Villena, fortaleza mediterránea

Dominada por su imponente castillo, esta es una ciudad que mira al futuro pero que ha sabido conservar la huella de su pasado y sus tradiciones.

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Castillo de Villena.

/ Ayuntamiento de Villena

Villena viene dando pasos hacia el sector turístico tras actuar en la potenciación de todo su patrimonio histórico, cultural, etnológico y natural de su vasta oferta. Esta ciudad, situada a 56 kilómetros de Alicante capital, es un cruce de caminos entre la meseta castellana y el litoral mediterráneo, un punto de encuentro de pueblos y culturas a lo largo de la historia que la convierten en un punto de visita ineludible. Una ciudad que sabe a pueblo, por su capacidad de proteger y promocionar su cultura tradicional, pero que mira al futuro desde la innovación y las nuevas formas de hacer y entender el turismo.

Villena ofrece un punto de referencia desde el Castillo de la Atalaya, una fortaleza del siglo XII, de la más icónica de cuantas conforman la Ruta de los Castillos del Vinalopó. Se alza sobre el centro histórico de Villena, un conjunto de callejuelas y plazas que por su extensión y singularidad está declarado Bien de Interés Cultural. Además del castillo, en el centro histórico sobresalen las iglesias de Santa María y Santiago, ambas del siglo XVI. Esta última posee doce inusuales columnas en espiral y una primorosa pila bautismal realizada por Jacopo Torni, discípulo de Miguel Ángel.

Iglesia de Santiago - Villena

Iglesia de Santiago.

/ Ayuntamiento de Villena

A su lado, el renacentista Palacio Municipal, sede del Ayuntamiento, se encuentra en estos momentos en una operación de rehabilitación que mostrará en breve todo su esplendor. Al unísono, se han abierto las primeras salas del nuevo Museo de Villena (MUVI), en un edificio rehabilitado de una antigua electro-harinera. En sus salas se puede contemplar parte del Tesoro de Villena, el mayor tesoro prehistórico de Europa, con 3.000 años de antigüedad, que será expuesto al completo en el primer trimestre del próximo año.

Los amantes de la naturaleza pueden realizar rutas de senderismo y bicicleta, a través de las Rutas Saludables, ascender las dos vías ferratas de la Sierra de la Villa o recorrer la Vía Verde del Chicharra.

Además, Villena es tierra de vinos, siendo la población con mayor número de bodegas de toda la provincia. La Ruta del Vino de Alicante nos brinda la posibilidad de visitar interesantes bodegas mientras se disfruta de los mejores vinos de nuestra ciudad. Y qué mejor que que maridar nuestros caldos con platos típicos como el gazpacho de Villena, las pelotas de relleno, el arroz y pata o el triguico, o con productos como nuestros sabrosos embutidos. En Villena, además, podrás encontrar Fondillón, el vino alicantino más famoso de la historia, del que disfrutar con nuestras pastas y dulces típicos.

Tesoro de Villena

Tesoro de Villena.

/ Juan Carlos Frances Sanchez

Capital cultural

Villena ofrece un sinfín de actividades culturales que llenan de contenido todas las estaciones del año.

En agosto, Villena se vuelve festivalera y ofrece dos citas ya consagradas en la agenda musical de España: Leyendas del Rock y Rabolagartija. Ya en septiembre, se celebran las Fiestas de Moros y Cristianos, una explosión de música, color y pólvora en la que desfilan más de 10.000 personas.

Quienes visiten la ciudad en marzo podrán participar en las Fiestas del Medievo, un encuentro con la historia de la ciudad donde se mezclan cultura, teatro y comercio.

A estos eventos hay que sumar el amplio programa cultural de la Casa de la Cultura y del Teatro Chapí, además de las visitas guiadas a las pedanías del término municipal. En especial, a La Encina, uno de los focos del patrimonio histórico industrial, vinculado al ferrocarril más importante de todo el levante.

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