La mascara de Tutankamón, los secretos del artefacto más caro del mundo

Este artefacto funerario pesa once kilos, mide 54 centímetros de alto y está considerado como el artefacto más valioso de todos los tiempos. Te desvelamos todos sus secretos.

Máscara de Tutankamón

Máscara de Tutankamón

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El objeto más emblemático que tiene Egipto es posiblemente la máscara funeraria de Tutankamón. Este objeto que cubría los hombros y el rostros del faraón egipcio es una pieza de arte única en el mundo. Esta pieza que pesa once kilos y mide tan solo 54 centímetros de alto, está considerado uno de los objetos más caros del mundo. Algunos expertos han aclarado que su valor histórico y artístico es tan elevado, que tasarla en una cifra es prácticamente imposible, porque cualquier cifra que le asignasen podría quedarse corta.

Sarcófago de Tutankamón

Sarcófago de Tutankamón

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La pieza en cuestión está cargada de simbolismo. Por un lado, está hecha de oro, el material del que se supone que estaba hecha la carne de los dioses, según las creencias de los antiguos egipcios. Por otro lado, también está compuesta de lapislázuli, una piedra de un azul intenso, el color del que se supone que es el cabello de las divinidades. Además, lleva incrustadas piedras de cuarzo, obsidiana y pasta de vidrio, fundamentalmente en sus ojos.

Máscara de Tutankamón expuesta en el museo

Máscara de Tutankamón expuesta en el museo

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La frente está ceñida con el ureo, la cobra Uadyet y la diosa buitre Nekhbet, diosas protectoras de la realeza según la mitología egipcia. La máscara también cuenta con la característica barba trenzada de los reyes y un ancho collar usej alrededor del cuello, compuesto por doce vueltas de cuentas elaboradas con pasta de vidrio de colores. Este está sujeto al cuello con una especie de hombreras en forma de cabeza de halcón.

Máscara de Tutankamón

Máscara de Tutankamón

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Si bien es cierto que las máscaras funerarias de los faraones egipcios debían tener el mismo aspecto que sus dueños, la imagen de Tutankamón podría no tener nada que ver con esta. Algunos investigadores, creen que esta pieza fue reutilizada, perteneciendo con anterioridad al ajuar funerario de la princesa Meritatón, hermanastra de Tutankamón.

Entrada a la tumba de Tutankamón

Entrada a la tumba de Tutankamón

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Si la observamos con detenimiento, apreciaremos que la máscara está compuesta de varias partes ensambladas, y que el rostro tiene un color ligeramente distinto al resto. Por ello, los investigadores sugieren que este elemento fue desmontado y sustituido por otro con rasgos masculinos. Sin embargo, este objeto ha sido recientemente sometido a un estudio de Rayos X, que ha asegurado que todas las partes de la máscara tienen exactamente la misma composición.

Tumba de Tutankamón

Tumba de Tutankamón

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No obstante, hay escépticos con el tema. El nombre de Tutankamón se puede leer en el borde de la máscara, muy cerca del hombro izquierdo, pero parece que ha sido escrito sobre una antigua leyenda. Esto ha sido objeto de disputa entre los múltiples investigadores que han tratado de descubrir los secretos de esta máscara a lo largo de los años. Mientras que unos piensan que se escribió sobre el nombre de Neferteri, otros opinan que el nombre original era el de Meritatón.

Restauración

Esta máscara ha sido desde su descubrimiento el principal atractivo del Museo Egipcio de El Cairo, y en el pasado cobró gran protagonismo por un desafortunado accidente. En 2014, durante la limpieza de la vitrina que envuelve el objeto, la máscara se cayó y la barbilla se soltó accidentalmente. El responsable de la rotura, fruto de los nervios, intentó repararla con un pegamento de papelería, lo que ocasionó un daño aún mayor al objeto. Por suerte, las autoridades egipcias decidieron invertir en una adecuada restauración para reparar todos los daños causados.

Museo de El Cairo

Museo de El Cairo

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En 2018, un equipo de expertos alemanes se encargó de la restauración, en colaboración con las autoridades egipcias. Se invirtieron cerca de 110.000 euros en total, tanto para una correcta reparación de la barbilla como para eliminar los desperfectos en la pintura que se habían causado. De hecho, gracias a este proceso, se encontró un tubo de oro dentro de la barbilla, que fue utilizado para acoplar la pieza a la máscara. El material que se empleó para unir ambas partes fue cera de abejas, puesto que los restauradores optaron por emplear un producto natural por encima de cualquier sintético. Ahora, la máscara está preparada para ser el principal atractivo del Nuevo Museo Egipcio.

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