Los bares de hotel más famosos (y curioso) del mundo

Al elegir alojamiento hay que tener en cuenta un elemento, para muchos, imprescindible: el bar del hotel. Los hay para literatos, para mitómanos, a 200 metros de altura... Bienvenidos a las barras de hotel más famosas del mundo.

Bar del Dukes Hotel, en Londres, donde se prepara el combinado más antiguo del mundo, el Saveraz.
Bar del Dukes Hotel, en Londres, donde se prepara el combinado más antiguo del mundo, el Saveraz.

Muchos grandes literatos pasaron horas de tertulias y cócteles en bares de hoteles que hoy gozan, gracias a esos clientes, de fama mundial. El Ritz de París (Place Vendôme. www.ritzparis.com) cambió el nombre de uno de los suyos por el de Hemingway, ya que era uno de los lugares preferidos del escritor. Revestido en madera y con sillas de cuero, el bar ha recuperado el espíritu de antaño y en él se puede disfrutar de los whiskies pure malt que tanto gustaban al estadounidense y de cervezas de todo el mundo acompañadas de tapas, en recuerdo de su pasión por España. Tras la barra, Colin Field, uno de los mejores barman del mundo, sirve espectaculares cócteles.

Fue precisamente en el Ritz de París donde se formó otro ilustre tras la barra, Alessandro Palazzi, el número uno en el Reino Unido. Para probar su dry martini o su clásico Sazeraz, el combinado más antiguo del mundo, hay que acercarse hasta el bar del renovado Dukes Hotel (St. James''s Place. www.dukeshotel.com), en Londres, y sentarse en una de sus sillas de terciopelo azul. Aunque si por algo es célebre este bar es por su amplia selección de rarísimos cognac, algunos de los cuales datan de 1800.

Para buscar sitios con historia no hace falta remontarse tantos años atrás. Muchos amantes del séptimo arte sienten debilidad por el New York Bar del Hotel Park Hyatt de Tokio (3-7-1-2, Nishi Shinjuku, Shinjuku- Ku. www.tokyo.park.hyatt.com), donde Bill Murray y Scarlett Johansson compartieron escenas en la película Lost in translation. Sus vistas sobre la ciudad -está ubicado en la planta 52- son privilegiadas y con música de piano siempre de fondo. Panorámicas de altura tiene también el Burj al Arab (4147, Dubai. www.jumeirah.com), todo un icono arquitectónico que se eleva hasta los 321 metros de altura. A los 200 metros, en la planta 27, hay que pararse: es ahí donde abre sus puertas al horizonte el Skywiew, un lujosísimo bar donde lo mismo te puedes tomar el té de media tarde que un gintonic a las dos de la mañana colgado casi del mismo cielo. Otro no apto para miedosos es el Cloud 9, en la planta 87 del Grand Hyatt de Shanghai (Jin Mao Tower, 88 Century Avenue, Pudong New Area. shanghai.grand.hyatt.com), desde el que se obtiene una panorámica de 360º de la metrópoli china. Una copa de champán -tiene una amplia carta con las mejores marcas- quizás potencie el vértigo en este sky-lounge futurista.

Elegante pero con un toque muy chic es el Planet Champagne, el bar del Mount Nelson Hotel (76, Orange Street. www.mountnelson.co.za), de Ciudad del Cabo (Suráfrica), con chimenea y terraza para disfrutar según sea la estación del año. La estrella de la carta de bebidas es el Dom Pérignon Cuvée Rosé de 1996, a 600 € la botella.

Más cosmopolita y sofi ticado es el Salón de Ning, instalado en la azotea del Hotel Península de Nueva York (700 Fifth Avenue at 55th Street. www.peninsula.com). La decoración es oriental, así que tampoco faltan las camas chinas en las que es posible recostarse mientras se contempla, trago en mano, la Quinta Avenida.

Otros must en la ciudad de los rascacielos son los bares Rose y Jade del Gramercy Park Hotel (2, Lexington Avenue. www.gramercyparkhotel.com), de aires exclusivos, con obras de Andy Warhol y Damien Hirst y muebles diseñados por Julian Schnabel. Abre hasta las cuatro de la mañana, tiempo más que suficiente para tomar un Bohemian Side Car o un Vanilla Passion, los cócteles más solicitados. Y hablando de solicitud, quizás sea el momento de hacer una reserva en el hotel submarino Poseidon Undersea (www.poseidonresorts.com), en Fiji, que será inaugurado en 2010. Su water bistro promete una perspectiva azul imposible de olvidar.

Síguele la pista

  • Lo último