Entramos en la Suite Real del Westing Palace, donde durmieron Ava Gardner, Sofía Loren, Dalí...

Considerado un icono de la industria hotelera de lujo en la capital de España desde 1912, el hotel ha sido y sigue siendo uno de los preferidos por actores, escritores y artistas en general. Un innovador desde su apertura, el primero en tener teléfono y cuarto de baño en cada una de sus habitaciones.

Siguiendo su estrategia de renovación de las 419 habitaciones y 51 suites, ahora le ha llegado el turno de la “joya de la corona”, su Suite Real, un espacioso entorno de lujo con espectaculares vistas de la Plaza de Neptuno.

La Suite Real de The Westin Palace, una de las habitaciones con más historia de Madrid acaba de volver al mercado tras varios meses de cuidadosa renovación. El interiorismo, obra de estudio londinense Areen Hospitality aporta un toque de elegancia contemporánea a una suite que, desde la inauguración del hotel, ha sido un referente de hospitalidad y lujo y hogar de las más rutilantes estrellas y de las personalidades más importantes. La Suite Real ha acogido durante sus estancias en Madrid a personalidades como el príncipe Aga Khan, Cristóbal Balenciaga, Ava Gardner, Pavarotti, Sofía Loren, María Callas, Lauren Bacall o Dalí, entre otros.

El objetivo de la renovación era devolver el esplendor de antaño a esta mítica habitación, evolucionando del clasicismo hacía un diseño más fresco y contemporáneo, pero sobre todo, mucho más acogedor para el huésped. Para ello se ha puesto el énfasis en los tonos relajantes, la luz natural y un mobiliario hecho medida de formas orgánicas.

La suite real tiene una amplitud que lo dice todo: 160 m2. Junto a la impresionante master suite y su elegante baño de mármol negro y amarillo, destacan un original salón oval en el que llama la atención el diseño de una lámpara con motivos vegetales. También hay un comedor que puede convertirse en sala de reuniones e incluye un sistema de videoconferencia con pantalla de 50” que se mimetiza a modo de trampantojo.

También cuenta con una elegante estancia tipo estudio o sala de estar, con impresionantes vistas a la Plaza de la Independencia y un mueble bar digno de reyes con todo tipo de bebidas y servicio de bar.