Así viven en Aomori, la ciudad donde más nieva del mundo

¿Te parece que la borrasca Filomena ha sido una brutalidad? En Aomori están acostumbrados a capas de nieve de... ¡ocho metros!

Aomori
Aomori / PixHound

Aomori es una ciudad de unos 280.000 habitantes situada en la prefactura del mismo nombre de Japón. Y es la población más nevada del mundo, según datos de AccuWeather, con un promedio ocho metros de grosor de nieve cada año.

Aomori
Aomori / winhorse / ISTOCK

Para que te hagas una idea: la segunda ciudad donde más nieve del mundo es Sapporo, también en Japón, y allí la capa de nieve alcanza cada año los cinco metros de media. Y en Madrid, a día de hoy paralizada, nos hemos echado las manos a la cabeza porque el grosor ha llegado este fin de semana al medio metro.

Muros de nieve

Durante el invierno, en Aomori es habitual circular por carreteras despejadas con paredes de nieve a los lados de varios metros de altura.

Pero sus habitantes, que ya lo ven como algo normal, se lo toman con humor: celebran la llegada de la nieve con festivales de invierno, castillos y otras figuras enormes, y desfiles por la ciudad.

Aomori
Aomori / PixHound / ISTOCK

Varios tramos de la carretera nacional se cierran cada invierno. Antes de que vuelva a abrir en abril, un equipo con enormes excavadoras se pasa casi un mes limpiando el asfalto. Debido a las toneladas de polvo que retiran a un lado y otro, terminan creando un corredor de nieve espectacular.

El “túnel” blanco es tan impresionante que los visitantes vienen todos los años a caminar aproximadamente ocho kilómetros, a través del corredor, antes de que se reabra la carretera.

¿Por qué nieva tanto?

Aomori es una ciudad costera del norte de Japón ubicada entre las montañas Hakkōda y la bahía de Mutsu, por eso recibe tantas y tan intensas borrascas en invierno. Los fuertes vientos colisionan cuando vienen de las montañas y el mar, creando muchas nubes muy rápidamente.

Aomori
Aomori / くろふね

En esta estación del año, sus habitantes están habituados a retrasos y paros en el transporte público, y las carreteras de la prefactura llenas de coches temporalmente abandonados (unas imágenes que en España nos han espantado) son un escenario cotidiano.

Todo el día con la pala en la mano

Es tanto lo que tienen que excavar los ciudadanos para que su parte de calle sea transitable (y, básicamente, puedan salir de sus portales), que en los días de nieve más intensa prácticamente no dejan de hacerlo en todo el día, e incluso se llevan la pala a la oficina.

Aomori
Aomori / Shirota Yuri

Pero una vez más, se lo toman con humor: el uso de la pala se plantea como un ejercicio diario, no como un laborioso engorro. Y de hecho, varias organizaciones, como si fueran gimnasios, proponen ejercicios mientras se excava (incluidos los calentamientos previos), para poner en forma diferentes partes del cuerpo.

Aceras que se calientan solas

Algunas aceras de la ciudad tienen un sistema de calefacción eléctrica por el que suben de temperatura y logran no estar cubiertas de nieve y hielo.

Aomori
Aomori / winhorse

Pero eso no impide que muchas partes de la ciudad sigan cubiertas y se conviertan en una peligrosa pista de hielo. Por eso, los crampones, las botas de monte con grandes tacos o incluso las raquetas son una calzado habitual en la ciudad.

¿Se queda la ciudad totalmente aislada en invierno?

No del todo. La línea ferroviaria de alta velocidad que une Aomori con Tokio tiene un sistema rociador de agua tibia en las vías, para evitar colapsos. Y el tren de cercanías suele funcionar con regularidad, e incluye estufas frente a los asientos de pasajeros, para que no se congelen durante el viaje.

Aomori
Aomori / くろふね

Y el cercano aeropuerto de Aomori tiene un equipo con 38 vehículos quitanieves que se encarga de despejar las pistas constantemente, para que se pueda despegar y aterrizar sin problemas.

Tags _

Síguele la pista

  • Lo último