Ángela Boix: “En los viajes hasta los problemas se convierten en una anécdota bonita”

La actriz se quedó fascinada con la cultura alemana y portuguesa, y ahora han sido las Islas Canarias quienes la han cautivado

La viajante - Ángela Boix
La viajante - Ángela Boix / Noemí del Val

Un largo viaje en coche, un autoestopista misterioso y una carretera desértica. Esta es la premisa de La Viajante, la última película de Miguel Mejías, una road movie protagonizada por Ángela Boix, que llega a los cines hoy día 2 de julio. La actriz nos habla sobre las localizaciones de la película, los viajes que más le han impactado y sus proyectos de futuro. Y es que la madrileña siempre está ocupada, ya sea en cine en teatro, o conociendo el mundo.

¿Qué ha supuesto para ti hacer esta película?

Ha sido un viaje muy largo con Miguel Mejías, que para mí es una persona que se ha convertido en mi hermano. Él y yo fuimos compañeros de piso y generamos una relación artística muy bonita, y en los tiempos muertos rodábamos cortos en casa. Entonces para mí esta película es sobre todo un viaje con él, un viaje de mucha espera porque la película tardó muchísimo en poder grabarse.

Pero sobre todo ha sido un viaje por muchas fases de mi vida. Me he visto cambiar y yo he visto a Miguel cambiar. Para mí ahora mismo representa algo muy personal en mi relación con él.

¿Dónde rodasteis la película?

En las Canarias, concretamente en Tenerife, en Fuerteventura y en Gran Canaria. Yo no había estado allí nunca y me pareció una sensación tan fuerte... la sensación de que el Atlántico está ahí, de apertura hacia el océano. También una sensación como de peligro, de lo que venga, del mar, del océano o del cielo. Nunca había estado en una isla tanto tiempo y me impactó mucho.

Ángela Boix

Ángela Boix durante la entrevista

/ Noemí del Val

Como el guion no tiene prácticamente diálogo y la información es siempre muy ambigua y simbólica, todo lo que es el paisaje, la fotografía y la atmósfera son tan importantes que de alguna manera son tan protagonistas como los personajes.

¿Qué lugar recomendarías para visitar allí?

Trabajé muchísimo, así que apenas tuve tiempo libre. Pero lo que conocí de las islas me pareció increíble. Fuerteventura tiene una gran belleza, pero a la vez tiene un viento insoportable. Yo después ha vuelto a las Canarias para visitar La Gomera y La Palma, así que sinceramente recomiendo todas las islas. Me parece una bestialidad cómo puede haber tantos ecosistemas en tan poco espacio.

¿Alguna anécdota del rodaje?

Yo siempre recuerdo con mucho cariño el día que rodamos la escena con la mariposa, la escena donde realmente arranca la acción de película. Es una escena muy importante y si cualquier elemento fallaba, había que volver a grabarla. A nivel interpretativo, me parecía súper compleja porque era de mucha emoción y a la vez muy contenida. Miguel me fue coreografiando al milímetro cómo tenía que ir moviéndome. Tuve que grabarla muchísimas veces. Yo siempre la recuerdo como uno de los momentos más bonitos a nivel actoral.

¿Cómo te preparaste para el papel?

Yo creo que fundamentalmente el trabajo fue el entender, a través del guion, cuál era el mapa a través del cual iba pasando este personaje, es decir, ir desgranando todos los temas y entender cuáles eran las preguntas que los motivaban. Entonces trasladé esas preguntas a mi vida personal: ¿Cómo me afecta el hecho de saber que voy a morir?, ¿qué siento con respecto a la muerte?, ¿qué me da miedo de perder a un ser querido?, ¿qué puedo o no puedo cambiar de mí?, ¿qué quiero y qué necesito en la vida?...

Ángela Boix

Fotograma de 'La viajante'

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Más que construir un personaje, la cuestión era conectar con una serie de preguntas vitales, que en el rodaje la vivencia de esas preguntas estuviera presente y tener muy claro por dónde estaba pasando el personaje en cada momento para saber qué preguntas se activaban en cada parte, qué sensaciones e inquietudes guían al personaje en cada caso. Además, antes de empezar a rodar, como preparación también pasé mucho tiempo sola.

¿Tus anteriores trabajos han tenido este mismo estilo?

No, solo los que he grabado con Miguel. Él hace un cine muy sensorial, atmosférico y delicado. Además, yo vengo del mundo del teatro done hay mucho texto, así que tengo otra tendencia. Es algo prácticamente nuevo para mí y exclusivo de Miguel.

¿Entre cine y teatro con qué te quedas?

Estoy muy enamorada de los dos. Es verdad que ahora tengo muchos deseos de hacer cine, ya que he hecho sobre todo teatro, que de alguna manera te permite estar siempre entrenada, en activo y en un proceso creativo. Yo creo que el teatro es un lugar donde crecer, pero luego está el cine, que es como una sensación de conquista: vamos a conquistar esto y una vez está conquistado, se abandona y pasas a otra cosa. El cine supone una exigencia súper intensa en muy poco tiempo. Pero hay algo de adrenalina y de delicadeza que no está tan presente en teatro.

Ángela Boix

Fotograma de 'La viajante'

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¿En qué otros lugares has rodado algún trabajo?

En Trier, en Alemania, rodamos un corto que se llamaba Icelands con mi novio y Miguel. Era un lugar precioso con un río enorme y caudaloso. También hice otro corto, Ahora seremos felices, con Borja Solé en las Azores. Fue impresionante y me gustaría mucho volver. Tiene muchísimos climas y paisajes impresionantes. Luego por la península he grabado en diferentes localizaciones como Soria o Burgos.

Incluso cuando no es un viaje externo, los paisajes cambian constantemente. Por ejemplo, si ahora estás trabajando en un teatro, tu rutina gira alrededor de hacer una determinada ruta por tu ciudad al llegar hasta allí. Lo que toca en esa fase de tu vida es ver ese paisaje, estar ahí con esa gente, y va cambiando con cada trabajo. Es una sensación de viaje y de aventura permanente.

¿Alguna vez habías hecho un viaje por carretera tú, sola como en la película?

Sola nunca he viajado, pero tengo ganas de hacerlo. El verano del año pasado me alquilé un coche con mi novio y nos fuimos a Portugal y lo recorrimos desde el sur de hasta el norte. Este tipo de viajes son las vacaciones perfectas, no saber dónde vas, coger el mapa e ir a donde te apetezca. Y es curioso que mientras estábamos rodando, y también después, soñaba que viajaba en el mismo coche de la película.

Ángela Boix

Fotograma de 'La viajante'

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Cuando las condiciones lo permitan, ¿a dónde te gustaría viajar?

Pues sinceramente, quiero repetir el viaje a Portugal por otra ruta, porque hubo lugares por los que no pasamos y me gustaría ir. Por un lado, es el lugar, pero también la manera viajar. Por ejemplo, me estresaría mucho viajar a Portugal en uno de estos viajes organizados por agencias. Y me encantaría viajar por Turquía de esta manera, es decir, alquilando un coche y no teniendo una ruta prevista. Eso es lo que me ha enganchado.

También echo de menos Asturias. Desde pequeña, mi familia y yo viajábamos a allí todos los veranos y era maravilloso. Recuerdo la playa de San Antolín, una playa preciosa e inmensa, justo en la desembocadura de un río. Esos viajes de infancia son muy bonitos.

Me gustaría también volver a Almería, porque me gustan mucho los ambientes desérticos, sobre todo esa mezcla del mar y el desierto. Esto es lo que me fascinó de Fuerteventura, esos caminos áridos como si estuvieras en un western. Hay algo en ese tipo de paisajes que me que me atrapa mucho.

¿Algún viaje que te haya impactado?

Oporto. Es un lugar que me parece muy intimista, pero a la vez muy de aventura. También me encantó un viaje que hice a Canadá. Además, yo estuve en Alemania de Erasmus, en Dortmund, y fue una experiencia súper bonita e irrepetible donde conocí a gente maravillosa. Me enganchó un poco la cultura alemana porque ahora, años después estoy con alemán. Yo creía que no iba a volver, pero hay algo en Alemania que me atrapa.

También hace muchos años estuve en Argentina, en Buenos Aires. Fue un poco como viajar al pasado, como si estuviéramos en España, pero en los 60. Y la gente era estupenda, muy cálida.

¿Un viaje que no repetirías?

No me gusta nada Benidorm por la masificación. O por ejemplo, en Lisboa hay zonas en las que piensas que puede ser cualquier ciudad. Lo que odio de viajar es que el lugar no sea distinto a otros y parezca que estás en el mismo lugar. Podrías estar en el centro de Madrid o podrías estar en Londres, ya hay algo estandarizado que está presente en todos los lugares.

¿Alguna anécdota de un viaje?

Yo estoy en una compañía de teatro que se llama Colectivo Fango, nos salió un bolo en Málaga este mes de mayo y fuimos en furgoneta. Durante el trayecto, aparcamos para ir a comer y al conductor se le olvidó poner el freno de mano y se estampó la furgoneta contra un camión. Suerte que luego el camionero era majísimo, pero fue algo surrealista. Nos reímos un montón y eso es algo que me gusta mucho de los viajes, que tienes tan buen humor que hasta los problemas se convierten en una anécdota bonita. Todo se ve diferente, todo es diversión.

Ángela Boix

Fotograma de 'La viajante'

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¿Tienes ya algún proyecto pensado para el futuro?

Voy a estar en el Teatro Español, en la sala Margarita Xirgu, con una obra que se llama El mal de la montaña, que dirige Francesco Carril y Fernando Delgado Hierro, y con Luis Sorolla también de actor. Es un texto muy bonito del dramaturgo argentino Santiago Loza.

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