7 viajes que debes hacer antes de cumplir 65 años: son los destinos más especiales del mundo

Dicen que existe un viaje para cada tipo de persona, que no todos los lugares conectan igual con todo el mundo. Pero lo que sí es seguro es que hay algunos viajes que hay que hacer al menos una vez en la vida y otros que todos deberían realizar antes de cumplir los 65 años, una edad que suele implicar el fin de una era ya que después llega la jubilación. Desde destinos más cercanos hasta los más remotos, recorremos el mundo antes de llegar a esta edad.

Alcanzar la Catedral de Santiago de Compostela tras días y días caminando sin parar es una de las sensaciones viajeras más puras y delicadas que existen. No importa si se es creyente o no, esta peregrinación debería hacerla todo el mundo al menos una vez en la vida.

Existen diversas opciones y recorridos más largos que atraviesan frondosos bosques, acantilados escarpados, preciosos pueblos o grandes ciudades. Aunque lo más bonito del Camino es la gente que se halla en él.

Descubrir México es adentrarse en una cultura única, marcada por una deliciosa gastronomía y salpicada de unos paisajes espectaculares. Conocer sus ruinas mayas como las de Chichén Itzá o Tulum es una gran oportunidad para viajar al pasado más remoto y hechizante del país.

Aunque también es una gran opción elegir la Riviera Maya para escapar del barullo, nadar en los cenotes y disfrutar de las múltiples playas paradisíacas de la zona.

No se puede hablar de grandes viajes sin mencionar la cuna del sueño norteamericano. Ya sea por su encanto adquirido a través de la gran pantalla que tantas veces lo ha plasmado o por su atractivo urbanístico, Nueva York es un destino que debería visitarse antes de cumplir los 65 años.

Encaramarse al Empire State, navegar junto a la Estatua de la Libertad, pasear por Times Square o cenar en un típico 'diner' son actividades que no deben dejarse pasar en un viaje por la ciudad que nunca duerme.

Son 79.000 hectáreas repletas de la naturaleza más pura con una diversidad de hábitats inigualable: sabanas, volcanes, bosques, pantanos, estepas, picos nevados en el macizo de Rwenzori...

Es el refugio de los hipopótamos, los gorilas de montaña, elefantes, leones, okapis, chimpancés y cientos de aves que proceden de Siberia. El Parque Nacional de Virunga es el parque natural con mayor diversidad de África, por lo que supone un destino único del que nadie se arrepentirá.

Turquía es un país con una riqueza incomparable. Se dice que es el país de las dos culturas porque está a medio camino entre Oriente y Occidente, con ciudades que son asiáticas y otras tantas que son europeas. E incluso algunas, como Estambul, que tienen lo mejor de cada casa, como quien dice.

Sin embargo, si hay un destino dentro del país que resulta tan atractivo como sobrecogedor es la Capadocia, ese paisaje tan característico lleno de globos aerostáticos y formaciones geológicas extraordinarias.

El continente asiático alberga numerosos países que son dignos de recorrer, desde China hasta Japón, pasando por Tailandia o India. Pero Corea del Sur tiene un encanto especial. Su capital, Seúl, está llena de cultura, modernidad que se mezcla con la tradición.

Lugares impresionantes por su arquitectura y zonas naturales espectaculares. Además, tiene una de las gastronomías más ricas del mundo, por lo que acaba siendo un destino tan completo que cualquier tiempo allí parecerá poco a los ojos del viajero.

La mayor variedad paisajística de Centroamérica se encuentra en Costa Rica sin lugar a dudas. El país de la Pura Vida esconde secretos que no pueden conocerse en un solo viaje, pero sí algunas pinceladas recorriendo sus parques naturales más famosos como Guanacaste, Tortuguero, Cahuita, Arenal o Manuel Antonio.

Aquí nos toparemos tanto con playas de ensueño como con animales salvajes como perezosos, quetzales, monos congos, tortugas, ranas y casi un millón de especies que se reparten por todo el país. Todos estos destinos esperan al viajero que, antes de cumplir 65 años, quiera conocer buena parte del mundo.