Una novela narra las hazañas del viajero con menos suerte y más arrojo del siglo XVI
'Carrión, un canalla sin ventura' es una oda a los grandes marineros que abrieron rutas comerciales en un mundo todavía desconocido
Por mucho que tengamos en nuestro anecdotario el viaje más fascinante de todos, nunca podremos decirlo con la misma certeza de los marineros del siglo XVI. “En esa época se dio la esencia del viaje puro, porque se aventuraban a lo desconocido. Se encontraban con culturas que nunca habían tenido contacto antes con otras personas”, dice Ángel Miranda sobre el tiempo en que desarrolla su novela Carrión, un canalla sin ventura,que acumula las hazañas de aquellos lobos de mar empeñados en dar con la ruta que uniera definitivamente América, Europa y Asia, para crear por fin la primera red comercial internacional de la historia.
El autor fue tentado por algunas editoriales, pero optó por el yo me lo guiso, yo me lo como. “Prefiero tener el control sobre todo el proceso, porque llevo mucho tiempo en el mundo editorial [es periodista y trabaja en comunicación] y sé perfectamente cómo hay que hacer las cosas".
¿Y qué viaje nos recomendaría Carrión? “Si estuviéramos en aquella época, sin duda los viajes de moda, por así decirlo, eran a la Nueva España”, cuenta Miranda, “pero Carrión te diría, como viajero especializado, que fueras más allá, porque hay lugares incluso más exóticos: que llegaras hasta unas islas orientales en Poniente, en el Moluco, donde había riquezas aún más increíbles por descubrir: les especias”.
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