Al mal tiempo buena cara: planes con frío y nieve
Si no puedes con el invierno, únete a él. Ahora que el termómetro vuelve a desplomarse, aquí van unas propuestas para sacarle provecho

Parecía un cambio definitivo, pero era tan sólo una tregua. Una nueva ola de frío acecha toda la península con amenaza de nieve y temperaturas gélidas. Busquemos, pues, hedonismo invernal en estos acogedores planes que, oye, tampoco están mal…

Una sesión de spa
De pronto el invierno puede parecerte una señal divina del paraíso terrenal si la opción es refugiarte en un spa y pasar largas horas a remojo de una aguas calentitas (el contraste con el frío tampoco viene mal), disfrutando de unos chorros estimulantes, sumergido en aromática espuma… y comprobando que el silencio absoluto es posible, que el relax era lo que te iba faltando desde hacía mucho tiempo. Si la experiencia, además, se completa con un masaje, ya nada podrá hacerte más feliz. Barcelona, Sevilla y Almería tienen el privilegio de contar con los baños de Aire que son toda una tentación.
Un buen plato de cuchara
Nada hay más apetecible que un calórico plato invernal para plantar cara a los rigores del frío. Platos que sólo apetecen en esta temporada (ni pensar en ellos cuando aprieta el calor) y mucho más si se degustan con la bucólica estampa de la lluvia golpeando tras el cristal. Por suerte nuestra gastronomía goza de un repertorio de lo más sabroso y variado para darle caña al cuchareo. Desde la capital, donde, por cierto, está la Ruta del cocido madrileño hasta el 31 de marzo, hasta la mítica y deliciosa fabada que encontramos en Asturias, pasando por el gazpachuelo de Andalucía, el cocido montañés de Cantabria o la sencilla pero reconfortante sopa de ajo castellana… Sólo por poner unos apetitosos ejemplos.

Un hotel con chimenea
El mal tiempo implica el auténtico disfrute de un hotel. Es decir, la no necesidad de abandonarlo para ver mundo porque sólo entre sus paredes se puede hallar el bienestar. Ya puede haber un paisaje fantástico en el entorno, pero aquí dentro, acurrucado libro en mano al calor de la chimenea, contemplando los copos hipnóticos desde la ventana, habrás dado con la panacea del frío, la sensación de auténtico de hogar. Muchos son los alojamientos cálidos y reconfortantes (y con chimenea, por supuesto) desperdigados por nuestra geografía. Consolación en la comarca de Matarraña (Teruel) o La Malcontenta en el Empordá (Girona) son dos opciones estupendas.
Un baño cultural
Cuesta salir de casa pero no tanto si la meta está enmarcada entre cuatro paredes y goza de calefacción. Y esto es lo que suele pasar (casi siempre) cuando elegimos un plan cultureta. Una sesión de cine, un espectáculo teatral, un concierto en un auditorio (ya llegará la bendición del aire libre…), una exposición en un museo… son propuestas calentitas que, además, alimentan el alma. Es cuestión de comprobar la agenda de tu propia ciudad. Arco (la feria artística más importante del país) en Madrid o la retrospectiva de Brassai (el fotógrafo del París oscuro) en Barcelona son sólo un par de sugerencias.

Esquiar, claro
Porque ¿qué sería del invierno sin su deporte rey? Para muchos, amantes enfervorecidos de deslizarse por las pistas, un auténtico fiasco. Por eso aprovechemos que aún está nevando en las montañas para entregarnos a esta práctica tan apasionante. Lo tenemos fácil gracias a las múltiples estaciones que salpican el territorio. Baqueira-Beret, Sierra Nevada, Candanchú, Cerler, Valdezcaray… que no se diga que no hay opciones para apurar los días de frío y nieve.
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