Los túneles secretos del Coliseo se abren por primera vez en la historia

Ya podemos recorrer las galerías subterráneas del edificio más famoso de la capital italiana

Coliseo Romano por dentro
Coliseo Romano por dentro / Franco Origlia

Por primera vez en la historia es posible conocer las galerías subterráneas del edificio más famoso de la capital italiana, el coliseo de roma. Un lugar en sus tiempos prohibido para los espectadores donde se preparaban los gladiadores antes de combatir en la arena. Tras un complejo proceso de restauración, el hipogeo ha quedado ahora al descubierto.

EL EDIFICIO

Coliseo Romano por dentro
Coliseo Romano por dentro / venuestock / ISTOCK

También conocido como Anfiteatro Flavio, el Coliseo, construido en tiempos de Vespasiano, se mantuvo activo entre los años 80 y 523, fecha en la que tuvo lugar el último espectáculo. Recibe su nombre de una figura que entonces había justo al lado, el Coloso de Nerón, dedicada al famoso emperador. En la antigüedad poseía 80 filas de gradas que podían acoger a unos 65.000 espectadores. Invisible para ellos era la zona hoy recuperada, situada debajo de la arena. Sobre ella tenían lugar las luchas de gladiadores e incluso batallas navales cuando se cubría de agua.

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LAS GALERÍAS

El hipogeo, toda la parte subterránea que ahora se puede contemplar, ocupa una superficie de unos 15.000 metros cuadrados, rodeados por un muro perimetral y 14 tabiques que permiten el acceso a una compleja red de pasillos. Era en el central donde se situaban los artilugios y equipos necesarios para la realización de los espectáculos. Entre ellos, plataformas móviles y ascensores de madera que permitían a hombres y fieras saltar a la arena. Por primera vez, los visitantes pueden explorar por completo los túneles y cámaras subterráneas hasta ahora ocultos.

Coliseo Romano por dentro
Coliseo Romano por dentro / Eloi_Omella / ISTOCK

LA RESTAURACIÓN

Las obras de restauración comenzaron en el año 2018 y en ellas han participado más de 80 personas entre arqueólogos, arquitectos, topógrafos e ingenieros, que han dedicado al proceso más de 55.700 horas de trabajo. La zona es accesible gracias a una pasarela de 160 metros de longitud. Para 2023 se espera reconstruir la arena, la platea donde combatían los gladiadores, para redondear la visita al monumento, Patrimonio de la Humanidad. También están previstas las mejoras en las galerías de la segunda planta del anfiteatro y el traslado de la recepción al exterior.

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