Francia tiene que regalar 3 vacas a España cada año: así el Tratado de las Tres Vacas, el más antiguo de Europa
No nos pondremos de acuerdo en todo, pero en las vacas sí.
Si de rarezas y singularidades se trata, Francia y España van sobradas. Y más con este acuerdo tan extravagante. “Francia tiene que regalar 3 vacas a España cada año”. Ese es el titular, da que pensar. Parece un guion de los ZAZZ o de los Monthy Piton, o un sketch de Martes y 13, o José Mota o cualquier cómico con ganas de reírse del mundo.
Nuestros vecinos del norte
En la frontera tiran la fruta de los camiones españoles que entran a Francia, en Paris silban a los tenistas ibéricos y una vez al año nos regalan tres vacas para compensar toda la malicia. La historia es esta:
Esta ceremonia tiene lugar el 13 de julio en el collado de Ernaz, reuniendo a los habitantes de dos valles: Baretous en Francia y Roncal en España. Aunque no se sabe exactamente cuándo comenzó este tributo, se reconoce como el tratado internacional más antiguo de Europa, documentado por primera vez en una sentencia de 1375 tras una disputa en los Pirineos que data del año 125. En 2011, el Gobierno de Navarra declaró este evento como Bien de Interés Cultural Inmaterial.
La ceremonia se celebra en la Piedra de San Martín, un punto fronterizo entre España y Francia, y se ha llevado a cabo ininterrumpidamente desde al menos 1375. Esta práctica, nacida en la Edad Media, ha sobrevivido a pesar de los numerosos conflictos entre ambos países a lo largo de los siglos.
Qué dice la historia
Según registros históricos, el Tributo de las Tres Vacas se originó en la Baja Edad Media. La disputa original que dio lugar a esta tradición ocurrió en 125, cuando los cimbros y los baretonenses invadieron la región. La solución llegó en forma de una sentencia en 1375, estableciendo la entrega anual de tres vacas como símbolo de paz y cooperación entre los dos valles.
Este evento no solo refuerza los lazos históricos entre las comunidades de ambos lados de la frontera, sino que también celebra la continuidad de una tradición que ha resistido el paso del tiempo. El acto se realiza en un entorno natural impresionante, lo que añade un componente escénico a esta ya fascinante ceremonia.
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