El tren con los paisajes más bonitos de España cuesta solo 18 euros y recorre el Parque Nacional de Ordesa
Si estás buscando una escapada buena, bonita y barata, toma nota de este destino a poco más de dos horas de Madrid.

Con la llegada del nuevo año no solo no han descendido nuestras necesidades viajeras, sino que han aumentado considerablemente. Y buscando destinos que cumplan con las 3 b’s (bueno, bonito y barato) hemos descubierto un plan imprescindible para todos los amantes de la naturaleza: viajar hasta el espectacular Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido en tren.
Viajar en tren es una forma espectacular de disfrutar desde el mismo instante en que uno llega a la estación. Y no hace falta subirse a bordo de los trenes más lujosos del mundo para gozar de una espectacular escapada. De hecho, a poco más de dos horas de Madrid y a partir de 18 euros podemos llegar hasta un verdadero tesoro en el corazón de los Pirineos y uno de los primeros espacios naturales protegidos de Europa: Ordesa y Monte Perdido.

Vayamos por partes. Lo primero que debe hacer el viajero es planificar con antelación la escapada. Y es que ya se sabe que cuanta más previsión a la hora de reservar un billete de tren, más competitivos serán los precios.
Este invierno (desde el pasado 27 de diciembre y hasta el próximo 30 de marzo), Renfe cuenta con nuevos AVE entre Madrid, Zaragoza y Huesca todos los viernes y domingos. Y, si se reservan con cierta antelación, no es complicado encontrar billetes a partir de 18 euros para el trayecto Madrid Huesca en el AVE que sale de Madrid a las 18:53 y llega a Huesca a las 21:22.
Además, ofrecen el servicio Tren + Bus que te permitirá llegar a destinos como Barbastro, Monzón, Benasque, Astún, Candanchú, Sabiñánigo o Jaca (a tan solo 50 kilómetros de Ordesa y Monte Perdido).

Paisajes nevados en Ordesa y Monte Perdido
Si bien el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es famoso durante el verano por sus senderos y paisajes verdes, el invierno lo transforma en un paraíso nevado lleno de magia y tranquilidad que nos transporta a escenarios de películas como ‘Frozen’. Puede empezar la excursión el viajero en el Valle de Ordesa, corazón del parque. En invierno, con todo nevado, ofrece unas vistas espectaculares de sus altas paredes rocosas y bosques de pinos, siendo una de las actividades más recomendadas el senderismo con raquetas de nieve.
Ascender a Monte Perdido, con sus más de 3.000 metros de altura (es el tercer pico más alto de los Pirineos) es una actividad solo apta para los montañistas experimentados. Si no es tu caso, te recomendamos rutas más accesibles en las faldas del monte, puesto que también ofrecen paisajes impresionantes.
Cola de Caballo y valle de Pineta: joyas invernales en Ordesa
La cascada de Soaso, conocida como Cola de Caballo, es también un icono del parque. Durante el invierno, la cascada se congela casi en su totalidad, creando un espectáculo que dejará a los exploradores sin aliento. El camino hacia la cascada atraviesa bosques cubiertos de nieve en una ruta que puede llevar dos o tres horas tranquilamente.

Por su parte, el valle de Pineta es una auténtica fantasía que permitirá al viajero disfrutar de la paz y la tranquilidad en un escenario de lo más bucólico. Y, desde allí, también resulta imprescindible acercarse hasta la cascada del Cinca, que también se congela durante los meses más fríos.
Pueblos del Pirineo aragonés cubiertos por un manto blanco
Para reponer fuerzas es interesante hacer parada en alguno de los pueblos de las inmediaciones. Torla, situado a más de 1.000 metros de altitud, es una localidad con encanto medieval que puede ser un buen punto para disfrutar de la gastronomía pirenaica. También son imprescindibles Aínsa (en la confluencia de los ríos Cinca y Ara), Broto, Sarvisé o Boltaña.

En definitiva, la mejor manera de arrancar el año es con una escapada que nos permita disfrutar de paisajes espectaculares y conectar con la naturaleza. Y si, además, puede hacerse en tren pagando 18 euros, no se puede pedir más.
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