El viaje en tren más bonito del mundo está en España: recorre las zonas más bonitas del norte un interior que te traslada al siglo XX

Atraviesa algunos de los lugares más bonitos de España y montar en él es un auténtico lujo.

El coche panorámico del Transcantábrico
El coche panorámico del Transcantábrico / Renfe

Sentirse en los días de la Belle Époque en España es tan sencillo como montarse en tren. Era uno de los transportes más utilizados, aunque las clases más altas tenían la posibilidad de tener una vivencia inolvidable. Cada viaje en tren era una experiencia en sí misma, no solo se trataba de llegar al destino, sino de disfrutar esas horas en los vagones más lujosos de trenes como el Orient Express.

Eso es algo que todavía hoy puede realizarse gracias al Transcantábrico Gran Lujo de Renfe. Subir en este tren es como transportarse a los felices años 20, viajando en cabinas de auténtico lujo con una decoración propia de la época. En este tren que recorre buena parte del norte español, el destino no importa tanto como el trayecto, que va de San Sebastián a Santiago de Compostela y viceversa.

Adriana Fernández

El recorrido une País Vasco con Galicia en ocho días y con paradas en lugares tan bellos como Santander, Oviedo, Llanes o Cabezón de la Sal. Es como hospedarse en un hotel cinco estrellas pero en movimiento. Con más de 40 años de historia a sus espaldas, el Transcantábrico cuenta con algunas habitaciones con baño privado con hidromasaje, conexión WiFi y servicio de habitaciones durante todo el día.

El interior más lujoso del mundo de los trenes

Las cabinas más impresionantes con las suites Gran Lujo, donde destaca la madera para ofrecer una sensación de calidez y sofisticación. En total, son 14 de cerca de 13 metros cuadrados cada una. Es un espacio tan amplio, que allí mismo se unen salón, dormitorio y baño privado, con comodidades como cama de matrimonio, minibar, pantallas LED o climatización regulable. El objetivo es ofrecer el máximo confort en el que fue el primer tren turístico de España.

El Transcantábrico a su paso por la playa de San Antolin

El Transcantábrico a su paso por la playa de San Antolin

/ Renfe

Por otro lado, están los coches salones: el Salón del Té, el coche Panorama y el salón de entretenimiento. Suponen un lugar perfecto para el relax diurno o nocturno, leyendo, tomando una bebida caliente o simplemente admirando el paisaje a través de los gigantescos ventanales que se reparten por los diferentes vagones. Todos ellos están abiertos las 24 horas, a disposición del cliente en cualquier momento del día.

Es uno de los trenes con más encanto de todo el mundo

Es uno de los trenes con más encanto de todo el mundo

/ Renfe

En el vagón restaurante es posible degustar algunos de los platos más tradicionales y deliciosos de la gastronomía española, desde los desayunos hasta las cenas. Además, tiene una parte de bar en la que se puede únicamente beber o picar algo, y es posible celebrar fiestas a bordo. Todos los coches son joyas ferroviarias de 1923 que han sido restauradas para ofrecer la mayor comodidad sin perder el clásico encanto de la Belle Époque.

La Suite Gran Lujo del Transcantábrico

La Suite Gran Lujo del Transcantábrico

/ Renfe

De País Vasco a Santiago de Compostela

En el trayecto de ocho días y siete noches en el Transcantábrico se pasa por diferentes puntos donde se hacen algunas paradas para visitar los lugares más representativos de cada destino. Por ejemplo, en Bilbao se conoce el museo Guggenheim, en Comillas el palacete de El Capricho, en Altamira las cuevas prehistóricas, en Asturias el Santuario de Covadonga, en Lugo la playa de las Catedrales y Santiago de Compostela la catedral.

Basílica de Santa María la Real de Covadonga en Asturias

Basílica de Santa María la Real de Covadonga en Asturias

/ Istock / Sergey Dzyuba

Los precios de las cabinas varían según las comodidades y los servicios que incluyan. La Suite Gran Lujo cuesta entre 17.100 (cabina individual) y 19.800 euros (cabina doble). En el precio se incluyen los desayunos, las comidas, las cenas, actividades a bordo, excursiones, visitas, entradas y guía multilingüe, entre otras muchas cosas. Es, sin duda alguna, una experiencia que todo el mundo debería poder vivir al menos una vez en la vida.

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