
Pero el espacio mini no parece estar reñido con los servicios que demanda el viajero moderno y las cápsulas ya no son lo que eran las pioneras de Japón y ahora están equipadas con todas las comodidades (al menos todas las que quepan).
El habitáculo se abre y cierra con un código de seguridad. Hay conexión wifi en todo el área del hotel, instalado en un coworking y acceso a zonas con servicios y duchas. También se ofrecen cajas de seguridad monitorizadas las 24 horas, terraza desde contemplar Lucerna desde lo alto y otras zonas comunes como cocina y salón donde encontrarse con el resto de ocupantes de la cápsula.

Y dentro de las cápsulas también hay, claro está, categorías. Están las estándares y luego las hay hasta con pantalla plana de televisión, con cama King size o la más "lujosa", con ventana y en la que incluso te puedes llegar a poner de pie.
Para más información, Capsule Hotel de Lucerna