Las 7 capitales del graffiti

Muros, edificios y callejones son el lienzo de estos artistas de lo efímero.

Las 7 capitales del graffiti
Las 7 capitales del graffiti / Rainer Lesniewski

Los años 70 trajeron una nueva subcultura artística cuyo campo de operaciones estaba en el ámbito urbano. El hip-hop nació en Nueva York, pero su carisma hizo que pronto se extendiese por el extrarradio de las ciudades de todo el mundo. Las batallas de gallos sostenidas por ‘scratches’ y los movimientos imposibles del break dance fueron las vías de expresión en lo musical. En las artes plásticas, la firma efímera y clandestina se impuso en las calles. Los graffitis se convertían en un oasis de color que rompía la monotonía gris de las grandes ciudades. El arte urbano era el grito mudo de la juventud que reclamaba la arquitectura urbana como un derecho propio. Los artistas han ido depurando su técnica dejando su huella en forma de obras que nada tienen que envidiar a las que se exponen en galerías de arte. Algunos graffitis, lejos de “ensuciar”, dotan de un carácter propio a la ciudad, y su fastuosa belleza deja boquiabiertos a los transeúntes. Estas son las ciudades donde se exhiben algunos de los graffitis más impresionantes del mundo:

1.- Berlín, Alemania

La capital de Alemania tiene la mayor concentración de graffitis de toda Europa. Los restos del muro se fueron coloreando con el ingenio de cientos de artistas urbanos, siendo la escena de “El beso” entre Erich Honecker y Leónidas Breznev la favorita de los visitantes. Además del muro, las antiguas fábricas de la RDA, convertidas en centros autogestionados, son a su vez verdaderas galerías del arte del spray.

2.- Bristol, Reino Unido

Bristol es sinónimo del graffitero misterioso más popular del mundo. La ciudad portuaria fue la cuna de las obras de Bansky, de las que actualmente se conservan cuatro. La pasión por el aerosol se extendió por toda la ciudad, donde se pueden encontrar todo tipo de ilustraciones hechas con diferentes técnicas y temáticas, que van desde el futurismo hasta el realismo. El estilo chicano de El Mac también ha quedado impreso en este urbanismo británico.

3.- Santiago de Querétaro, México

Querétaro se ha coronado como uno de los máximos referentes del street art en México. Los graffiteros están totalmente integrados en la ciudad, tanto así que en 2017 se eliminaron las sanciones administrativas por pintar las calles. Además, de manera periódica, desde la alcaldía se ofrecen muros libres para que los artistas den rienda suelta a su creatividad. Asimismo, la ciudad mexicana acoge diversos festivales de arte urbano que cuentan con un gran seguimiento.

4.- Madrid, España

El arte urbano vive de manera intrínseca en las calles de Madrid. El pionero fue Muelle, cuya rúbrica fue un clásico durante la Movida madrileña, y del que recientemente se ha descubierto un vestigio en la calle Montera -la única firma del graffitero que se conserva a día de hoy-. Proyectos como Pinta Malasaña, Muros Tabacalera o Paisaje Tetuán han servido para disipar la asociación del vandalismo con el street art. Por las calles de Madrid, se pueden admirar las obras de Suso33, San, Okuda o Borondo, entre otros.

5.- Melbourne, Australia

Graffiti Lane es una avenida hecha por y para el arte urbano. Artistas como Perth, Glasgow, Auckland o San Salvador convirtieron esta calle en una zona caliente del spray, con el consentimiento del ayuntamiento de Melbourne.

6.- San Francisco, Estados Unidos

Las inclinadas calles de San Francisco han sido el epicentro del arte urbano en la bahía californiana. En Ocean Avenue se conserva el impresionante mural de Diego Rivera. Pero el graffiti tiene nombre propio en Mission, un barrio con raíces latinas que destaca por la afluencia de vanguardias artísticas. Uno de sus mayores símbolos es el llamado “mural de las mujeres en el tiempo”, realizado por siete mujeres artistas en 1971. A continuación, en 24th Street, la estructura de la ciudad se vuelca en proclamas sociales y reivindicativas con los más de 80 graffitis realizados por los propios vecinos. Además, cada mes de octubre se celebra el Clarion Alley Mural Project, un festival en el que música y pintura se dan la mano en un proyecto solidario, donde las donaciones aportadas con cada entrada -el precio es libre- van destinadas a la compra de materiales gráficos para los artistas emergentes.

7.- Teherán, Irán

A1one fue el primer graffitero en darle color a las calles de Teherán, convirtiéndose en un icono del graffiti islámico. El carácter reivindicativo de sus obras le ha obligado a mantener el anonimato, pero sus acciones han impulsado a muchos otros artistas urbanos como Magoi, MAD, Nafir o Icy and Sot a tomar los muros de la capital iraní. Los estilos pictóricos de la ciudad están marcados por un fuerte componente político, ejemplificados por Black Hand, conocido como el Banksy iraní. Asimismo, desde los círculos gubernamentales se promovió una campaña para embellecer la ciudad a golpe de spray, con fines puramente estéticos y en homenaje a la Revolución Iraní.

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