerza y son arrastradas hacia el exterior, donde también se hacen más grandes. Estas, finalmente, acaban colapsando y rompiendo en la playa, donde liberan finalmente su energía. 

Y es que, las olas, siempre tienden a ir hacia tierra firme para liberar su energía. Una cosa que no sucede en mar abierto, donde las olas se mueven en todas las posiciones que pueda marcar una brújula. 

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