Hemos encontrado la casa más solitaria del mundo

¿Alguna vez has fantaseado con alejarte del ajetreo del día a día y mudarte a un lugar tranquilo y remoto? Eso mismo debió ser lo que pensaron quienes construyeron esta aislada casa: la casa más solitaria del mundo. La construcción se levantó en la década de 1930 en Elliðaey, una pequeña isla en la costa sur de Islandia, y su única compañía es la madre naturaleza.

Esta isla de 0,4 kilómetros cuadrados es una de las 18 que conforman el archipiélago de Vestmannaeyjar, un lugar que está catalogado como reserva natural y área protegida por ser una importante zona de anidación de algunas aves marinas autóctonas. Tres de las islas están pobladas actualmente, pero en el caso de Elliðaey, la única vida que acoge es un tipo de ave nórdica llamada frailecillo.

La casa fue construida por cinco familias que vivían permanentemente en la isla y sobrevivían de la caza de aves y la pesca. De esta manera, la casa sirve como una cabaña de caza, aunque no tiene luz ni agua corriente. A pesar de su antigüedad, la construcción se encuentra en buen estado y cuenta con un complejo sistema que recoge el agua de lluvia para utilizarla para beber o lavar e incluso para alimentar la sauna con la que cuenta. Además, la única manera de acceder a ella es trepando por uno de sus escarpados acantilados.

¿Quién vive en la casa?

Han sido muchos los rumores que a lo largo de los años han acompañado a esta solitaria casa. Desde que está embrujada hasta que está habitada por un ermitaño fanático religioso o un multimillonario que está esperando un inminente apocalipsis zombi. El rumor más extendido es que en ella vive la cantante islandesa Björk, pero no se trata más que de especulaciones.

La realidad resulta menos fantasiosa, y es que a día de hoy la vivienda solo es habitada algunos días del año por los cazadores locales de frailecillos que pertenecen a la Asociación de Caza Elliðaey. Los miembros de esta asociación organizan excursiones para cazar esta ave, que a pesar de estar en peligro de extinción, el gobierno islandés permite su captura.

De igual manera, algunas compañías de tours ofrecen excursiones de un día para aquellos turistas que quieran vivir una experiencia de aislamientos y aventura, al mismo tiempo que disfrutan de las vistas espectaculares que ofrece la naturaleza islandesa.