4 destinos hacia el interior de Valporquero

De oeste a este León ofrece valles mágicos y montañas encantadas, aldeas y pueblos salpicados entre bosques y glaciares, un auténtico paraíso con alma. Esta exuberante comarca posee la mayor concentración espacial de Reservas de la Biosfera a nivel mundial. Hoy, recorremos la de Los Argüellos.

Cueva de Valporquero
Cueva de Valporquero / Irene González

León posee la mayor concentración espacial de Reservas de la Biosfera a nivel mundial, es la comarca de los ecosistemas, la que junto a Estados Unidos, lidera el ranking mundial de naturaleza. Las 7 Reservas de la Biosfera leonesas suman más de 330.000 hectáreas de naturaleza en estado puro que armonizan la conservación de los recursos naturales con el bienestar de sus escasos y dispersos habitantes, que las miman y las protegen.

Entre pueblos mineros y ganaderos, destaca la Reserva de la Biosfera de los Argüellos, de gran valor por su importante flora y su trascendental fauna. Esta Reserva de la Biosfera es un corredor fundamental para la conexión de las poblaciones cantábricas de oso pardo. Pero también es imprescindible por sus peculiares formaciones geológicas, que componen un interesante entramado de sorprendentes cuevas, como la de Valporquero.

En Los Argüellos, según dicen, se fabrica el mejor yogurt del mundo, y el queso más delicioso. Y también dicen que es el paraíso de los escaladores. Este gran vergel para los amantes de la naturaleza, esta una tierra privilegia por su generoso ecosistema, es un lugar arcaico con gente acogedora. Los Argüellos tienen personalidad propia, un paisaje singular, hombres valientes y emprendedores, y una cocina exquisita donde reinan las carnes, legumbres, embutidos y quesos.

A los pies de la Cordillera Cantábrica, esta gran desconocida se ha mantenido en estado puro por la dificultad de sus accesos. Hoy, lo que antaño fue una desventaja, ha convertido a la comarca en un paraíso que sorprende a cada paso.

Exterior de la cueva de Valporquero

Exterior de la cueva de Valporquero.

/ Irene Gonzalez

Cueva de Valporquero

Ascendiendo por las curvas de las Hoces de Vegacervera llegamos a Valporquero de Torío, donde se halla la impresionante Cueva de Valporquero, de más de un millón y medio de años. En el corazón de la montaña leonesa, esta espectacular gruta se formó cuando el arroyo Valporquero horadó la roca caliza de la montaña y creó recovecos caprichosos. La cueva, que está dispuesta en dos niveles principales de galerías, tiene siete salas visitables. El nivel superior, de más de un kilómetro, llega hasta la grandiosa Sala de las Maravillas. El inferior, el “Curso de Aguas”, es adecuado para espeleólogos y aventureros ya que atraviesa la montaña por su interior, hasta salir a las Hoces de Vegacervera.

Coladilla

En los Argüellos es imprescindible recorrer Coladilla, un idílico pueblo de montaña con tan solo 58 emprendedores habitantes. En Coladilla es imprescindible visitar la quesería donde, dicen, se elabora el mejor yogurt del mundo, así como sensacionales quesos naturales y exquisitos helados. También hay que ver el taller de cerámica Pilar Tirados, artesana cuyo prestigio traspasa fronteras. E imprescindible entrar en la iglesia de Santa Engracia, románica del siglo XII y emblema de esta encantadora villa. Su llamativo arco de entrada tiene grabados trece conchas jacobeas, lo que podría indicar que está vinculada a la ruta del Camino de Santiago.

Vegacervera

Vegacervera.

/ Irene Gonzalez

Vegacervera

En Vegacervera hay muestras evidentes asentamientos astures y romanos, y su puente romano es una buena prueba de ello. Hoy es un paraíso para los amantes del turismo activo por su bravo el río Torío y por sus zonas de escalada y espeleología. Su gastronomía es casi un símbolo cultural con su emblemático el chivo del que se produce uno de los productos cotidianos y típicos, la cecina de chivo, distintivo del municipio. Está rodeado por las Hoces de Vegacervera de impresionante belleza, que con sus espectaculares paredes verticales de cientos de metros, son el Olimpo para los escaladores. No es de extrañar que en 2004 fuese catalogada como Espacio Natural.

Olleros de Sabero y Sabero

A menos de 35 kilómetros está Olleros de Sabero, cuna de la siderurgia y la minería. Como si de un monstruo dormido se tratara, en Olleros se alza el Pozo Herrera I, donde hay que detenerse obligatoriamente para contemplar esta magnífica mina abandonada entre la maleza del bosque, por su arquitectura industrial única e impresionante. Enclavada en la concesión Sabero, fue el primer pozo vertical construido en la provincia de León. Su casa de máquinas, de piedra labrada, es la esencia de la historia de la minería en nuestro país. Muy cerca, hay que visitar el Museo de la Siderurgia y la Minería, en la Ferrería de San Blas, una imponente nave de ladrillo declarada Bien de Interés Cultural.

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