Cómo obtener los mejores resultados al fotografiar aves

Para obtener buenas fotografías de aves es conveniente contar con un equipamiento mínimo. Lo mejor es optar por un objetivo de focal fija de 300 o 400 mm. También ayudará disponer de un monopié, ropa de camuflaje y saquitos de semillas para apoyar la lente y atraer a los pájaros.

Por otro lado, la cámara debe configurarse en modo de enfoque automático salvo que se tenga muy claro el lugar exacto por el que va a pasar el ave. No obstante, los puntos de enfoque sí deben seleccionarse manualmente para ayudar a la cámara a enfocar justo la parte de la escena que interesa. Seleccione el punto de enfoque que coincida con la cabeza del pájaro, y coloque este último a un lado del encuadre para lograr composiciones más interesantes (la conocida regla de los tercios también es aplicable aquí).

En cuanto al modo de medición, si las imágenes quedan un poco sobre o subexpuestas, cambie de medición parcial o puntual a ponderada central. Como las aves ocuparán una posición central, este modo permitirá lograr una exposición mucho más precisa del colorido animal. A la hora de fotografiar pájaros, conviene elegir también una apertura amplia de entre f/2.8 y f/5.6 para conseguir una escasa profundidad de campo. De ese modo el sujeto aparecerá perfectamente nítido, mientras que el fondo quedará desenfocado. Para conseguir este efecto resultará de una gran ayuda contar con un teleobjetivo luminoso de focal fija.

Para conseguir los mejores resultados al fotografiar aves situadas en el suelo o en el agua, utilice una posición baja, aunque eso signifique tumbarse en el suelo con la lente apoyada sobre un saquito de semillas; sólo de este modo logrará obtener los mejores resultados.

Por último, al fotografiar aves en pleno vuelo, emplee la técnica del panning. Use una velocidad de 1/100, mueva la cámara suavemente de un lado a otro siguiendo la trayectoria del pájaro, y pulse el disparador para tomar una ráfaga. Así captará en su fotografía el movimiento del animal.