Cómo conseguir las mejores fotografías de paisajes

Antes de empezar a fotografíar escenas de paisajes, resulta conveniente examinar bien toda la extensión del terreno. Busque una referencia, un punto focal de la imagen que guíe al ojo a través de la misma (como una granja, una hilera de árboles o una roca). Por otro lado, trate de fotografiar sus paisajes con el sol situado siempre un poco a la derecha o a la izquierda. Si trabaja de espaldas a él conseguirá cielos con un azul muy claro y unos colores estupendos, pero las sombras del suelo perderán definición y ello dará lugar a unas instantáneas carentes de vida.

Otro aspecto que es necesario tener en cuenta a la hora de captar paisajes es el objetivo que se va a emplear. Con la utilización de un objetivo estándar de 18-55 ó 24-70 mm obtendrá unas imágenes bastante aceptables. Ahora bien, si desea conseguir fotografías mucho más amplias, le aconsejamos el uso de una lente gran angular con una distancia focal de unos 16-35 mm.

El modo de exposición más adecuado para fotografiar paisajes es el de Prioridad de apertura ya que permite configurar la apertura necesaria para asegurar la profundidad de campo suficiente. La cámara fotográfica ajustará la velocidad de obturación en consecuencia, pero también es probable que tenga que incluir una compensación positiva o negativa para que el brillo general armonice con las partes más esenciales de la foto.

Respecto a las mejores horas para efectuar fotografías, el alba y el crepúsculo son los momentos más idóneos. En esos periodos de tiempo podrá captar unas hermosas vistas con cielos cálidos repletos de color y la típica luz de la hora dorada. Consulte los informes meteorológicos y evite los días nublados, aunque los días claros con pequeñas nubes serán los más adecuados para conseguir los cielos más vivos. No obstante, si encuentra un cielo nublado y gris, recuerde que puede solucionarlo utilizando un filtro graduado de densidad neutra.